El escándalo campea en las inmediaciones del Partido Verde en Tamaulipas y pronto, muy pronto podría haber acusaciones penales, denuncias electorales y ceses fulminantes desde la CD.MX., porque aunque se lo mantienen en secreto, hoy le puedo revelar que en condiciones muy extrañas de instalaciones de dicho instituto desaparecieron miles de pesos en material de promoción, mismo que se advierte fue comercializado en Veracruz.
Así es mis queridos boes, verán que ahí huele a corrupción, hiede a transa y a complicidades entre los mandos formales y los de facto en el Verde cuerudo.
La historia comienza poco antes de la elección del pasado 5 de junio del 2016, cuando el Verde aliado con el PRI perdió hasta su mote de comparsa del tricolor, al ser vapuleados por el PAN y el hoy gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Para antes de que arrancara la campaña en Tamaulipas ya habían llegado a la Entidad miles de afiches propios de la contienda: gorras, playeras, mochilas y de más enseres de los que los candidatos regalan a los posibles votantes a la hora de los recorridos en las colonias y ejidos.
Como en el Verde nacional ya saben que en algunos estados los dirigentes son ‘largos’ por decir lo menos, desde allá les mandan propaganda en lugar de dinero para mandarla hacer, porque se embolsaban la lana.
Es así que el cargamento de material que se distribuye en todo el país es de souvenirs genéricos del Verde; es decir del que no está personalizado hacia algún candidato, son playeras con leyendas de «El Verde sí cumple» por ejemplo, que lo mismo sirven para Tamaulipas que para San Luis, Nuevo León o Veracruz.
Y resulta que el año pasado en plena campaña los candidatos del Verde se las vieron negras para poder hacer proselitismo, muy pronto les dijeron en el Comité Estatal que no había más material y que se rascaran con sus propias uñas.
Es aquí donde entra el nombre de Patricio King López, dirigente estatal del partido y el de Jesús González Macías, ‘dueño’ de la franquicia Verde desde hace muchos años en Tamaulipas, léase hombre fuerte, cacique o mandamás del mismo.
Y es que resulta que ahora, meses después de que pasó la campaña y que los candidatos sufrieron sin material, al interior del partido, ya se supo
que dicho instituto fue víctima de un robo, sí, de material electoral.
El material, las miles de playeras y mochilas del Partido Verde estaban ‘guardadas’ en una bodega de Altamira, allá por el sector de Arboledas y zaz, de pronto ya no aparecen.
El ‘robo’ está valuado más o menos en dos millones de pesos, a precio de gran mayoreo, por lo que no se trata de un asunto menor.
Saltan pues las preguntas ¿por qué se tenían ‘escondidas’ las miles de playeras y mochilas con publicidad del Verde en plena campaña y no se repartieron, si las mandaron para eso?
¿Por qué a los candidatos se les dijo que ya no había material que repartir y los dejaron andar mendigando por las calles pidiendo el voto a cambio de nada?
¿De quién es la bodega donde se ‘escondieron’ los artículos robados?, ¿qué ladrón tendría tanto tino en llegar a la bodega y sustraer decenas de cajas y paquetes con las miles de playeras y mochilas?
¿Cómo trasladarían de la bodega ese material que ocupaba cuando menos un camión de varias toneladas?.
Pero además, ¿cómo ese material fue a parar a la campaña electoral del Verde pero en el Estado de Veracruz un año después de la campaña en Tamaulipas?.
Pareciera que los que armaron ‘el robo’ sabían que la alianza PRI-Verde en Tamaulipas iba a perder y prefirieron guardar la publicidad para luego ¿venderla? en Veracruz.
¿Estamos ante un auto-robo?, es sólo especulación, pero la forma en que sucedieron las cosas nos obliga a sospechar del presidente Patricio King y del ‘dueño’ Jesús González Macías, más porque pese a la cuantía de lo robado siguen guardado el tema en secreto y no han interpuesto denuncia alguna.
¿Qué cuentas va a rendir Patricio King como dirigente y Jesús González Macías como líder ante la presidencia nacional del Verde?, ¿qué pensarán los candidatos de dicho partido que el año pasado tuvieron que gastar sus pesos y sentados para tener al menos una calca que regalar en sus recorridos?
¿Seguirán siendo King y González Macías de fiar como para que el PRI los vuelva a invitar como aliados en la elección que viene?, ¿serán estos dos de fiar como para que ahora el PAN, que detenta el poder en Tamaulipas los jale para hacer equipo?
Insisto, el escándalo está por estallar, King y González Macias van a tener que dar muchas explicaciones, porque ahora son sospechosos de auto-robo.
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