MOSCÚ. Investigadores de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Rusia MISIS (NUST MISIS), junto con colegas del Instituto de Física Nuclear Saha (Calcuta, la India), consiguieron sintetizar unas estables nanopartículas de oro en forma de estrellas para combatir las enfermedades oncológicas.
Las nanopartículas, económicas y no tóxicas, permitirán detectar eficazmente el cáncer en fases tempranas y eliminar puntualmente las células afectadas. Los resultados del estudio están publicados en la revista científica Chemical Communications.
Hoy en día, se usan mucho en la medicina nanomateriales plasmónicos con base en oro y plata. Las nanoestructuras plasmónicas son las que manifiestan propiedades ópticas y físicas específicas debido a la oscilación de los electrones libres dentro de ellos. La oscilación, a su vez, depende de la forma y las dimensiones de las nanopartículas.
Estas nanopartículas tienen múltiples aplicaciones biomédicas: en genómica, biosensórica, inmunoanálisis, fototerapia por láser, transporte dirigido de fármacos, ADN y antígenos, obtención de bioimágenes y monitoreo de células y tejidos.
Las moléculas superficiales de una nanopartícula de oro intensifican notablemente la señal de la dispersión combinacional, es decir, la luz del láser provoca un intenso destello de rebote. El uso de la plata en el mismo experimento no aumenta tanto el nivel de dispersión combinacional, además, este metal es más tóxico.
Son precisamente las nanopartículas de oro las que son capaces de multiplicar la señal y emitir una intensa luz, aún si la acumulación de las moléculas es muy reducida, por lo tanto, permiten detectar el cáncer en las fases más tempranas.
Sin embargo, las nanopartículas plasmónicas a base de oro tienen una importante desventaja: al ser introducidos en la sangre empiezan a aglutinarse (pegarse) debido a la alta concentración de cloruro de sodio. Los vasos terminan por obstruirse y resulta imposible transportar las nanopartículas hasta los tejidos afectados.
El transporte de las nanopartículas hasta el tumor puede realizarse de dos modos: el primero consiste en introducir directamente en el tumor un nanoclavo magnético en cuyo campo magnético se concentran las nanopartículas de oro.
Con informacion de Excelsior.