DALLAS. La revista Texas Observer obtuvo, bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA por sus siglas en inglés), documentos que ofrecen nuevos detalles sobre los planes del gobierno del presidente Donald Trump para la construcción de 53 kilómetros de muro fronterizo en 15 segmentos en partes del sureste de Texas.
Los documentos revelan un sistema de calificación que la administración está utilizando para clasificar la dificultad de construcción de cada segmento, en función de la topografía y la dificultad legal de apoderarse de la tierra.
Un mapa producido en mayo pasado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU muestra planes de construir las barreras a través de tres reservas naturales, incluido el Parque Estatal Bentsen-Rio Grande, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Santa Ana y el Centro Nacional de Mariposas.
Una sección de muro de 3.6 kilómetros impactaría las funciones de una iglesia y de un cementerio, así como a numerosas casas.
Otra sección dividiría un parque de casas móviles, lo que afectaría a más de 100 propietarios, conforme el documento.
La construcción del muro que atravesaría el Refugio Nacional de Vida Silvestre Santa Ana, al sureste de McAllen, es parte de un proyecto piloto y está marcado como “fácil” porque los terrenos ya son propiedad del gobierno federal.
El tramo de muro consistiría en una pared de 5.4 metros de altura que se extendería 4.8 kilómetros a lo largo del refugio de vida Silvestre, que alberga al menos 400 especies de aves y 450 especies de plantas.
Con este tipo de construcción, sería difícil para (el refugio) Santa Ana mantenerse abierto”, explicó a la revista, Scott Nicol, copresidente del equipo de fronteras de la organización ecologista Sierra Club.
De acuerdo con los textos, el segmento de muro en la reserva natural Santa Ana costará 45 millones de dólares.
A principios de julio, la publicación texana reveló el plan del gobierno para construir el muro a través de Santa Ana; el refugio alberga tanto la rara palma Texas Sabal como al ocelote en peligro de extinción.
El tramo de muro en la reserva también incluye una “zona de aplicación de la ley” (enforcement) de 4.5 metros que correría al sur de la barrera. Esta zona incluiría una carretera para todo clima combinada con sensores de movimiento de fibra óptica subterráneos.
Con información de Excleisor.