1- La plaza un respiro ciudadano. Invitados por Juan Carlos Guerrero Sarre, director del CCT, el escultor Crisanto, el Mago Marloni y un servidor participamos en “Domingos Culturales” que se organizan bajo los auspicios del Gobierno del estado a través del ITCA. Respiro porque la plaza es el baluarte de las relaciones humanas y un encuentro con el arte. El arte popular que se refleja en un público abierto de jóvenes y niños que se expresan.
En el dibujo, la pintura y las artes de cartón y deshecho.
Se trata de encontrarse con los niños y los jóvenes que nos expresan sus emociones, pero sobre todo, hay una intención de que la gente que concurre a la plaza Juárez entre en contacto con los maestros de arte en Victoria, en un espacio digno y libre como lo es la plaza.
Es interesante la gran cantidad de niños inscritos y los no inscritos que se incorporan en el proceso creativo, esto es, que llaman la atención en mucho ver que los niños trabajan con pasión y buen humor. Esto se trasmite, se contamina de emociones donde los papás y mamás que los llevan proponen un camino saludable con el arte. Se agradece esta buena intención, formidable que la gente elija el sitio de alegría y salud pública que es la plaza. En una sociedad convulsa, donde la violencia se encarama, el arte es el escudo espiritual que magnifica al ser humano, y un arma eficaz de libertad y amor a la vida.
2- TIERRA DE NADIE:
Un grupo de artistas nóveles ha entrado en calor y color con el arte, convirtiéndose en expresiones emergentes en la ciudad. Desde que se constituyó, pude observar su capacidad de iniciativa y sus deseos de figurar en la vida de Victoria. Artistas de la pintura, el dibujo, el video, la fotografía, el teatro y la música se han agrupado bajo el nombre de “Tierra de Nadie”. Y le han inyectado vida a la apacible vida cultural de la ciudad.
Esto es importante, los “Tierra de Nadie”, son habitantes del sueño, y los nombro por su nombre de guerra; Udeli, Michels, Alejandra, Lorena, Sara, Freddo, Choche, Olga, Danny, entre otros artistas, confluyeron en una primera y exitosa muestra volátil de “Carne Huasteca” donde movieron sus paladares con el menú del arte. Porque el arte también se come. Mucho chavos y chavas.
