15 diciembre, 2025

15 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Tres preguntas

Laberintos del poder

La noticia se generó desde la mañana del domingo y ya era vieja en la noche.

En el penal de Reynosa, usted ya debe saberlo, se descubrieron tres túneles en proceso. Es obvio que el objetivo era una fuga masiva de reos, dado el número de excavaciones, inédito hasta ayer en Tamaulipas.

¿Le parece inquietante que se hayan encontrado tantas rutas de escape en un solo reclusorio?
Desde luego que así es, pero en la opinión de su servidor lo verdaderamente preocupante no es esa cifra ni tampoco que haya sucedido en esa ciudad, sino el ominoso escenario que ese hallazgo exhibe: 

Lo que quita el sueño es la enorme, escandalosa complicidad de quienes en teoría son los guardianes de las prisiones. Sólo con un sólido contubernio desde los niveles más bajos hasta los mandos del reclusorio, es posible que puedan llevarse a cabo dentro de una cárcel obras de esa naturaleza.

Para confirmarlo basta responder con el simple sentido común a tres preguntas básicas:

¿Cómo llegaron las herramientas y materiales a esos lugares?

¿Cómo iniciaron las excavaciones sin que las registraran las cámaras de seguridad o los rondines diarios?

¿Cómo sacaron los escombros del reclusorio?

Por supuesto que con la ayuda de los celadores, que son el último escalón de autoridad y sólo reciben órdenes, por lo cual también los altos mandos están con certeza involucrados.

Hoy el descubrimiento oportuno de los túneles evitó la que quizás podría haber sido la fuga record en evadidos en la historia del Estado. No es una mala noticia, pero tampoco puede tomarse como un gran éxito porque lamentablemente también existe un gran delito: La protección que disfrutaron durante un largo tiempo quienes planeaban el escape.

Cuidado. Este múltiple hallazgo exhibe el inframundo que sigue dominando en las prisiones del Estado y la investigación que se desprenda de él deberá seguirse con el mismo rigor que si se hubiera concretado la fuga. De no ser así, que nadie se extrañe si dentro de un tiempo, días, semanas o meses, los tamaulipecos recibiremos la amarga noticia de otra huida de alguno de los ahora bautizados con el eufemismo de “centros de ejecución de sanciones”.

Gran parte de la maldad está confinada en los penales, pero por desgracia los internos no son todos los malos que operan en ellos…
 
Un satélite vigila
Un dato me llama en forma poderosa la atención en el descubrimiento de los túneles carcelarios mencionados.

De acuerdo a un comunicado, las autoridades detectaron a través de “tecnología satelital”, movimientos no usuales de tierra dentro del reclusorio, por lo cual la policía ministerial acudió a investigar y se encontró con las tres obras. Maravilla de maravillas ese rastreo.

Me place que existan herramientas de ese tipo para detectar tales“anormalidades”, pero si el hallazgo no fue como muchos creen un “pitazo” y en realidad existe ese portento tecnológico, me pregunto por qué nadie se percató de una señal así en la fuga de los 29 presidiarios registrada en el penal de Ciudad Victoria, a través de un túnel que tardaron ¡un año! en construir.

Y peor aún: ¿cómo es que el gobierno federal no opera otro parecido o inclusive más avanzado? Porque curiosamente tampoco nadie se dio cuenta del túnel que construyeron para que en su momento escapara “El Chapo” Guzmán, ¡de un penal de alta seguridad!

Bueno, con lo ingenuos que son los celadores y directores de prisiones, tal vez pensaron que esas vibraciones se debieron a un pequeño terremoto todos los días…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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