Corría el año de 1993, y la diputada federal Laura Alicia Garza Galindo presidía la charla con un grupo de columnistas políticos en esta capital. La plática se daba sobre temas diversos, pero siempre terminábamos por escudriñar el palpitante escenario de la sucesión presidencial, ya hacia la recta final del salinismo.
Una de las preguntas recurrentes que le formulábamos a la legisladora, amiga muy cercana de Manuel Camacho Solís, era la siguiente: ¿Por qué el Presidente Salinas no ha sacado a Camacho del Distrito Federal y lo coloca en una dependencia clave del gabinete?
Laura solo sonreía ligeramente, pero al igual que nosotros, no tenía respuestas a la mano. El tiempo pasaba, y el amigo del Presidente, distinguido por sus dotes de impulsar la negociación y el diálogo con las fuerzas opositoras, y de cuidarle la piel al salinato, parecía condenado a quedarse en la jefatura política capitalina, lo que finalmente sería su refrigerador político. Su congeladora. O su ataúd sexenal.
Aunque en condiciones y tiempos diferentes, la situación por la que atraviesa, el actual Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, en el gabinete peñista, guarda cierto parecido con las circunstancias del camachismo.
Desde hace varios meses, los amigos y aliados mediáticos de Osorio Chong, han trazado análisis, que más bien resultan manuales de buenas intenciones, cuando auguran que el hidalguense, será designado como Secretario de la SEDESOL.
En la primera semana de septiembre de 2016, ante la inminente salida de José Antonio Meade de SEDESOL, para ir a la Secretaría de Hacienda, en relevo de Luis Videgaray, algunos medios dieron como un hecho, el arribo de Miguel Ángel Osorio Chong a la Secretaría de Desarrollo Social. En relevo de MAOCH en Bucareli, mediáticamente se perfilaba al ex gobernador querétano José Calzada Rovirosa.
Pero finalmente, los pronósticos en relación a que el presidente Peña Nieto le pusiera a Osorio la plataforma sucesoria de SEDESOL, resultaron fallidos. El que llegó a dicha Secretaría, considerada como un trampolín importante en materia de promoción política dentro del gabinete, fue el Subsecretario de Gobierno de la SEGOB, Luis Enrique Miranda Nava.
En el inicio del pasado mes de junio, una nueva versión cobró fuerza, en los entretelones políticos: Miguel Ángel Osorio Chong, sería designado por el
Presidente Peña, como el nuevo Secretario de SEDESOL, esta vez, en sustitución de Luis Miranda Nava, mismo que hipotéticamente, se incorporaría al gobierno estatal de Alfredo del Mazo, en Edomex.
Hoy, se sabe que nada de eso ha ocurrido. Y que las probabilidades de que José Antonio Meade o bien Aurelio Nuño obtengan la anhelada candidatura sucesoria, no son tan descabelladas, con todo y que el mejor posicionado es Osorio Chong.
Como en su tiempo ocurrió con Manuel Camacho en el Departamento del DF, hoy Miguel Ángel Osorio sigue entrampado en Gobernación. Y en consecuencia, permanece como el pararrayos del sexenio peñista. Es el encargado de apechugar todos los temas perdedores, empezando por el de la inseguridad y la violencia que azotan al país.
¿Qué ocurrirá, si el Presidente Peña se decide por alguien que no sea el actual jefe de la oficina en Bucareli? ¿Habrá rompimiento, tal y como acabaron Salinas y Camacho Solís, después de que al inicio del sexenio, eran los más grandes amigos?
Lo cierto, es que la historia nos presenta dos retratos muy parecidos: Camacho y Osorio… dos personalidades políticas… dos circunstancias gemelas en el tiempo.
Al igual que ocurrió con MC en 1994, en el 2018, sacrificarán también al hidalguense?
El Norte del 2018, está en Coahuila
Arrecia la tempestad política, en el estado de Coahuila. Si anulan las elecciones en esa entidad, lo que viene, es seguramente un triunfo del PAN, pero el fondo de este golpazo al PRI, con el visto bueno del Presidente de la república y del CEN priísta, sería franquearle el camino a Ricardo Anaya, como virtual abanderado a la Presidencia, y con serias posibilidades de llevar al PAN, de regreso a Los Pinos.
El más afectado con la anulación de los comicios coahuilenses, no sería Ochoa Reza, sino el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, pues la victoria panista, sería una corroboración del fracaso de la lucha contra el narco y de la errática estrategia implementada en ese estado, desde el bunker hidalguense de Bucareli. Otro rasgo más, que acentuaría el tropiezo del grupo Osorio, es que, una de las figuras perdedoras, (en caso de anularse la elección), sería Carolina Viggiano, esposa del gobernador Rubén Moreira, y amiga muy cercana de Laura Vargas Carrillo, cónyuge de Osorio Chong.