CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El 28 de septiembre de 1994, hace 23 años, fue asesinado José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI nacional y ex cuñado del presidente Carlos Salinas de Gortari. Cuando salía del hotel Casa Blanca, en calle Lafragua, en la ciudad de México, Daniel Aguilar Treviño de 28 años de edad y originario del ejido Corralejo, municipio de San Carlos, Tamaulipas, disparó contra el político guerrerense, quien tras recibir ayuda médica en el lugar, murió
una hora después en el hospital.
El trágico evento sacudió al país y colocó en la mira a Tamaulipas, pues 24 horas después del crimen, se difundió que el autor intelectual del asesinato de Ruiz Massieu, era el diputado federal Manuel Muñoz Rocha y un grupo de políticos tamaulipecos que se habrían confabulado para generar una crisis política en México, confesaron los detenidos en sus declaraciones ministeriales.
1994 fue un año trágico para el país. El 1 de enero, aparece la guerrilla en Chiapas; los indígenas se arman encabezados por un hombre encapuchado que se hizo llamar el subcomandante Marcos, que a los pocos meses se descubrió que se llamaba Sebastián Guillén Vicente y que era originario de Tampico, Tamaulipas. El 23 de marzo, en Lomas Taurinas, de Tijuana, con dos balazos, uno de ellos en la cabeza, matan al candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio, y el 28 de septiembre, privan de la vida a Ruiz Massieu quien estaba a punto de asumir el liderazgo de la Cámara de Diputados.
Desde ese momento, y viendo en retrospectiva, se inició la primer purga de la clase política en Tamaulipas, la narcopolítica empezó a infiltrarse en la estructura del poder nacional y la descomposición del Estado, y el principio del fin del PRI como partido en el poder comenzó a tomar forma. 16 años después, asesinan a un candidato a gobernador (Rodolfo Torre Cantú) y 6 años más, el PRI es echado del gobierno tras 80 años en él.
El crimen de Ruiz Massieu, desde que ocurrió cayó en un laberinto de confusiones y contradicciones, pues en los análisis posteriores y a 23 años de distancia, coloca al sistema político priista y a los actores y personajes del poder de la época como sospechosos en todo momento de haber ordenado el asesinato, aunque todas las voces y protagonistas del caso, señalan al diputado tamaulipeco Manuel Muñoz Rocha como responsable y que un día después, según testigos y la misma familia de
éste, jamás lo volvieron a ver. Algunos dicen que lo asesinaron para desaparecer el último eslabón que llevaría a los verdaderos autores del crimen, pero su cuerpo
jamás se encontró. Otros aseguran que está escondido en alguna parte del mundo, con otra identidad, pero nadie sabe realmente qué fue de él.
Las historias judiciales y extrajudiciales, posteriores al caso, involucraron a Raúl Salinas de Gortari, quien fue detenido el 28 de febrero del 2015, acusado del crimen de Ruiz Massieu, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Enfrentó 50 averiguaciones y todas las libró. En 2005 salió de prisión y en el 2013 fue exonerado de todo dejando dudas y especulaciones que en todo crimen político ocurren. En los hechos, actualmente solo cuatro personas purgan una condena por el homicidio a Ruiz Massieu, y estos son: Daniel Aguilar Treviño, autor material del crimen y quien fue detenido al momento de éste; Carlos Cantú Narváez, su cómplice, Fernando Rodríguez Gonzalez, secretario particular de Manuel Muñoz Rocha y quien se encargó de contratar al pistolero para perpetrar el crimen y su hermano Jorge Rodríguez González.
El asesinato y enredos
En su primera declaración, tras su detención, Daniel Aguilar Treviño, hombre de campo y sin estudios que vivía con sus papás en una casa de palma y adobe en el ejido Corralejo, del municipio de San Carlos, confesó haber sido contratado junto con Carlos Cantú Narváez, por Fernando Rodríguez y el hermano de éste Jorge Rodríguez para asesinar a José Francisco Ruiz Massieu, por el que recibieron un pago de 50 mil pesos.
En una semana, se detuvieron a 14 personas que quedaron sujetas a proceso y dos (Daniel Aguilar Treviño y Fernando Rodríguez) fueron sentenciados a 50 años de prisión. Fernando apeló y logró que ésta fuera disminuida a 37 años, no así Daniel que deberá cumplir la máxima sentencia. Actualmente Daniel cuenta con 51 años, y Fernando con 69 años. Ambos purgan su pena en Almoloya de Juárez, igual Jorge Rodríguez y Carlos Cantú Narváez, cómplice de Daniel Aguilar.
Tras la captura de Jorge Rodríguez González, coincidió en sus declaraciones haber contratado a Daniel Aguilar y Carlos Cantú, para ejecutar a José Francisco Ruiz
Massieu.
Jorge Rodríguez reveló que Manuel Muñoz Rocha había dado instrucciones a su hermano Fernando para eliminar a Ruiz Msssieu y evitar que éste llegara al liderato de
la Cámara de Diputados desde donde impulsaría reformas que “no le convenían al diputado Muñoz Rocha”.
En las confesiones de los implicados aparece el mantense Abraham Rubio Canales, quien entonces purgaba una pena en la cárcel de Acapulco por el delito de fraude en el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu en Guerrero.
Rubio Canales, presunto amigo de Manuel Muñoz Rocha, fue señalado por Jorge Rodríguez y Fernando de haber aportado un millón de pesos para operar y pagar la logística del crimen.
En su declaración Rubio Canales, admitió que “Manuel Muñoz Rocha se encontraba sumamente enojado con José Francisco Ruiz Massieu porque era el hombre que estaba orquestando los cambios del PRI y lo perjudicarían en el futuro”. Rubio Canales, fue trasladado al penal de Almoloya de Juárez, luego que el juez le imputó los
delitos de homicidio calificado en perjuicio de José Francisco Ruiz Massieu.
En las gruesos expedientes del caso, Jorge Rodríguez González, declaró que Manuel Muñoz Rocha tenía una lista de personajes a los que pretendía eliminar y entre los que estaban el entonces gobernador Manuel Cavazos Lerma, la diputada Laura Alicia Garza Galindo, Fernando Ortiz Arana, entre otros figuras políticas de aquel momento. Fernando Rodríguez, tras su detención también confesaría en dos ocasiones ante el Ministerio Público que en sus pláticas con Manuel Muñoz Rocha, éste le reveló que en 1993, se habrían reunido Carlos Salinas, Raúl Salinas y Adriana Salinas para eliminar a José Francisco Ruiz Massieu, quien ponía en riesgo el proyecto de la familia. Para entonces ya se había divorciado de Adriana con quien tuvieron dos hijos, una de ellas Claudia Ruiz Massieu actual Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
En el caso Ruiz Massieu, donde Muñoz Rocha aparece como protagonista y autor intelectual del crimen, se involucró a los narcotraficantes más influyentes de los años ochentas y noventas como Humberto García Abrego, quien fue arraigado e interrogado por el Ministerio Público Federal para aclarar su participación dentro del Cártel del Golfo y su presunta intervención en el asesinato de Ruiz Massieu. La hipótesis de que el narco estaba atrás del caso, se debió a que Abraham Rubio Canales, era consuegro de Raúl Valladares del Angel y lugarteniente de Juan García Abrego, hermano de Humberto García Abrego.
Fernando Rodríguez, quien además de secretario particular, era compadre de Manuel Muñoz, tras su detención afirmó también que había un grupo político de Tamaulipas que encabeza el ex gobernador y entonces senador Enrique Cárdenas González, al que pertenencía Muñoz Rocha y que pretendían desestabilizar el país con este tipo de asesinatos. En ese grupo se dijo, también estaba Manuel el “Meme” Garza González. La confesión cayó en contradicciones pues públicamente se sabía que ambos (El Meme” y Enrique Cárdenas) eran enemigos políticos.
En la entrevista que concede a Proceso en enero de 1997, Fernando Rodríguez afirma además que el tamaulipeco Hugo Andrés Araujo fue pieza clave en el crimen de Ruiz Massieu:
-”Hugo Andrés Araujo fue uno de los hombres que siempre supo del atentado. Tanto, que uno de los escenarios en que se había pensado para victimar a José Francisco eran las instalaciones de la CNC, de donde él era líder; y tanto, que Hugo Andrés Araujo y Manuel Muñoz Rocha llegaron juntos al Sanatorio Español la mañana del crimen.
“La ejecución en la CNC no fue la única posibilidad: También se pensó que Ruiz Massieu debía ser asesinado en Oaxtepec, Morelos, durante un acto campesino que encabezaría el propio Hugo Andrés Araujo. Muñoz Rocha habló de otros escenarios, aunque yo únicamente recuerdo éstos del sector campesino, porque estaban directamente relacionados con Hugo Andrés”.
¿Y dónde quedó Manuel Muñoz Rocha?
Manuel Muñoz Rocha, fue funcionario estatal y federal. Ocupó la gerencia regional de Banrural y estaba ligado políticamente al equipo y grupo de Raúl Salinas de Gortari, de quien había sido compañero en la Universidad en la Facultad de Ingeniería. Sus puestos y cargos de elección popular fueron gracias a ese padrinazgo político. Son muchas historias las que se han escrito sobre esa relación, misma que habría utilizado para abrigar entre sus aspiraciones ser gobernador de Tamaulipas.
En las conclusiones de la investigación de la PGR y de la misma familia, Muñoz Rocha no tenía amistad ni relación alguna con José Francisco Ruiz Massieu; no así con Raúl Salinas. El mismo Mario Ruiz Massieu, hermano de José Francisco, confirma en su libro “Yo Acuso”, que no había relación entre ellos, sin embargo desde su posición como Fiscal de la PGR para investigar el asesinato de su hermano, Mario mantuvo un acoso permanente hacia la familia de Muñoz Rocha.
Mario Ruiz Massieu, después de armar e integrar la averiguación y procesar a los autores del crimen de su hermano, renunció al cargo que le había entregado Carlos
Salinas de Gortari y se refugió en Estados Unidos donde fue acusado de encubrir al verdadero asesino de su hermano.
Los testimonios e indagatorias afirman que Fernando Rodríguez y Manuel Muñoz Rocha se encontraron la noche del asesinato, el 28 de septiembre de 1994, en la colonia del Valle. Ahí recibiría la indicación de huir a Francia y pagar los pendientes del operativo que acabó con la vida de Ruiz Massieu.
Fernando Rodríguez, en todo momento negó saber en dónde quedó o qué fue de su jefe y compadre Manuel Muñoz Rocha, sin embargo en enero de 1997, concedió una entrevista al reportero Álvaro Delgado de Proceso en la cual afirma que Muñoz Rocha, “a lo mejor vive…y en muy buenas condiciones”.
Una de las versiones que surgieron sobre la presencia de Muñoz Rocha después del asesinato es la del teniente coronel de apellido Chávez Ramírez, jefe de seguridad de Raúl Salinas de Gortari, quien confesaría ante la PGR que Raúl Salinas de Gortari en uno de sus ranchos había dado muerte a Manuel Muñoz a batazos y enterrado los restos ahí mismo.
En octubre de 1996, el fiscal Pablo Chapa Bezanilla, confesó que en el rancho El Encanto propiedad de Raúl Salinas, con la ayuda de una bruja y vidente apodada La Paca habían encontrado un cráneo y que presuntamente era de Manuel Muñoz Rocha. Entre excavadoras y peritos de la Procuraduría General de la República y un show mediático se dijo que sí eran del diputado tamaulipeco, pero meses después se supo que todo era una gran mentira.
Otra de las versiones es que también la noche del asesinato de José Francisco, el 28 de septiembre, Manuel Muñoz Rocha durmió en la casa de su hermana Magdalena en la casa de Coyoacán y salió el 29 por la mañana. Se le veía tenso y desmejorado.
Que vivía en Brownsville y se les escapó
En su libro “El Eslabón Perdido”, el tabasqueño Humberto Hernández Haddad, dice que siendo cónsul general en la ciudad de San Antonio, notificó a la Secretaría de Relaciones Exteriores que autoridades de Estados Unidos el 19 de octubre de 1994, habían visto a Manuel Muñoz Rocha quien acompañaba al abogado Enrique Fuentes León acusado de fraude en México y de quien se pedía su extradición.
La PGR y la cancillería dijeron en su momento que tras una investigación, el que acompañaba a Fuentes León era su vecino, un ciudadano de nombre William Franklin Gardner, sin embargo cuando tocó el turno de entrevistar al señor Gardner, éste negó tener amistad con Fuentes León.
Hernández Haddad, quien insistió en su versión de que sí era Muñoz Rocha, fue destituido del cargo por “desacato a la autoridad”. El funcionario acusó al gobierno mexicano de esconder y encubrir a Muñoz Rocha. Hernández Haddad sostiene que después del asesinato el tamaulipeco vivió en Brownsville y que cuando estuvieron a punto de detenerlo, se le escapó a la Interpol.
En entrevista publicada en esta misma edición, su hijo Manuel Muñoz Cano, afirma que la última vez que habló con su padre fue la noche del 28 de septiembre, que se
le buscó por todas partes y nunca más se supo de él. La familia cree que lo mataron, sin embargo nunca han perdido la esperanza de verlo o encontrarlo algún día.
Han pasado 23 años de aquel homicidio y aunque en prisión están los autores materiales del crimen, la danza de nombres de políticos poderosos que tuvieron el poder en esa época y que en la actualidad siguen siendo protagonistas en la vida política del país, queda la sospecha de que Manuel Muñoz Rocha fue solo una pieza que se movió desde lo más alto del sistema priista para cometer el asesinato. Solo el diputado tamaulipeco sabía la verdad, pero ésta no se supo con su desaparición o
muerte.
Lo que también es cierto es que desde entonces Tamaulipas no fue el mismo. En los análisis y reflexiones hechos a distancia, se asegura que la descomposición política y social del Estado, empezó justo hace 23 años.
23 años de búsqueda…Manuel Muñoz Cano
“Nos avasalló el sistema, fuimos sus víctimas”
“Técnicamente para la justicia, Manuel Muñoz Rocha está muerto. Sin embargo, nunca dejamos de buscar a mi padre; siempre estamos con la esperanza; siempre pidiendo a Dios que suceda ese momento de verlo otra vez. Es difícil que ocurra a pesar de que ya pasaron 23 años…”
Es Manuel Muñoz Cano el que habla y recuerda aquella etapa dura y crítica que vivió la familia. Tenía 24 años, hoy tiene 48; y aunque como dice, “mi madre, mis hermanas y yo, ya le dimos vuelta a esa página”, el dolor y el coraje de recordar cómo todo el sistema y el Estado los atropelló y los aplastó, se revive a distancia.
Manuel Muñoz Rocha, era diputado federal por el Distrito de Río Bravo y el 28 de septiembre de 1994, fue acusado de ser el autor intelectual, junto con otro grupo de tamaulipecos del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, también diputado federal y Secretario General del Comité Nacional del PRI, además ex cuñado del entonces poderoso presidente de México, Carlos Salinas de Gortari.
Manuel Muñoz Cano, hijo, fue Secretario de Desarrollo Social en el gobierno de Eugenio Hernández Flores y por circunstancias del destino tuvo la posibilidad de ser candidato sustituto de Rodolfo Torre, cuando éste fue asesinado en junio del 2010. Siempre guardó silencio sobre el tema de su padre y nunca habló por prudencia y por razones de familia, pero hoy que se cumplen 23 años de aquel episodio trágico que sacudió al país, acepta platicar de todo y de todos, “ya estamos en edad para hacerlo y sin rencores”, dice relajado lejos de Tamaulipas del que tuvo que salir en enero del 2011 cuando Egidio Torre tomó el poder y le dio las gracias a todos los “rodolfistas”.
Han sido años muy duros, pero salimos adelante, dice. Llamarse como su padre, es un orgullo, aunque admite que ha sido pesado y algunas veces hasta perjudicial. Todavía hace unos meses cuando levantó la mano para ser presidente del PRI en Tamaulipas, por llamarse Manuel Muñoz, incomodó a la dirigencia nacional tricolor y le cerraron el paso a sus aspiraciones.
El tiempo y las circunstancias lo pusieron frente a Claudia Ruiz Massieu, Secretaria General del CEN del PRI, hija del político asesinado hace 23 años y eso fue un motivo de peso para que lo vetaran, “dicen que fue ella, pero no me consta”, comenta.
Como una película de terror, donde el suspenso, la intriga, el dolor, el drama y el miedo se van entrelazando, Manuel tiene muy grabado en su mente aquel 28 de septiembre de 1994. Por la televisión, dice, nos enteramos del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. “Como ciudadanos nos impresionó la noticia, pero el impacto nos sacudió cuando en una de las habitaciones del hotel de San Fernando que era propiedad de la familia, mi madre y yo nos enteramos que Manuel Muñoz Rocha, mi padre, era señalado como autor intelectual del homicidio”.
Como si no hubiera pasado el tiempo, Manuel así lo cuenta:
“El día 29 de septiembre, mi madre y yo fuimos a Brownsville a comprar un equipo de bombeo que necesitábamos para el rancho. Al regreso llegamos al hotel de San Fernando. Ahí nos enteramos que involucraban a mi padre en ese crimen…”
-¿Cuándo fue la última vez que viste o hablaste con tu papá?.
“Yo hablé con mi señor padre, por última vez, telefónicamente, la noche del día 28. Hablamos de las tareas en el rancho y de las empresas. Yo estaba a cargo de ellas. Siempre estábamos en comunicación viendo esos temas. Fue la última vez que tuvimos noticias de él. Se le escuchaba bien. Estaba consternado como ciudadano por lo que estaba pasando, pero no más…Lo último que me encargó fue a la familia; siempre lo hacía. La versión de que estaba en Brownsville era porque mi madre y yo estuvimos ahí y se pagó el equipo comprado con un documento de él. Pero él nunca estuvo ahí, fuimos nosotros”.
“Esa noche del 29, en San Fernando, después de ver que se mencionaba a mi padre y a su secretario particular Fernando Rodríguez, tratamos de localizarlo, hablamos con los amigos, pero ya nunca más supimos de él.
“Mi madre y yo nos abrazamos y tal vez hasta lloramos esa noche y ahí supimos que nos esperaba lo peor. Mi madre desde el primer momento mostró una gran entereza y con una gran dignidad se puso al frente de la familia. Vamos a salir adelante juntos y vamos a superar esto”, nos decía.
“Ya en Victoria, estuvimos encerrados día y noche en nuestra casa, sin salir. Un mes completito. Esa situación compleja y triste nos dejó cosas positivas: Unió mucho a la familia. Fueron largas veladas y horas donde el centro de la conversación era la unidad familiar”.
“Mi mamá sola tomó el avión y se fue a la ciudad México. No se esperó a que la PGR la llamara. Ella sola fue y se presentó; dio la cara. Siempre dijo: aquí estamos con el mejor de los deseos de cooperar para que se aclare todo, pero 23 años después no hemos sabido qué pasó con mi padre. Nadie, ninguna institución oficial, ni nadie en lo particular nos ha podido responder dónde está, dónde quedó o qué pasó con él”.
-¿Cuánto tiempo lo buscaron?…¿Dónde lo buscaron?.
-”No recuerdo cuánto tiempo…fueron meses…pero sí te puedo decir una cosa…nunca lo dejamos de buscar; siempre estamos con la esperanza; siempre estamos pidiendo a Dios que suceda ese momento de verlo otra vez…Y bueno de eso ya han pasado 23 años y nada”.
-Hubo quienes dicen que lo vieron después en Estados Unidos…
-”Se han dicho tantas cosas. Que si Antonio Fuentes León lo vio en San Antonio. Que una bruja de Catemaco asegura que está arriba de un volcán; son más especulaciones que nunca, en ningún momento fueron corroboradas por ninguna institución oficial. Pero es un tema que hoy a 23 años sigue teniendo vigencia. Lo sigues sintiendo, lo sigues soñando; es tema de conversación siempre”.
Manuel Muñoz Cano, recuerda el momento más crítico del caso y cómo vivió la familia, lo enfrentó.
-”Fue muy fuerte, muy lamentable, porque después de todo lo que ya estábamos viviendo, vimos cómo todo el sistema nos pasaba por encima. Fue un sábado en la madrugada, hacía mucho frío. Era ya octubre de 1994, cuando llegan a reventar nuestro hogar. La única parte que nos quedaba y donde nos sentíamos seguros…
“Más de 20 agentes de manera abrupta, con armas largas irrumpen en la casa y siembran droga. Nos sembraron tres paquetes supuestamente de cocaína, y a partir de ese momento nos quisieron poner contra las cuerdas. Porque cuando nosotros queríamos hacer algo, de inmediato venía la amenaza de la autoridad. De manera muy cabrona a
mi mamá le dijeron:
“Señora Marcia, si usted dice o hace cualquier cosa, al que nos vamos a llevar, es a su hijo, y esa droga se la vamos a poner como si fuera de él. Y bueno como te digo, ya teníamos semanas muy difíciles, complejas. Nos congelan todas las cuentas, cerramos todas las empresas, prácticamente nos quebraron”.
-Tu papá y José Francisco Ruiz Massieu eran amigos?, se conocían?.
-”No eran amigos, tal vez se conocían por pertenecer al mismo partido, pero amigos nada…
-Pero Raúl Salinas sí era amigo…
-”Sí, la amistad de Raúl y mi papá sí existió, aunque al principio lo negó, y que al tiempo ante la propia justicia lo reconoció, pues era una relación pública que muchos conocían. Nosotros nunca tuvimos comunicación con Raúl, ni con el presidente Salinas…
-Con Abraham Rubio, de quien dicen fue el que pagó el dinero para matar a Ruiz Massieu…
-Nunca se conocieron él y mi padre. Te lo digo porque nosotros éramos amigos de los hijos de Abraham y nos constaba que no se conocían. Hubo muchas historias inventadas pues involucraron a políticos tamaulipecos que nunca tuvieron ninguna relación.
Manuel recuerda con desagrado a Mario Ruiz Massieu, hermano de José Francisco, a quien nombraron fiscal para investigar el caso.
-”De Mario, y su bola de rufianes ni viene al caso mencionarlos. Nos maltrató y nos persiguió hasta que quiso, pero no vale la pena ni mencionarlo”.
-¿Qué papel jugó el entonces gobernador Manuel Cavazos Lerma?.
-”Nada, recuerda que eran tiempos en que teníamos todo el sistema en nuestra contra. Mi padre y Cavazos además no eran los mejores amigos. Recuerda que mi padre quiso participar en la contienda por la gubernatura. Pertenecían a grupos políticos diferentes.
Dice que jamás tuvieron contacto con Daniel Aguilar y Fernando Rodríguez.
-”Nuestra prioridad siempre fue mi papá. Lo buscamos por todas partes, pero nunca nos acercamos ni con Fernando, ni con Daniel. En Victoria y en Tamaulipas siempre nos apoyó la gente, no así los de fuera. Cuando salía de Tamaulipas y daba mi nombre, de inmediato me relacionaban con mi padre y me estigmatizaron”.
-¿En qué momento termina el acoso del Estado sobre ustedes?.
-”Las amenazas continuaron durante todo lo que resto el gobierno de Carlos Salinas, hasta que cambió la administración y llegó el presidente Zedillo. El trato cambió. Fue entonces cuando decidimos darle vuelta a la página. No íbamos a estar siempre con la pena o con el llanto por la desgracia. Mi madre empezó su negocio con la comida y hasta ahora está a punto de franquiciarlo. Yo me dediqué a recuperar el patrimonio que por décadas formó mi padre y hacer empresas. Mis hermanas son exitosas en lo que hacen. Lamentablemente todos fuera de Tamaulipas. En lo personal le guardo una especial gratitud al ex gobernador Eugenio Hernández porque fue quien me dio la primera oportunidad de participar en la política y el servicio público”.
-A la distancia, ¿cómo ves aquel episodio?.
-”No, chivos expiatorios no, porque al final salimos bien librados. Nos avasalló el sistema, fuimos víctimas de él.
-”Pues fueron años de abogados, de litigios, pero al final salimos bien librados. El caso de Manuel Muñoz Rocha sigue siendo un enigma. Todavía hoy nadie nos puede decir qué pasó con mi padre. A Manuel Muñoz se le involucró…se tejieron muchas historias pero al final, cuando tú lees todo el caso en torno a Ruiz Massieu, éste se acaba o se rompe con la ausencia de Manuel Muñoz Rocha. El eslabón de esta historia y de todas las historias que se inventaron, se rompen con la ausencia de Manuel Muñoz Rocha…para la justicia, formalmente Manuel Muñoz Rocha está muerto. Hay un término legal, donde dice que murió.
-¿Guardas rencores por eso…?
-”Ver hacia atrás esas historias, te lastima y te hacen daño, por eso todos en mi familia decidimos darle la vuelta a la página y ver hacia adelante. No nos llevaría estar guardando rencores o guardando cosas…que no te lastiman el alma”.
-Quisiste ser presidente del PRI…y algunos afirmaron que te pesó tu pasado y llamarte Manuel Muñoz, ¿Estás de acuerdo?.
-”Sin duda sí. El año pasado cuando termina el proceso político en Tamaulipas, donde participé, sentí que podía servirle al PRI e hice un par de auscultamientos para ver si estaban dadas las condiciones para poder dirigir el partido en Tamaulipas, y sí te puedo decir con tristeza, lamentablemente, el hecho de llamarme Manuel Muñoz era un problema, y que todavía a la fecha se siguen tejiendo historias quien sabe cuántas sean verdades y cuantas no, de que mi nombre incomoda a ciertas personas en la Ciudad de Mexico. Inclusive yo he tratado varias ocasiones de entrevistarme con la señora Claudia Ruiz Massieu para ver si hay alguna situación contra mi persona y dejarle muy claro que a finales de septiembre de 1994, ella perdió a su padre y yo al mío. Ella tuvo una gran desgracia y nosotros tuvimos otra, en ningún momento, ni tu servidor ni nadie de mi familia tuvo nada con lo que paso hace 23 años, como ha quedado demostrado con el tiempo. Por eso tomé la decisión desde hace ya varios meses de dejar de participar en la vida partidista y hoy estamos haciendo empresa”.
-Cuanto matan a Rodolfo, también apareció tu nombre para sustituirlo, pero sucedió lo mismo…¿se te llegó a ofrecer esa posibilidad?
-”Pues mira esa es una situación del partido, yo te diría que desde el partido nunca se me dijo o se me insinuó, sin embargo si tuve el mensaje de su familia, que al final no sé si sea cierto, pero pudieron haber habido mensajeros oficiosos. Además no estaban dadas las condiciones. Recordarás que yo traía un tema de salud muy delicado. Yo me hemodializaba tres días a la semana debido a un padecimiento renal crónico, heredado también de mi padre y que inclusive tuve que ser trasplantado 40 días después del asesinato de Rodolfo. No estaban las condiciones. Si fue un tema mediático desde luego. Estar yo cerca de Rodolfo y de haber conducido los esfuerzos de su campaña, era normal que se me mencionara, pero la verdad las condiciones no estaban dadas para que eso pasara.
-Algunos creen y afirman que fue un error haberle entregado la gubernatura a Egidio, que luego que seis años entrega el poder al PAN…¿coincides con eso?.
“Mira él fue electo y al final, al tener la responsabilidad que le habían confiado los tamaulpecos, tomó las decisiones que él creyó fueron las correctas y se hizo acompañar con las gentes que él pensó iban hacer el mejor esfuerzo de sacar los compromisos que tenía Tamaulipas. En la praxis política la gente no lo vio bien. Cuando el ciudadano sale a votar por un cambio es que hay una insatisfacción. Es un tema que lo decidieron los tamaulipecos en las urnas el año pasado. Los tamaulipecos de manera contundente votaron por un cambio”.
Manuel Muñoz Cano lamenta no estar en Tamaulipas por las condiciones de inseguridad y por todas las circunstancias que se dieron en los últimos años. Hoy se dedica exitosamente a la consultoría política y trabaja con un grupo de amigos para echar andar la Fundacion para la donación de órganos, “Veremos más adelante que nos depara el destino”, concluye.
Podrían reducir su pena…Ordenan reponer proceso contra Daniel Aguilar
El pasado 12 de abril del 2017, un Tribunal Federal ordeno reponer el procedimiento contra Daniel Aguilar, quien fue sentenciado a 50 años de prisión por asesinar a Jose Francisco Ruiz Massieu el 28 de septiembre de 1994.
La resolución del Tribunal tomo esa decisión luego de afirmar que Aguilar Treviño no contó con una “defensa adecuada”, lo cual podría acelerar su libertad.
Los magistrados federales ordenaron dar vista a la Prcouraduría General de la República para que se investiguen también posibles casos de tortura contra Aguilar Treviño quien se quejó de que lo obligaron a incriminarse.
Del caso Ruiz Massieu, se detuvieron a 14 personas, a 61 los hicieron comparecer ante el Ministerio Publico y solo 4 están sentenciados: Daniel Aguilar Treviño, Carlos Cantu Narvaez, Fernando Rodriguez Gonzalez y Jorge Rodriguez Gonzalez.