12 diciembre, 2025

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Víspera del 1 de mayo Auge y caída del poderío sindical

Luego de haber ganado poder al abanderar luchas sindicales, los dirigentes obreros en Tamaulipas alcanzaron influencia política y poder económico que les permitió crear feudos temidos como los de Joaquín Hernández La Quina, Pedro Pérez Ibarra, Agapito González, quienes al paso de los años, fueron desmantelados hasta su desaparición

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los signos distintivos del sindicalismo en Tamaulipas han sido su influencia en política estatal e incluso nacional, el poder económico que han llegado a detentar, la violencia con la que han tratado a sus enemigos, la opacidad en el manejo del patrimonio sindical y la impunidad de la que han gozado los principales líderes.

Además de las gestas en la creación del cooperativismo y el sindicalismo que figura ya dentro de la historia del país, los sindicatos y más precisamente, los líderes sindicales, estos gremios son parte de la historia de Tamaulipas, y al mismo tiempo por al menos 60 años,  uno de los polos de las decisiones políticas estatales, con una presencia real y una participación en el reparto de cotos de poder dentro del corporativismos del PRI.

 Nombres históricos como Isauro Alfaro Ortega, Jesús Elías Piña, Ignacio Pacheco León, Joaquín Hernández Galicia, Ventura Vega, Luis Rocha, Pedro Pérez Ibarra, Agapito González Cavazos, entre los más conocidos, fueron auténticos sindicalistas, temidos líderes políticos y figuras paternalistas del obrerismo.

 Algunos, como Isauro Alfaro, tuvieron una destacada participación en la creación del cooperativismo mexicanos y otros, como Eduardo Soto Innes, en la fundación del Sindicato Petrolero, cuyo movimiento de huelga de 1935 culminará el 18 de marzo de 1938 con la Expropiación Petrolera.

 Hasta hace dos legislaturas del congreso local tenía la presencia de al menos un representante de las secciones del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y el poder de sindicatos con base en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Altamira, Ciudad Madero y Tampico, y  para ganar las elecciones y hacer los “carros completos” del Partido Revolucionario Institucional, era necesario el apoyo de los líderes sindicales.

Hace 109 años encabezados por Isauro Alfaro Otero, crean la histórica y heroica cooperativa Gremio Unido de Alijadores de Tampico en 1908, cuando aún era Presidente de la República Porfirio Díaz Mori.

 “(Logran impulsar) el cooperativismo en general y la unificación gremial en el Primer Congreso que Isauro Alfaro convocó, el primero de octubre de 1929, al que no asiste porque es asesinado el 14 de abril de 1929 en Tampico, su querido Puerto, sin que el gobierno aclare nunca ni los responsables ni las causas, dejando impune el crimen”,  afirma el periódico La Barrena, de la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros.

 En 1923 un grupo de trabajadores de la Compañía El Águila, que explotaba yacimiento petroleros en la región de Tampico y la Huasteca, organizaron protestas públicas en solidaridad con un grupo de electricistas que fueron despedidos, luego de estallar paralizar los sistemas de bombeo de toda la empresa en busca de mejores salarios.

 “En represalia, la compañía despidió a los trabajadores más activos, pero, en vez de amilanarse, los compañeros elaboraron un Pliego de Peticiones que incluía: Reconocimiento del sindicato y la Reinstalación de los 160 trabajadores despedidos”, afirma la publicación especializada “Industria Petrolera”.

 De estas protestas no solamente surgiría el Sindicato Petrolero de Tampico, sino un movimiento sindical que unido a otros sindicatos petrolero culminó sus reclamos de mejores condiciones en la Expropiación Petrolera sin embargo la relación del los petroleros y la nueva empresa estatal Petróleos
Mexicanos, fue todo menos tersa.

Pese a la Expropiación de marzo 18 de 1938, la combatividad del Sindicato Petrolero, especialmente de secciones como la 1, de Ciudad Madero, la 3 de Altamira y la 11, de Nanchital, Veracruz, redundo en tensiones y presiones por lo que fue cuatro años después, en 1942, cuando Pemex firma con el Stprm el primer Contrato Colectivo de Trabajo.

 “Se consideró que este contrato tenía cláusulas avanzadas porque contemplaba dar a los trabajadores el derecho a los servicios médicos, prestaciones en caso de enfermedades, accidentes o muerte y jubilación”.

 Pero en Tamaulipas no solamente se dio el gran poder del Sindicato Petrolero, cuyo mayor exponente en esta entidad fue el llamado “Líder moral” de los petroleros, Joaquín Hernández Galicia, también en las tres grandes ciudades de la frontera norte, surgen los caciquismos sindicales.

 Nuevo Laredo, la frontera terrestre más importante en el país desde la segunda mitad del Siglo XIX, era ya en los años 40 la ruta de una buena parte de las importaciones mexicanas, y el Presidente Miguel Alemán Valdez, concedió gran importancia a mejorar la relación comercial con Estados Unidos.

 El comercio internacional propició al mismo tiempo de que Nuevo Laredo crecía y progresaban el surgimiento de uniones sindicales que con el tiempo se volvieron poderosas, especialmente bajo el liderazgo del ex Presidente Emilio Portes Gil, a quien desde diciembre de 1946 el presidente comenzó a combatir.

 “El asesinato de un periodista en Tampico, el 31 de marzo de 1947 (Fue pretexto) para remover al representante formal del portesgilismo, el gobernador tamaulipeco, Hugo Pedro González”, asegura el estudio del Colegio de la Frontera Norte (Colef) “La conformaciónn de los caciquismos sindicales tamaulipecos”.

 En 1947 Fidel Velázquez Sánchez es ratificado como Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) durante el IV Congreso Nacional, lo que beneficio varios liderazgos en la frontera tamaulipeca y la inclusión a dicha central obrera de algunos sindicatos como el de Jornaleros, el de Trabajadores de la Aduana y el de Meseros.

 Un mayor actividad petrolera en Reynosa y la creación de las llamadas Juntas Federales de Mejoras Materiales (JFMM) dedicadas a hacer obras de infraestructura, señala el estudio del Colef.

 Una mayor actividad económica creo el clima para el surgimiento de sindicaros como el de Meseros en Nuevo Laredo y su inclusión al Sindicato Nacional de Trabajadores de Hoteles, Restaurantes, Cantinas, Cafés y Similares, dirigido por Luis Rocha.

 “EI otro sindicato que adquirió importancia debido a las actividades de la JFMM fue el Sindicato de Albañiles y Jornaleros (SAJ), el cual logro agrupar a más de 600 trabajadores”, dice el mencionado estudio autoría de Cirila Quintero Ramírez.

 La actividad económica de las aduanas habría de incentivar otro sindicato: la Sección Cinco de Trabajadores del Alijo en Aduanas, dirigida por Pedro Pérez Ibarra, por varias décadas, quien se convirtió en una figura sindical y política importante,  como dirigente de la central obrera más fuerte de  Nuevo Laredo, más por la importancia que tenían dentro del movimiento aduanal que por la membresía que en su máximo nunca llegó a los mil afiliados.

 “A finales de los años cuarenta, el gobernador de Tamaulipas favoreció en las ciudades fronterizas: Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, la implantación del sindicalismo oficial e impuso, en el caso de Nuevo Laredo, el ascenso a la presidencia municipal en 1949 del dirigente local de la CTM, Juan de Dios Hinojosa”, cita Quintero Ramírez.

 En 1952 el dirigente nacional de la CTM, Fidel Velázquez Sánchez, legitima a Pedro Pérez Ibarra como dirigente de la FTT, dejando de un lado a otros dirigentes importantes como Elías Piña.

 “Dos factores han sido centrales en el poderlo de Pérez Ibarra: aparte del dominio sobre actividades económicas estratégicas: la eliminaciónn de todo elemento subversivo a su poder (es decir de “todo aquel que le haga sombra”), y el manejo de la ambición de sus seguidores”, dice la investigadora del
Colef.

 Pérez Ibarra pronto se aisló de los otros líderes obreros fronterizos como Agapito González Cavazos, de Matamoros, tras varios desacuerdos, al igual que con los demás dirigentes cetemistas en Tamaulipas y con el líder vitalicio del  Sindicato de Choferes de Reynosa, Reynaldo Garza Cantú.

 Los pleitos entre los cetemistas y la persecución de espacios de poder que no solamente detentarán los líderes sino también su descendencia, quienes tendrán el apoyo del PRI para ganar presidencias municipales o escaños en el congreso local, e incluso en el federal, hace que el cetemismo tenga tres regiones en la frontera, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, con tres líderes fuertes.

Pero fue el dirigente de la Sección Uno del Sindicato Petrolero, Joaquín Hernández Galicia, conocido como La Quina, quien mayor notoriedad y mayor poder detentó, tanto dentro de Tamaulipas como en la política nacional, rivalizadon en su tiempo con Fidel Velázquez Sánchez y por arriba de líderes como Leonardo Rodríguez Alcaine o el histórico dirigente del Sindicato Minero y Metalúrgico, Napoleón Gómez Sada.

 La Quina fue el rostro del Sindicato Petrolero nacional al menos 28 años,  desde 1961 hasta enero de 1989 cuando fue detenido por el Ejército Mexicano y acusado de homicidio y acopio de armas, se asegura que falsamente como venganza del Presidente Carlos Salinas de Gortari, por haber apoyado a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del Frente Democrático Nacional y quien se asegura ganó las elecciones para Presidente en 1988.

 Unos meses después de la detención de La Quina, el quinismo del Sindicato Petrolero, encabezado por sus hijos de apellidos Hernández Correa, formaron parte del nuevo Partido de la Revolución Democrática, al cual impulsaron a triunfos históricos en elecciones locales para presidente municipal y diputado local en Ciudad Madero.

En el ámbito local Joaquín Hernández Galicia comienza a figurar en la Sección 1 del STPRM desde finales de los años 40 del siglo pasado, cuando disputa el liderazgo con Ignacio Pacheco León, quien gana la sección y posteriormente es nombrado secretario nacional.

 “La Quina permanece en Ciudad Madero sintiéndose relegado, y en 1954 forma el Grupo Unificador Revolucionario Nacionalista junto con el que a partir de entonces sería su principal aliado, Salvador Barragán Camacho, alias El Negro”,  dice Jorge González Rodarte, en “El sindicalismo petrolero mexicano en perspectiva: 1911-19891”.

 La Quina es el nuevo secretario general de los petroleros en 1961, y según González Rodarte “Casi cuarenta años después Hernández Galicia afirmaba, en una entrevista, que el presidente López Mateos ‘no me quería, hizo cinco recuentos para que no llegara y en todos gané. Tuvo que doblar las manos”.

Agonizan los sindicatos, sin poder, ni apoyos

Efraín Klerigan

Con líderes que han envejecido tanto como su liderazgo, sin la conexión vertical con el Gobierno del Estado, sin fuerza horizontal ni presencia en el Gobierno o el Congreso de Tamaulipas, no solamente el desfile del 1 de mayo ha cambiado de lugar, también la fuerza de los sindicatos en la vida política del estado.

Al menos la Federación de Trabajadores de Tamaulipas (FTT) y el Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado (Sutspet) parecen haber entrado en un proceso de extinción sin una relación vertical con el Gobierno de Tamaulipas.

 En el Suspet la permanencia de la añosa dirigencia de Blanca Valles Rodríguez,  quien no ha podido defender a sus agremiados de los cambios en la relación laboral e incluso de recortes masivos, se ha conservado permanenciendo casi en el anonimato.

El desfile de este 1 de Mayo será la prueba para varios de los sindicatos, que como  la Federación de Trabajadores de Victoria, han prometido enormes contigentes, en un nuevo lugar y formato de desfile, presuntamente por cuestiones de seguridad.

 Enrique Bocanegra Cedillo, dijo que el desfile del Primero de Mayo cambiará de lugar y ahora será en el estacionamiento frente a la puerta principal del Polyforum Doctor Rodolfo Torre Cantú, y  prometió 10 mil trabajadores

 Pero el mismo Bocanegra Cedillo, dirigente que sucedió al malogrado José Ángel Morales Medina, asesinado el 20 de mayo de 2016, poco antes de las elecciones general en Tamaulipas,  advierte que a lo mejor no llegan los 10 mil, porque “ no podemos dejar desprotegidas instalaciones como las tiendas
de autoservicio, de hecho se dejó en libertad a los representantes de los sindicatos”, advirtió.

 En la Federación de Trabajadores de Tamaulipas varios de los sindicatos piden elecciones para relevar a Edmundo Román Solís, sobre quien pesan acusaciones de corrupción y cuya representatividad afirman ya es cuestionable, pero quien se defiende asegurando que el Comité Ejecutivo Nacional de la
CTM, le pide permanecer al frente de la FTT o Federación de trabajadores de Tamaulipas

 El Secretario General de la Sección Golfo Norte del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm) Daniel Peña Treviño, aseguró que García Román es un liderazgo envejecido y fuera de tiempo, por lo que han pedido al dirigente nacional del Confederación de Trabajadores de
México, Carlos Aceves del Olmo, que convoque a la renovación de la central.

 Otro de los sindicatos que parecen perder presencia ante el cambio de partido en el Gobierno de Tamaulipas, es la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ahora encabezada por Rigoberto Guevara Vázquez, quien se dice proviene de la línea del ex Secretario General, Arnulfo Rodríguez Treviño, uno de los primeros dirigentes obreros en rechazar apoyar al PRI en las elecciones locales de 2016.

 La Sección 30 no parece tener ni la presencia política ni el apoyo de las bases de la que presumió en otros tiempos, mientras en la FTT, pleitos internos en varios de los sindicatos adheridos continúan y las renovaciones de las mesas sindicales terminan en los triubunales ante la falta de una dirigencia estatal fuerte.

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