29 diciembre, 2025

29 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Los motivos de Margarita

Laberintos del poder

A algunos les gustó, a otros los incomodó. De una u otra manera, a la mayoría los sorprendió.

La postura belicosa de Margarita Zavala contra el presidente del Partido Acción Nacional Ricardo Anaya, exhibida ayer con un profuso manejo mediático, puede ser vista desde varios ángulos, pero de ninguna manera se encuadra en una reacción visceral. Qué va.

En la percepción de su servidor, la feroz pelea abierta protagonizada por la dama contra quien se supone es su líder político nacional, es un movimiento estudiado. Casi de ajedrez.

¿Cuáles podrían ser los motivos de Margarita para subirse al ring con el dirigente y poner un pie fuera del PAN?
En mi opinión, serían dos básicamente.

El primero es que la señora sabe muy bien que es tan sólido el control que hoy detenta el güerito en las filas azules, que es mucho más probable que el ungido sea él precisamente. Y Margarita no quiere correr ese riesgo. Por eso el ataque destinado a causar fisuras en el andamiaje “anayista” y debilitar a su cabeza obligándolo a replegarse en un momento en que Ricardo la supera en simpatías al interior panista.

Y no es eso todo. También tiene claro la ex primera dama que una disputa interna para ser el candidato del PAN a la Presidencia de la República, como lo han aceptado los dos, dejaría al elegido con un desgaste terrible y con un partido fracturado en varias partes.

Se causarían heridas tan profundas uno a la otra y viceversa que los debilitaría antes de la madre de todas las batallas en el 2018.

El segundo es que se transparenta que a Zavala le empieza a estorbar el PAN y lo deja claro al pintar una raya con la estructura y amenazar con irse de él.

No le falta razón, porque Acción Nacional parece condenado a un fracaso en el 2018 en la búsqueda de Los Pinos. A querer o no y conforme a los números, ese membrete descendió ya a la tercera fuerza partidista del país, por detrás de Morena y del PRI. Cualquiera que sea su candidato, es casi seguro que naufragará ante López Obrador y quien usted quiera del tricolor, que ya se ve que conserva gran parte de su fuerza electoral, aunque en Tamaulipas no se vea.

¿Y qué podría pretender entonces Margarita?
Tal vez la idea parezca un disparate, pero Zavala podría ser una exitosa candidata independiente, sin los lastres del desprestigio azul ni la incómoda presión de los grupos que tratan de influir en la decisión panista del 2018. No tendría que pedirle permiso a nadie.

Y tiene todo la señora para hacerlo.

Por lo menos el dinero no le faltaría. La fortuna de los Calderón es incalculable, como sucede con todos los ex presidentes de México. Felipe, su marido, sabe que unos miles de millones bien valen la posibilidad de una Presidencia y tienen ambos las relaciones y red de complicidades necesarias entre políticos de ciejo cuño ahora alejados del PAN y con clanes empresariales afines, para hacer sonar con fuerza la caja registradora de las arcas electorales.

Si puede ser real o no lo anterior, Margarita tiene en sus manos un juego en el cual se beneficia de todas maneras.

Si Anaya se intimida con la advertencia de una fuga zavalista y da un paso atrás o por lo menos se detiene, Margarita gana porque debilitaría al jerarca azul. Si por otro lado el mismo Ricardo se planta y sostiene su precampaña, ella quedará como la militante que intentó salvar a su partido pero que fue obligada a abandonarlo por traicionar sus principios.

Por otra parte, si se decidiera a lanzar su candidatura independiente tendría el perfil de una mujer valiente y decidida que se atrevió a denunciar cochupos y componendas en su propia cuna partidista.
No estaría mal.

Tal vez no sea linda, tal vez no sea carismática, pero nadie puede dudar que Margarita sea inteligente…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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