MADRID. China ha lanzado este 15 de junio su primer telescopio espacial de rayos X, el Hard X-ray Modulation Telescope (HXMT), con el fin de explorar la Vía Láctea para observar las fuentes celestes de rayos X.
El artefacto, de 2.5 toneladas de peso y denominado ‘Insight’, ha sido envíado a una órbita de 550 kilómetros, mediante un cohete Larga Marcha-4B desde la base de Jiuquan en el Desierto de Gobi, a las 11 hora local.
En comparación con los satélites astronómicos de rayos X de otros países, el HXMT cuenta con una mayor área de detección, un espectro de energía más amplio y un campo de visión más extenso, lo cual le da ventajas en la observación de agujeros negros y estrellas de neutrones que emiten rayos X brillantes, y puede explorar la galaxia de forma más eficiente, agregó.
Según Zhang, el telescopio trabajará en un amplio espectro de energía de mil a 250 mil electronvoltios, lo cual le permitirá completar muchas tareas de observación que anteriormente requerían varios satélites.
Otros satélites ya han realizado estudios celestes y han encontrado varias fuentes celestes de rayos X, las cuales, sin embargo, son a menudo variables, y los intensos destellos ocasionales se pueden perder en apenas una o dos inspecciones, indicó.
Los nuevos estudios pueden descubrir nuevas fuentes de rayos X o nuevas actividades en las fuentes ya conocidas. De esta manera, el HXMT explorará repetidamente la Vía Láctea en busca de cuerpos celestes activos y variables que emiten rayos X.
Zhang indicó que otros países han lanzado cerca de diez satélites de rayos X, los cuales, no obstante, tienen diferentes ventajas y, por lo tanto, diferentes enfoques de observación.
Con información de Excelsior.