Condena pública es lo que el pueblo de San Fernando, Tamaulipas, lanza en contra del asesinato de la activista social Mirian Rodríguez Mireles, representante del colectivo de desaparecidos de esta ciudad y exigen justicia pronta y expedita para quienes resulten responsables de su fatal desenlace.
Por el momento el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ya investiga el crimen y según parece las pesquisas van por buen camino. Ojalá así sea porque el pueblo está por explotar de un momento a otro.
Ayer platicábamos con Héctor de la Torre Valenzuela y nos decía que mañana sábado se hará el festejo a las madres toda vez que una serie de compromisos lo imposibilitaron tanto a él como a su esposa el poder realizarlo el pasado miércoles como estaba previsto, por lo tanto están todas las madrecitas invitadas a la mencionada fiesta que tendrá lugar frente al Palacio Municipal.
Por supuesto que habrá un festival artístico y muchos regalos. No falten porque estará de lujo.
Antes de despedirme permítanme decirles que no tengo con qué agradecer todo lo bueno como se portaron con la familia, desde el Señor Gobernador y su esposa hasta el más humilde trabajador del pueblo de mis mayores, sin olvidar al Señor Presidente municipal como a su esposa que siempre estuvieron a nuestro lado, de un buen número de servidores públicos como amigos y compañeros de la prensa, sin olvidar a la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas, Dirección General del Centro de Atención Múltiple del Gobierno del Estado y del Municipio, incluyendo el Colegio de Bachilleres, plantel 12.
En fin corto sería el espacio para consignar tanta bondad y amistad demostrada.
Creo que mi Moniquita de Oro jamás se imaginó que hubiese tantas personas que la quisieran mucho como tampoco tuvo una idea del enorme cariño que supo y pudo reunir en su entorno, como tampoco pensó que a su llegada a Ciudad Victoria donde sería cremada la estarían esperando para despedirse de ella con un sonoro aplauso como ocurrió en su pueblo querido después de ser oficiada una misa en su honor en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
En fin, se fue Mi Niña adorada. Hasta pronto Mi Reina.
Me despido con una disculpa por lo corto del presente comentario pero sé bien que sabrán comprenderme pero aún dentro de la pena que todavía pesa dentro de la familia y de mí mismo no quise dejar sin publicar la columna de este día HASTA PRONTO MI REINA.
