MÉXICO.- Mediante el uso de datos satelitales y un nuevo modelo desarrollado por la NASA, un grupo de científicos observó por primera vez las amenazas de derrumbes en cualquier parte del mundo casi en tiempo real.
El método, hecho en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, estima la posible actividad de deslizamiento generada por la lluvia. La precipitación es el disparador más extendido de deslizamientos de tierra en el mundo.
Si las condiciones debajo de la superficie de la Tierra ya son inestables, las fuertes lluvias son la última gota que hace que el lodo, rocas, ruina, o todo junto, se mueva rápido por montañas y laderas.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), explica que el modelo está diseñado para aumentar la comprensión de dónde y cuándo están presentes los riesgos por deslizamientos de tierra, y mejorar las estimaciones de los patrones a largo plazo.
“Los deslizamientos de tierra pueden causar una destrucción generalizada y muertes, pero realmente no tenemos una idea completa de dónde y cuándo pueden estar ocurriendo deslizamientos de tierra para informar la respuesta y mitigación del desastre”, indicó la coautora del estudio, Dalia Kirschbaum.
Agregó que el modelo ayuda a identificar el tiempo, ubicación y gravedad de los posibles peligros de deslizamientos casi en tiempo real a nivel mundial.
De acuerdo con la agencia espacial estadunidense, el nuevo método estima la actividad potencial de deslizamiento identificando primero las áreas con precipitaciones fuertes, persistentes y recientes.
Las proyecciones de lluvia son proveídas por un producto multisatélite realizado por la NASA a través de la misión de Medición de Precipitación Global (GPM), que ofrece estimaciones de precipitación en todo el mundo cada 30 minutos.
El modelo considera cuándo los datos de GPM exceden un umbral crítico de lluvia tomando en cuenta los últimos siete días. En lugares donde la precipitación es alta, se usa un mapa de susceptibilidad para determinar si el área es proclive a deslizamientos de tierra.
Dicho plano se desarrolla mediante cinco características que juegan un papel importante en la actividad de derrumbes, como si se han construido carreteras cercanas, si se han eliminado o incendiado árboles.
Además de si hay una falla tectónica importante cerca, si el lecho de roca local es débil y si las laderas son empinadas. Si el mapa muestra que el área con fuertes precipitaciones es vulnerable, el modelo produce una “predicción instantánea”.
El pronóstico identifica que el área tiene una probabilidad alta o moderada de deslizamiento. El modelo produce nuevas transmisiones cada 30 minutos.
La NASA destaca que el análisis científico mostró una “temporada de derrumbes” global con un pico en el número de derrumbes en julio y agosto, esto podría estar asociado con las temporadas de ciclones tropicales y monzónicos en los océanos Atlántico y Pacífico.