Ocurrió el destape de una manera atípica. Para muchos sin el folklor acostumbrado. Pero finalmente, Meade ya es el candidato del sistema, y de quienes lo respalden…o de aquellos que decidan alinearse por conveniencia.
Baltazar Hinojosa Ochoa, es el tamaulipeco más destacado en el grupo que actualmente acaba de ganar la candidatura priista a la Presidencia.
Por ahora, hagamos un balance de lo sucedido:
Ciertamente la política no es una disciplina famosa por su obediencia a la lógica. Pero sus escenarios y personalidades si responden por supuesto a una lucha de contrarios, y al final de cada capítulo se puede ver muy bien quienes son los ganadores y perdedores del reacomodo.
En este caso, es imposible ignorar la influencia que tuvo el poderoso Luis Videgaray para impulsar su amigo cercano, José Antonio Meade, en el razonamiento presidencial como un personaje libre de escándalos y dueño de un perfil vinculado a los mercados. Suficientes ambas premisas, para ser el candidato del pragmatismo neoliberal.
Desde un inicio, el grupo Videgaray (del cual surge Meade) trabajó intensamente hacia el interior del gabinete, logrando una correlación de fuerzas favorable, que se expresó en una dinámica similar a la de una competencia ciclista, donde Videgaray y Meade hicieron el uno-dos. O en otras palabras: el plan A y el plan B.
Fue también Videgaray quien tumbó a Emilio Lozoya en PEMEX, para impulsar el arribo de José Antonio González Anaya, hoy convertido en el nuevo Secretario
de Hacienda. González Anaya es concuño del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Ambos son esposos de las hermanas Gabriela y Ana Paula Gerard.
Pero, la candidatura de Meade, no es producto de una vacante sucesoria, al descartarse Videgaray. Su destape surge de un proceso estructural, mientras que personajes como Osorio, Narro o el mismo Nuño, dependieron siempre de la coyuntura o de los vaivenes de la fortuna.
El ya precandidato de Los Pinos, surge de una necesidad fundacional, desde la mismísima cúspide del Estado, y de su poderoso instinto de conservación: un apremio que rebasa por primera vez al PRI, y coloca la lucha por el poder, en el centro mismo del modelo económico en vigor.
La realidad imperante, saturada de excesos y de errores (Ayotzinapas, narco, Casas Blancas y muchos más), terminaron por colocar contra la pared al actual sistema. Para defender su permanencia, urgía una figura fuerte, sin antecedentes de corrupción, pero ante todo, comprometida ideológica y pragmáticamente con los intereses del mercado global.
El deterioro del actual grupo gobernante, si bien es cierto, es acreditable al sexenio priista, en el fondo, implica un desgaste generalizado de toda la derecha política en México. Hablamos del statu quo, materializado en la alternancia PRI-PAN, durante las últimas dos décadas.
El ex secretario de Hacienda, es la figura política, más avanzada de ese prianato, expresado con nitidez, en la geopolítica del poder. JAM, no es el abanderado de un solo partido; es más bien el candidato del actual sistema económico y político.
¿Qué es lo que sigue?
Meade está obligado a ir, por todos los aliados que se puedan agrupar en torno a su proyecto, sean priistas, panistas o perredistas.
El precandidato abandera las fortalezas y los privilegios del actual sistema, pero también carga con sus debilidades y contradicciones, empezando por los mismos priistas. Habrá que disciplinarlos, por las buenas, o ..por las malas. El otro reto de Meade, son los gobernadores panistas.
La candidatura de Meade, fue creada para un solo objetivo: derrotar a Andrés Manuel López Obrador. La estrategia de su campaña, se basará en la polarización, tal y como sucedió en el estado de México.
A partir de ahora, lo deseable para el PRI y para una parte del PAN, es que el Frente de Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado, se debilite. De cuajar dicho propósito, entonces, el choque será entre Andrés Manuel y José Antonio Meade.
En este punto, volvemos al inicio: ¿Cuál va a ser el papel que va a desempeñar el tamaulipeco Baltazar Hinojosa Ochoa? ¿Quién va a ser el nuevo
dirigente nacional del PRI, ante lo que algunos consideran como la inminente salida de Enrique Ochoa Reza?
Por lo pronto el ex candidato del PRI a la gubernatura tamaulipeca, ya tiene un boleto VIP en el escenario político nacional que se avecina.




