CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Hoy se cumplen 20 años de uno de los momentos más trágicos del fútbol en Ciudad Victoria, pues el primero de junio de 1997 se jugó la vuelta de la gran final del Torneo de Verano de 1997 ante Tigres de la UANL, la cual ganaron los Felinos por marcador de 0-4 en el Estadio
Universitario.
El ‘Corre’ era una ‘máquina’, grandes jugadores tenían pero el resultado de vuelta tras un buen encuentro de ida, sorprendió, hecho que marcó a los aficionados del conjunto naranja y que levantó sospechas al grado de asegurar muchos que: “Se vendieron”.
La esencia de Correcaminos no ha sido igual desde esa final que se disputó el 1 de junio de 1997 a las 16:00 horas. Han pasado todo este tiempo en la división de plata, ha llegado a finales, una la ganó en el 2011, pero la final por el ascenso, no.
Directivos y centenas de jugadoras han vestido la playera de la UAT pero el resultado es el mismo desde esa fecha: sin primera división.
Todo cambió
México en ese entonces era representado por el Presidente Ernesto Zedillo, Tamaulipas por su parte tenía al mando a Manuel Cavazos y el presidente de Victoria era Pascual Ruiz; parecía un año ‘normal’, sobre todo en la capital tamaulipeca, pero no iba a ser así.
El fútbol fue un tema social del cual se habló mucho ese tiempo en Victoria, Correcaminos el equipo de tradición de la ciudad estaba de nuevo en la segunda categoría del fútbol mexicano después de un paso de varios años en la primera división.
Aunque estaban en la categoría de plata, Correcaminos logró tener un equipo competitivo el cual tuvo mucho éxito, pues dominó completamente el Torneo de Verano de 1997 de la entonces Primera División A, después de que Tigres en el Invierno de 1996 había levantado la corona.
La escuadra naranja tenía jugadores de experiencia, tal es el caso de Milton Nunes ‘Zico’, Carlos Pavón, Richard Tavares, Francisco ‘Abuelito’ Cruz, además de victorenses como Jorge Dimas, José Luis ‘Charro’ Mendoza y Marco ‘Micky’ Sánchez.
Los de Victoria consiguieron 34 unidades en el semestre, ganó 10 duelos, empató cuatro y sólo tuvo dos derrotas, era el amplio favorito para llevarse el
título; en fase final enfrentó en cuartos de final a Yucatán al cual derrotó con global de 3-2 y en semifinales echó a Tigrillos 6-2, para así acceder a la final.
Tigres iba a ser el rival en instancia final, en ese entonces el actual campeón iba a defender el título después de eliminar en cuartos de final a Zacatepec 5-1 y Cruz Azul Hidalgo 3-1.
Era un duelo de poder a poder, justo entre el primero y segundo lugar de la competencia, pues Tigres había conseguido 33 unidades y en caso de ganar este título ascendería directamente sin tener la necesidad de jugar una final por el ascenso.
En la ida de este cotejo que se disputó el 29 de mayo, el marcador fue a favor de Correcaminos 0-1, el anotador fue José Francisco ‘Abuelito’ Cruz, quien había silenciado el ‘Volcán’ que lució repleto con arbitraje de Arturo Brizio.
Fecha inolvidable; tristeza en la ciudad
Era justo un 1 de julio, el optimismo en la ciudad en lo que respecta a Correcaminos era mucho, después de un 1-0 a favor de la ida en la casa de Tigres los miles de aficionados del equipo azul-naranja tenían confianza en levantar el título para tener derecho a otro duelo por el ascenso.
Desde temprana hora la vibra en la capital era muy buena, los colores naranja invadieron las calles, con los boletos ya agotados, temprano varios aficionados ya estaban en ‘La Loma’, listos para entrar y encontrar un buen lugar en el Estadio Universitario Alvizo Porras.
El juego fue programado a las 16:00 horas pero par de horas antes el inmueble universitario ya lucía repleto; las calles fueron cerradas, esto para evitar más caos en la zona del estadio.
El ambiente era prácticamente de primera división e incluso la televisora nacional mandó a sus mejores narradores como Javier Alarcón y Raúl Orvañanos, para transmitir el encuentro que iba a ser pasado en la TV, cosa muy rara, pues en ese entonces la división de ascenso estaba aún más en el olvido.
La hora del juego poco a poco se acercaba, ya con un estadio lleno los jugadores salieron a calentar; una primera sorpresa surgió desde antes del inicio del juego, pues había mucha presencia de la afición de Tigres, algo que puso molestos a los victorenses.
Los futbolistas de Tigres salieron a calentar, Robert Dante Siboldi, arquero de los Felinos, fue el enemigo número uno de la afición de Correcaminos, quienes se fueron con todo desde que el sudamericano pisó la pista y el campo del Estadio Universitario de la UAT, e incluso este mismo llegó a calentarse y encaró un poco a los ‘naranjas’.
Por el otro lado, el delantero, Carlos Pavón, quien había sido campeón de goleo en el torneo con 12 anotaciones, fue el más aplaudido, un jugador que desde
que llegó a la capital hizo conexión con la gente y todas las esperanzas estaban puestas sobre él.
El reloj ya marcaba las 16:00 horas, como es costumbre en Victoria el clima era algo cálido aunque algunas nubes ayudaban a cubrir al intenso sol; Armando Archundia dio el silbatazo inicial y la pelota rodó.
La esperanza de toda una ciudad para que les diera la alegría estaban depositadas en esos momentos en los once jugadores del ‘Corre’ que estaba en el terreno de juego.
Las cosas iniciaron parejas pero pronto se silenciaría por un momento el Universitario, pues en un pase largo, Nilson Esidio quedó frente al arquero y definió sin problemas para hacer el 0-1 y el empate en el global a los 20 minutos, a pesar de ello la afición continuó con el apoyo.
17 minutos después, el 0-2 llegó para Tigres y ya le daba la vuelta al tanteador, Marco Ayala fue el encargado de hacer el segundo tanto, tras un tiro de esquina, el jugador remató de cabeza para mandar la esférica a guardar al fondo de las redes y los Tigres se iban arriba en el global 1-2.
Con ese tanteador se marcharon al descanso. La afición de Correcaminos enmudeció, no podía ver lo que pasaba, pues el mejor equipo de todo el torneo,
ofrecía en ese momento su peor actuación en todo el Verano, justo en el cotejo más importante.
Las dudas comenzaron a llegar, La Porra Oficial de Miguel Caballero y todos los presentes que apoyaban al local vieron cómo inició el segundo tiempo donde se vio una oncena de la UAT que poco hacía en el campo, por su parte los dirigidos por Alberto Guerra tenían un gran dominio y eran mejores.
Para la segunda mitad, los de Nuevo León continuaron con todo, eran los más peligrosos e incluso generaron muchas llegadas de gol, por su parte los locales mostraron poco espíritu, un contraste a lo mostrado el 29 de mayo en la ida en el Estadio ‘El Volcán’.
Tigres llegaba al marco, era peligroso pero el poste o arquero local evitaban el 0-3, sobre todo con disparos de Nilson Esidio, quien era el más peligroso de los visitantes, pero a los 80 minutos, el arquero Alberto Guadarrama ya no pudo más, Esidio tras una gran jugada anotó el 0-3 ante la mirada atónita de todo el equipo y la afición tamaulipeca pues sabían que todo había llegado a su fin.
Con ese tanto la afición poco a poco abandonó el estadio, el silencio era sepulcral, sólo se escuchaban los aficionados de Tigres los cuales tenían una fiesta en parte de la tribuna pues el campeonato del torneo y el ascenso directo a primera división estaba a unos cuantos minutos.
Para sentenciar todo, Danillo Tosello puso el 0-4 a los 87 minutos, con un ‘Corre’ ya desfondado encontró un buen espacio el guardameta local salió y lo burló para definir con el marco abierto.
El estadio casi quedó vacío, las lágrimas en muchos se hacían presentes, otros en silencio abandonaron el inmueble y bajaban La Loma prefiriendo escuchar la última parte de la final por la radio, el golpe fue muy duro; los jugadores mostraron el mismo ánimo y los minutos finales fueron de mero trámite para los Tigres.
Armando Archundia decidió acabar el encuentro tras agregar par de minutos; era la locura en Nuevo León y sobre todo en la parte del estadio donde se encontraba la gente que apoyaba a los de la UANL, jugadores y cuerpo técnico festejaron con todo pues ya estaba en primera división.
La otra cara de la moneda, los integrantes de los de Victoria mostraron un semblante distinto, la frustración, tristeza y enojo se juntó en los pocos aficionados que soportaron quedarse a ver hasta la final de la premiación.
E incluso los jugadores de Correcaminos se fueron directo al vestidor local, no quisieron salir a la ceremonia de entrega de trofeos, la vergüenza era mucha y el vestidor muchos cuentan, era un velorio.
Nada era diferente en la ciudad, la cual dos horas atrás de ese 1 de junio mostraba un gran color y ánimo previo a la final del torneo, todo era un ‘velorio’ ocasionado por los Tigres, esa fecha quedará marcada para Correcaminos negativamente.
Además, muchos aficionados abandonaron al equipo, pues el rumor de que se habían vendido creció con el tiempo y es que muchos jugadores se fueron a primera división de ese plantel, cosa que levantó sospechas, entre otras cosas que con el tiempo salieron a la luz como la negativa de dar premios a los jugadores de la UAT.
Marcó época negativa
Desde esa final, Correcaminos no ha podido tener nada de éxito en sus intentos por regresar a la primera división, hoy llamada Liga MX; el cuadro victorense se consolidó en el ‘infierno’ llamado ascenso, muchos torneos han pasado pero ninguno como en el Verano de 1997.
La afición abandonó y perdió la fe, aunque muchos otros siguen yendo al estadio sea cual sea el resultado; en todo este tiempo hubo un gran torneo como el de Sergio Orduña en el 2006-07 donde consiguieron récord de puntos en una temporada con 75 puntos.
Pasarán los años, habrá muchos fieles, Correcaminos llegará a liguillas y finales, pero no habrá quien falte que diga que “se venderán” o “se vendieron”, pues ese 1 de junio de 1997, marcó toda una relación negativa en torno al equipo, jugadores y directiva.