MÉXICO. La adopción es una práctica que ayuda a combatir el comercio ilegal y desmedido de animales de compañía, y que mejora la calidad de vida de animales en situación de calle. Muchas personas están acudiendo a refugios para darle una segunda oportunidad a un pequeño animal.
Esta concientización en las personas debe hacerse de forma responsable; de otro modo, en lugar de ayudar a los perros y gatos en situación de calle, se fomenta la adquisición irresponsable de animales, que puede terminar con muchos de ellos abandonados a su suerte.
1. Costos de manutención. Hacerse cargo de la adopción de un animal conlleva una carga económica importante. Gastos como alimentos, médicos veterinarios, vacunas y adaptación del espacio para poder darle un hogar adecuado a tu compañero implican una inversión permanente a lo largo de la vida del animal. Muchas personas no consideran este aspecto tan esencial, y sólo se dan cuenta de ello cuando ya tienen a su nuevo compañero en casa. Evalúa si tienes la solvencia económica para poder hacerte cargo por completo de un perro o gato antes de acudir a un refugio o con un rescatista, y pídeles una consulta para conocer el presupuesto aproximado de su manutención.
2. Espacio adecuado. Los animales de compañía son seres que necesitan de un espacio amplio y adecuado para tener una vida óptima y, por naturaleza, también son curiosos y gustan de explorar cada rincón de su hogar. Por ello, contar con un espacio suficiente y acondicionado para sus necesidades es un aspecto muy importante. No se trata de tener una casa amplia, sino que el espacio sea adecuado para ser habitable por el gato o perro adoptado, lo cual, en ocasiones, puede representar una inversión adicional para su acondicionamiento.
3. Disponibilidad de tiempo. Los animales de compañía son seres sociables, que necesitan interacción con los humanos y pasar tiempo con sus compañeros para desarrollar una relación humano-animal saludable. Las necesidades de tiempo y contacto son diferentes para cada especie, y también varían dependiendo de la edad y carácter del animal, pero en ningún caso pueden prescindir de la presencia humana. Tanto para salir a pasear y recibir sus alimentos, como para pasar tiempo de calidad jugando o ser revisados si tienen algún padecimiento, los animales siempre van a requerir que inviertas tiempo y atención en ellos. Si tus jornadas de trabajo son largas y poco flexibles, o si te encuentras constantemente de viaje y sin posibilidad de llevar contigo a tu perro o gato, no es recomendable que adquieras el compromiso de adoptarlo.
4. Mutuo acuerdo con tu familia o compañeros de casa. Si vives en familia o con más personas en un departamento o alquiler, consulta primero con el resto de tus familiares o compañeros si están de acuerdo en aceptar un animal de compañía. Muchas veces no se toma en cuenta la disposición de otros para tener un perro o gato, lo que puede llevar a conflictos, y posteriormente, un posible abandono del animal. En el caso de que vivas solo en una vivienda en alquiler, consulta con tu casero y vecinos si existe alguna restricción o inconformidad para tener un animal contigo; si no la hay, debes comprometerte a vigilar que las actividades de tu compañero no van a perjudicar a nadie.
5. Compromiso permanente. En ocasiones, el deseo de tener un pequeño cachorro de compañero despierta la curiosidad de la gente por adoptar un animal. Sin embargo, cuando se trata de un capricho pasajero y no existe una conciencia real del alcance de esta decisión, las personas pierden el interés en mantenerlo consigo y lo abandonan o regalan, alimentando el problema de los animales en la calle o no deseados. Si te interesa adoptar un animal, debes saber que tienes el compromiso de hacerte cargo de él por el resto de su vida, y tomando en cuenta que los perros viven alrededor de 15 años, y los gatos alrededor de 20, es una relación a largo plazo. Durante todo ese tiempo debes atender sus necesidades, y si no estás seguro de mantener este compromiso por tanto tiempo, entonces debes replantearte la idea.
En resumen, una adopción implica un gran compromiso, pues se trata de una rescatar vida, de la cual tendrás que hacerte cargo en todos sus aspectos. No es un asunto que deba tomarse a la ligera, sino todo lo contrario, es una responsabilidad mayor y requiere de una concientización enorme sobre el valor de la vida de los animales. Si se logra esto, entonces se está listo para adoptar un ser vivo y disfrutar de la maravilla de convivir con estos seres.
CON INFORMACION DE PUBLIMETRO.