CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Raphael Da Cruz, brasileño de nacimiento pero todo un victorense y Correcaminos de corazón, viajó más de 30 horas desde sus tierras, para volver a reencontrarse con la ciudad que hace poco más de un año había dejado para buscar nuevos retos en el fútbol americano de su país.
‘Rafa’ como todos los conocen en la capital tamaulipeca, tiene a la UAT en la sangre, su último torneo fue cuando llegaron a semifinales y donde compartió cancha con uno de sus tantos hermanos que hizo en Victoria.
Cruzó casi todo el continente, y es que sabía que tiene una deuda con su ‘Capi’ y con su equipo, al cual en poco tiempo le tomó cariño; decidió hacer un largo viaje, sacrificar muchas cosas, pero todo era para ver como sus compañeros, sus hermanos, dejaban todo en el campo para ahora sí, ser campeones.
“Si un viaje muy largo, de más de 30 horas, lo pensé, pero yo sabía que cada minuto del viaje, iba a valer la pena para ver esta copa que se quedaba con este equipo”, mencionó.
Gerardo Gómez dejó un legado muy grande también en él y aseguró que “todo fue para él, se pudo sentir su presencia”, expresó.
Da Cruz, se moría de ansías por estar en el campo, el brasileño vivió muy intensamente este cotejo donde gritaba, sufría, apoyaba a sus compañeros hasta para llevarles el agua, “uno como jugador quisiera haber estado adentro, pero hice lo que pude, apoyé desde fuera”, dijo.
Cada anotación de su equipo la vivió como nunca, incluso más que cuando jugaba en Correcaminos, tanto que lagrimas salieron de sus ojos al celebrar con sus compañeros, “salieron solitas, fueron muchos años de sacrificios de mis compañeros para que esta copa venga”, detalló.
Raphael no podrá olvidar nunca el día 4 de noviembre, el campeonato del equipo de sus amores, sin duda lo tendrá en su memoria junto a esos días donde fue convocado por primera vez a selección, donde pisó el campo profesional y otras fechas inolvidables para él.