CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El Comité Directivo del PRI en Tamaulipas, no autorizó recursos ni apoyos para los priistas y sectores que viajaron a los Estados de México, Nayarit y Coahuila donde este domingo se realizarán elección a Gobernador.
Aún así, ex regidores y líderes de sectores y organizaciones del PRI en Tamaulipas, salieron de último momento a esas entidades donde se realizarán comicios, pero sin gastos oficiales, para apoyar a los candidatos que forman parte de su sector.
Por ejemplo, con el ex diputado Ramiro Ramos Salinas, actual delegado del CEN del PRI en el Estado de Nayarit, están los sectores de la CNC que encabeza Tino Sáenz y Humberto Valdez Richaud del MT, junto con una parte de sus equipos de trabajo.
A ellos, confirmó Humberto Valdez, Aída Zulema Flores Peña, presidenta interina del PRI, decidió no apoyar a ninguno de los priistas por estar convencida que el PRI podría perder la elección, aseguró.
También existen militantes del partido en el Estado de México y Coahuila, pero igual a que viajaron a Nayarit, lo hicieron con recursos propios o con ayuda del priismo local en donde hay elecciones, aunque no en todos los casos. Las invitaciones a los Estados con elecciones, incluyendo Veracruz, “es como turismo electoral, sólo para poder ver”.
Luis Enrique Rodríguez Sánchez, ex presidente del PRI en Tamaulipas, realiza un breve análisis de lo que vendrá este domingo, y advierte que, en caso que el partido pierda, entonces sí, los resultados van a ser determinantes para las elecciones del 2018.
Coahuila está más cerrado que el Estado de México, “pero más cerrado en contra de nosotros, es decir, a favor del PAN y en el Estado de México, dependerá mucho de la participación ciudadana”.
Estima que si sale arriba del 42 por ciento de gente a votar, el PRI se puede llevar una desagradable sorpresa y si el voto útil se reanima con Morena, la elección será más difícil para el PRI.
Donde existe un escenario con mayor riesgo de perder las elecciones, asegura, es en el Estado de Nayarit.
Contrario a lo que se pudiera pensar, añade, si el PRI ganará las elecciones locales, no es determinante que el partido gane en el 2018, pero si pierde, si es determinando porque, la derrota marcaría una debilidad política en el gobierno federal, se tendrían 12 gobernadores que electoralmente no serían una fuerza electoral.
“En el 2018, todo mundo se va dejar caer en contra del PRI”, advierte.




