LO CLAROSCURO. No son ociosos los refranes populares.
“Al toro por los cuernos y al hombre por el verbo”, serían variantes de la célebre con la que hoy nos referimos a los singulares peces de nuestra historia.
Es de conocimiento general que inclusive la Constitución Mexicana tuvo modificaciones acorde a los mandatos de la ONU, donde se privilegian por encima de cualquier cosa, el respeto a los derechos humanos.
No profundizaremos más sobre los alcances, pero haremos un pequeño recuento de aquellos lenguaraces que quizá motivados por el calor de los reflectores o los desplantes de sentirse privilegiados por la diosa fortuna, arremeten en deslices que a la postre se convierten en su infortunio.
Así, comenzamos.
Fernando Castro Trenti –doctor en Ciencias Políticas- concursaba ante el electorado bajacaliforniano por la gubernatura, se refería en un debate público sobre un partido adversario (sic) “¿A qué se han dedicado? A permitir el aborto entre jotos y la despenalización del aborto”.
El diputado local de Querétaro Salvador Martínez Ortíz (2011) también le tupía “un gay o una lesbiana que aspiren a un cargo público no podrían ser congruentes con la promoción de valores, porque su preferencia sexual va en contra del derecho natural”.
El 15 de febrero del presente año, resulta elegido como presidente del sistema anticorrupción del Estado de Chihuahua y comisionado del comité ciudadano del mismo encargo, Joaquín Treviño Dávila.
Su primera declaración pública ante medios (sic) “los legisladores no se han preocupado por modernizar el sistema… ¡ah! (..) Pero sí para ver cómo le hacen para casarse entre maricones o qué sé yo”.
De los casos enunciados, el del chihuahuense tuvo un efecto inmediato. El 16 de febrero presenta su renuncia al encargo ciudadano.
Un emisario del vaticano (ex ministro) de nombre Javier Lozano Barragán, sentenció que (sic) los transexuales y homosexuales jamás entrarán en el Reino de los Cielos, pues ofende a Dios”.
Hoy su homólogo prende de nuevo el fuego fatuo.
El senador priista-panista-priista advierte en una fotografía compartida en redes sociales, sobre la postura de la mano del ex presidente del partido blanquiazul, Gustavo Madero, a quien se aprecia en una posición de su mano en la entrepierna del comensal vecino.
Sólo bastó una frase del legislador referente, para enardecer el ánimo de los navegantes de las redes.
“¡Esa mano árbitro!” dicta el twittazo de Lozano Alarcón y le ha surtido un fenomenal efecto. Como muchas de sus participaciones.
Pero no en su favor o siquiera haciendo mención a la figura en la foto de Madero.
Todas las intervenciones contrarias a la crítica del poblano vicecoordinador de campaña de José Antonio Meade.
Resulta inverosímil concederle el beneficio de la duda al senador rebelde, sabedor del efecto inmediato que causa la instigación a favor o en contra en la reconocida arena de boxeo popular, que lo conducen los mismos cibernautas.
Seguramente será un fardo sus comentarios que pesen en el ánimo de los seguidores de Meade.
Entre los más suaves, le reclaman su pobreza de expresión a quien reconocían como un buen catedrático de la libre de derecho.
Cuidado con la boca…
COLOFÓN: Un gobernador jalisciense en funciones, en la Cumbre Iberoamericana dijo en referencia a los matrimonios homosexuales “me dan asquito”. ¿Alguien ha vuelto a ver a don Emilio González?
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