CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La falta de empleo ha orillado a cientos de victorenses a autoemplearse por lo que han hallado en el comercio informal una forma de vida.
También habitantes de la zona rural están viniendo a vivir a la ciudad, donde la opción para sobrevivir es convertirse en vendedor ambulantes en cruceros y libramientos.
Guillermo Jasso es propietario de una frutería ambulante que instaló en el eje vial con Avenida Las Américas; se trata de un pequeño negocio que poco a poco crece y le da dinero para mantener a su familia, su ejemplo, lo imitó su vecino Guillermo quien instaló un negocio similar a 10 metros.
“Antes vendía aguas frescas, pero poco a poco ahorré y pude poner una frutería, la cual está creciendo porque este lugar es la pasada para mucha gente”.
La mayoría de la fruta la quieren en el centro de la ciudad, sin embargo, manejan precios más económicos que las grandes tiendas, con buena calidad, con lo cual las familias compran sus productos.
Al igual que ellos, Rosario, su esposo e hijas hallaron en la venta de artesanías de origen mexiquense el sustento de cada día, por lo que viajaban por temporadas a esta ciudad y después de años decidieron quedarse a vivir aquí.
“Viajábamos muy seguido, pero por la escuela de las niñas decidimos quedarnos a vivir aquí, mi esposo se instala en la calle Michoacán para vender”, platica Rosario quien tiene más de 4 años de vender en el eje vial con Carrera.
Carlos García es otro caso parecido luego que abandonó el área rural para hallar en el comercio en Victoria una forma de sobrevivir, luego que no encontró empleo en el chapoleo, prefirió ahorrar un poco y comprar naranja para revenderla en la calle 16.
“Las compramos para revenderlas, aquí estamos hasta que se acaba, todo el día, aveces nos quedamos en la camioneta y otras en casa de un camarada”, explicó el hombre oriundo de Balconcitos del municipio de Güémez.
Tras comprar hasta 700 kilos de naranja y toronja se traslada a Victoria, hasta que logra venderlas, con la esperanza que no se les echen a perder. La temporada pasada tuve que tirar 6 cajas.
También hay quienes vienen desde el centro del país como la familia de Benito, quienes son originarios del Estado de México y este año cumplen 5 años en venir a ofrecer productos de barro a Victoria.
“Las traemos del Estado de México, somos de allá, venimos varios de una familia y nos ponemos a vender, tenemos como 5 años de hacer el traslado por temporadas”.