CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, abrió ayer la puerta a la integración de alianzas partidistas rumbo a la elección presidencial de 2018.
De gira por esta ciudad, adelantó que en el pleno Congreso Nacional de su partido se pondrá a consideración una estrategia de alianzas de «puertas abiertas».
«No somos nadie para estar impidiendo la participación de los ciudadanos. Morena está abierta a mujeres y hombres de buena voluntad, bienvenidos de todos los partidos.
«Mañana (hoy), en el Congreso, vamos a hablar sobre la política de alianzas que se va a llevar a cabo a nivel nacional con miras a las elecciones de 2018», dijo en Ciudad Victoria.
A pregunta expresa, el tabasqueño no descartó que dicha propuesta considere establecer una alianza con el PRD, una vez que la dirigente de ese partido, Alejandra Barrales, llamó a Morena a unir fuerzas de izquierda.
«Va a ser una postura de abrir las puertas, sobre todo a los militantes de todos los partidos y a los ciudadanos independientes para luchar juntos por la transformación de México.
«Vamos a esperar a lo que se va a definir en el Congreso, no nos adelantemos, porque es una propuesta que se va a hacer al Congreso, se va a debatir y se va a aprobar o se modifica. La máxima autoridad de Morena es el Congreso Nacional y se va a tratar este asunto (las alianzas)», apuntó.
López Obrador, signó ante cerca de cinco mil simpatizantes, el “Acuerdo político por la prosperidad del pueblo y el renacimiento de México”, donde aprovechó para expresar las propuestas de su movimiento, que de triunfar en 2018, afirmó que cumpliría.
En el evento, el dos veces candidato a la presidencia de la república refrendó a la que llamó su lucha contra la corrupción y los fraudes, que a decir suyo, le han impedido al proyecto que encabeza lograr un triunfo electoral, «si no nos hubieran hecho trampa en 2006, México no estuviera padeciendo
esta crisis de inseguridad que inició Calderón y que siguió Peña Nieto, se los firmo y se los garantizo».
Manifestó que «en el Estado de México continuaremos pugnando porque se respete el triunfo de nuestra candidata y gobernadora electa, la maestra Delfina Gómez», aunque en su mismo discurso expuso que «este movimiento no es por obtener un cargo político, no es la ambición al poder por el poder, o la ambición al dinero, quien se adhiera a Morena buscando ocupar un puesto, se equivoca».
Comparó su movimiento de regeneración, con «el movimiento de independencia encabezado por dos curas, Hidalgo y Morelos, el movimiento de reforma encabezado por el mejor presidente en la historia de México, Benito Juárez García y el movimiento de la revolución, encabezado por Francisco I. Madero, apóstol de la democracia y líderes sociales como Villa y Zapata».
Recalcó que su movimiento tiene fin llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de México, «por eso estamos convocando a mujeres y hombres de buena voluntad, de todos los partidos, a ciudadanos independientes, porque la crisis de México se origina por el predominio de una mafia del poder que tienen secuestrado al gobierno y a las instituciones, que se dedican a robar, a saquear y empobrecer a nuestro pueblo». El documento fue firmado por López Obrador juntó a la secretaria general del partido, Yeidckol Polevnsky, así como miembros adherentes, simpatizantes e invitados especiales.
CRONICA
Arropan ex priistas al “Peje”
Darío Vera
Si alguien tenía dudas sobre la apertura de puertas que López Obrador ya había advertido en su partido, ayer las disipó.
“No podemos juzgar a nadie mientras siga en este mundo, todos tienen oportunidad de reivindicarse y demostrar que si actuaron de cierta manera, por fue algunas circunstancias”, exclamó el tabasqueño, cuando al mismo tiempo justo a sus espaldas, los ex priistas Felipe Garza Narváez, Eduardo Gattas y Américo Villarreal Anaya se secaron el sudor de la frente y dieron un hondo suspiro de alivio.
El conocido discurso que ha perfeccionado con el tiempo el tabasqueño, resonó entre las paredes del gimnasio multidisciplinario de la UAT, sitio hasta el que llegaron los neomorenistas desde Nuevo Laredo hasta Tampico, esos que ahora olvidaron su pasado tricolor, al ver a su partido noqueado y aún en la lona tras la derrota del 2016, así como los viudos de un PRD en una larga vía de extinción en el estado, además de organizaciones magisteriales y campesinas que se rebelaron a la tradicional fidelidad priista.
Apenas minutos después que Gattas, que no conforme con no haber dado pelea en un distrito tradicionalmente priista en el centro de Tamaulipas y donde fue vapuleado por Tere Aguilar en las elecciones del año pasado, declaró que «lo tengo muy claro, quiero ser diputado federal y por eso estoy aquí».
Pero pronto se le borró la sonrisa, porque hasta parecía que alguien le dijo al «Peje», que entre sus nuevos simpatizantes había quien sólo estaba con él en la búsqueda de vivir del pueblo, vino la respuesta a micrófono abierto: «Queremos la transformación de México, quien quiera ser regidor, diputado, si piensan que por eso es esta lucha, se equivocó de partido… no es aquí, eso se logra fácil, con ser medianamente inteligente y un poco lambiscón, con eso se obtiene un cargo»,
Más mesurados fueron Villarreal y Garza Narváez; el primero dijo que hace mucho había renunciado al PRI y el otro dijo que nada le debía a ese partido. Ambos coincidieron que analizarían llegado el tiempo y «en base a la decisión del licenciado López Obrador».
Javier Villarreal Terán se la vivió perdido. Cuando llegó entró por una puerta equivocada y ni se registró en la lista de invitados especiales o a lo mejor ni estaba; anduvo de un lado para otro y no lo invitaron a subir al escenario.
Los sureños Alfredo Pliego, Adrián Oceguera y Erasmo González fueron abucheados por la multitud cuando firmaron el pacto por la prosperidad; documento donde se comprometen a luchar «por erradicar la corrupción y buscar la felicidad del pueblo», aunque no lo lograron cuando aspiraron y ocuparon cargos públicos.
Tamboras, batucadas y sones huastecos enmarcaron el evento armado al más puro estilo priista, pues hasta al evento llegaron cerca de 40 autobuses de diversos puntos del estado.
Aunque su movimiento tiene como bandera la austeridad y evitar el despilfarro, al finalizar el evento recibió como obsequio una cuera tamaulipeca con un valor cercano a los 50 mil pesos.
