CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- 5:00 de la mañana y el sol todavía no se asoma, la luna está a todo su esplendor e ilumina las zonas oscuras de las calles de Ciudad Victoria. Comienzan a sonar las alarmas en algunas casas, es hora de despertar.
Mientras muchos gozan a esa hora del sueño más profundo, otros con la fiesta por dentro y apenas llegan a sus casas, los jugadores de Furia Azul tienen que interrumpir su descanso para levantarse e irse rumbo al 19 Aldama.
Es día de partido fuera de la ciudad -Liga Nacional Juvenil- y desde esa dirección partirán; muchos ya duchados desde antes de dormir, otros lo hacen al levantarse, para así ir más despiertos, en cuestión de minutos ya se dirigen rumbo a las inmediaciones del estadio Marte R. Gómez.
Poco a poco se acerca la hora de partida que pactaron sus entrenadores, Roberto Aguilar, Raúl Santana y Félix Gómez, conforme pasa el tiempo llegan jugadores de las tres categorías en la oscuridad de la madrugada que es un poco fresca, unos acompañados y en carro, otros solos y a pie, pero es parte de sacrificio que hacen.
Varios con sueño y muchos bostezos, con apenas una mochila donde tienen sus tachones y uniformes, otros se dan el lujo de llevar lonche, otros no les alcanzó el tiempo; todos arriban al punto de reunión.
Tan pronto el autobús llegó, todos se acercaron para subir y comenzar a acomodarse en su lugar y arrancar el camino para su destino: Tampico, lugar donde enfrentarán a Orgullo Jaibo y buscarán seguir con buen paso para continuar con su sueño e ilusión que es llegar al torneo nacional.
Ya arriba del bus, vienen los primeros problemas, “¿cuántos vienen?”, dice en tono apresurado y un tanto preocupado, Roberto Aguilar, pues sabe que muchos sin avisar y de la noche a la mañana, se bajan del barco para el viaje.
Son varios de las tres categorías que no pudieron asistir; unos ni si quiera avisaron. Es el primer dolor de cabeza, pero rápidamente, en los primeros dos asientos del autobús, Roberto y Raúl ‘Taku’ Santana, comienzan a hablar sobre los movimientos que harán.
Antes de las 6 de la mañana, ya van en camino, hay una intensa niebla a las afueras de la ciudad, pone algo inquietos a varios, que prefirieron ir atentos a la carretera que ‘echarse un sueño’. Pasaron 15 minutos de camino, la neblina desaparece, ahora sí, se quedan a gusto y duermen.
Tras una hora y media, poco a poco se asoma el sol, con ello, muchos despiertan. Varios jugadores deciden escuchar música en sus audífonos, otros tantos se meten a las redes sociales y un pequeño número simplemente disfruta el paisaje cuando poco a poco llegan a la ciudad del sur.
Ya en Tampico, se acercan al Estadio Olímpico, Roberto y ‘Taku’ comienzan a planear el duelo, “son un equipo muy directo”, “hay que ser inteligentes”, se escucha el diálogo entre los dos estrategas. Por su parte, Félix, entrenador de la categoría Sub-13, prepara a sus jugadores para que lleguen despiertos, pues serán los primeros en jugar.
Llega el autobús justo a la hora. Algo apresurados, bajan los más pequeños, pues en cuestión de media hora tendrán que disputar el primer encuentro. Después de casi cuatro horas de camino y del calentamiento de los futbolistas, comienza la jornada futbolera, ante un sol que conforme pasan los minutos empieza a calar más.
La humedad del campo se siente hasta para los que están en la banca, “yo voy a estar los tres juegos aquí, imagínate”, dice Roberto Aguilar. El partido comienza de los Sub-13. Los gritos de Félix, igual.
Con sólo un jugador de cambio se la tiene que jugar pero rápido viene la pesadilla. Se lesiona un jugador, un fuerte golpe de rodillas dejó hasta lágrimas a Luis, Félix preocupado, volteó a la banca y puso calentar a su único cambio, “dale mijo”.
Pero Luis, quien tardó alrededor de cinco minutos tendido en el césped, no quiso dejar el terreno de juego “sí voy”, tardó en tomar de nuevo confianza para pisar bien, pero lo hizo. Al medio tiempo se fueron con empate a cero, pero Atlético Victoria fue dominador, estuvo cerca de un gol pero el poste, le negó.
“Nos falta meterla mijos”, decía Félix a su pupilos. Pero recibió un balde de agua fría con un error defensivo que aprovechó bien Orgullo Jaibo; pero la respuesta llegó rápido y empataron.
Félix con el sentimiento de que pueden ganar, grita desesperado, quiere pronta respuesta de sus jugadores, aunque muy en el fondo sabe que están fundidos, el calor y la falta de más opciones de banca, los mató, pero aún así hicieron de todo para ganar, pero la contundencia no les alcanzó. En penales ganaron el extra. Agridulce fue el sabor de esos puntos.
Llega el turno para los Sub-15, ‘Taku’ cumple su último duelo de sanción, por lo que no podrá estar en la banca y tendrá que verlo desde las gradas, pero antes está con ellos y les deja las últimas indicaciones, sobre todo a los defensivos, con quienes se quedó con un par de minutos más para recibir ordenes.
El fútbol de los Sub-15 se goza, paredes, movimientos que ya se saben de memoria y muchos goles. Hasta la tribuna donde estaba la porra del equipo contrario, enmudeció. Roberto, quien se encargó de darles indicaciones, siempre con consulta a ‘Taku’ cualquier movimiento, sólo mira y dice “bien, cabrones”.
Pasan los minutos y Furia Azul lo hace ver demasiado fácil el juego. La ventaja ya es de 6-0 al medio tiempo, al descanso bajó ’Taku’ a dar iniciaciones, vamos a jugar como con (Jorge) Urbina, un rombo…”.
Todo iba bien pero por varios minutos en el segundo tiempo, se sobraron y permitieron dos goles, “tengo que cambiar, estos ya se están confiando”, tras una consulta con ‘Taku’, hace movimientos y les habla fuerte, Robert.
Nuevamente se meten al juego y sigue el festín; al final fueron 8-2. “Borrego salió endemoniado”, dijo Roberto al finalizar, pues Karim, una de los jugadores más destacados del equipo, marcó tres tantos, “ya estamos haciendo que tire más, no se animaba”.
Todos terminan algo cansados “está bien duro el sol” decían varios jugadores que tras el triunfo hasta comenzaron al bromear entre ellos. Ya eran cuatro horas de juegos, pero no terminaba aún, seguía el turno para el equipo Sub-17 quien iba a cerrar la gira por Tampico.
“No tengo ni a once de la Sub-17, voy a tener que utilizar varios de ustedes -Sub-15-, así que díganme quién está fuerte y con gas para jugar”, explicó Raúl Santana previo al duelo. Sí hubo valientes y se quedaron en la banca mientras que otros iniciaron de titulares.
El buen ambiente se vivía en la banca, Manuel Martínez fue quien hacía bromas y hacía reír hasta a Roberto Aguilar, “estás canijo”, le decía. Después hubo un altercado con un jugador rival con los miembros del banquillo, no pasó a mayores y el partido continuó, eso quedó para la anécdota de todos los que presenciaron el conato de bronca, “tuviste la culpa tú Manuel”, le decían en broma.
Los Sub-17 tenían un buen partido y contundentes; los minutos pasaban y el triunfo era inminente; dos de los chicos con más magia, entraron, les dieron minutos con los grandes, Coronado y Borrego de nuevo en acción; hicieron lo suyo.
Combinaciones entre los dos y varias jugadas individuales muy buenas, resultaron en un gol de Borrego, quien salió inspirado ese día: cuatro goles en dos cotejos, fue el más felicitado por todos.
Ya muchos de la banca y tribuna, no pensaban en el juego de sus compañeros, se escuchaba el “tengo hambre, vamos por unos mariscos”, mientras que otros ideaban ir hasta un ejido y turistear, “nombre te la bañaste Alán”, le decía Robert a su hijo después de expresar su idea.
Acabó el juego, el último de los tres; resultados positivos son los que ganaron, ocho puntos de nueve posibles. Todos felices se acercaron para una oración, cada uno con los ojos cerrados agradecieron a su Dios por los juegos, después se tomaron una foto todos juntos, como lo que son: una familia.
Es hora de partir, pero no sin antes comer, aquí viene otra serie problemática, pues por la hora, ya muchos negocios de día, empiezan a cerrar, mientras los que son de noche, aún no abren.
“¿A dónde vamos? pregunta Robert, todos dan su opinión, e insisten en sus mariscos, pero es imposible por la hora. Buscaron puestos de carnitas, a los cuales ya habían acudido en viajes previos, pero no los encontraron abiertos, “ni modo vamos a tener que ir a comprar un hot-dog”.
Pasaron de mariscos, pollo y carnitas a cosas preparadas de una famosa tienda en México, de esas que encuentras una en cada esquina y que tiene de todo. 20 minutos tardaron en comprar los más de 30 jóvenes, jugos, cacahuates, galletas, sandwich, hot-dogs, de todo compraron, en cooperación con Robert y dinero de ellos mismos.
Son casi las 6 de la tarde y salen rumbo a Victoria, el cansancio hace que no haya mucho alboroto, lo único que quieren es llegar a la capital e ir a dormir. La oscuridad de la noche invadió el camino, entre los técnicos hablaban de cosas que les han pasado en su carrera, a planear los diferentes torneos, entre otras cosas.
Los jugadores por su parte iban tranquilos, unos hasta dormidos o viendo la película Guardianes de la Bahía que puso el ‘Chofi’.
Tras otras casi 4 horas de viaje, llegaron de nuevo a donde partieron, 19 Aldama, conforme llegaban, acomodaban sus cosas para estar listos para bajar, “no olviden nada”, gritó Robert, “es que están canijos luego me andan llamando que se les olvidó algo”.
Antes de bajar Aguilar da unas palabras, “vamos a darnos un aplauso cabrones, muy bien, todos muy bien”. El viaje termina. Más de medio día juntos con un mismo objetivo, el ganar y disfrutar el buen fútbol.
Una experiencia más a la cuenta de Furia Azul, un viaje donde se realizan demasiados sacrificios de padres de familia, jugadores y cuerpo técnico, que a veces ponen de estar su dinero en diferentes gastos y sobre todo, su tiempo.
Pero todo ha valido y valdrá la pena, pues la experiencias que se llevan los niños es demasiada, además de que a muchos les ha alcanzado para llegar a fuerzas básicas de equipos de la Liga Mx como Julio Pérez, Sebastián Barrón y Miguel Zapata.
El buen ambiente que generan todos es la explicación de porque tantos éxitos, un sinfín de título locales, un buen número de estatales y nacionales, “todo vale la pena cuando ves a los niños disfrutar”.
Termina un día más para Furia Azul, pero no el trabajo. Pues esta semana seguirán con sus compromisos de Copa Tam, Copa UAT y de nueva cuenta la Liga Nacional Juvenil. No hay descanso, y siempre con el firme objetivo de llegar a destacar y poner en nombre de Tamaulipas en alto.