MÉXICO.- Puede pasarle a cualquiera, un hueso roto. Podría ser en el dedo o en la pierna, no importa donde, una fractura por lo general duele, y si no sana correctamente puede traernos repercusiones por el resto de nuestra vida.
Afortunadamente, la tecnología médica puede ayudarnos mucho cuando se trata de un hueso fracturado. No sólo se puede conocer la gravedad de la fractura (si el hueso está fuera de lugar o se rompe en múltiples pedazos), también se puede controlar el proceso de sanación a través del diagnóstico por imagen.
LOS HUESOS ROTOS TARDAN MUCHO TIEMPO EN SANAR.
Los huesos nos proporcionan forma y función, nos dan protección y una fuente sana de células madre para reemplazar las células viejas cuando llegan a su límite de funcionamiento. Existen 206 huesos en el cuerpo de un humano adulto, y cuando están sanos, son tan fuertes como el granito en el apoyo de peso.
Pero, al igual que todas las partes del cuerpo humano, los huesos no son infalibles. A veces, un golpe directo o una lesión pueden causar una fractura. Las fracturas óseas menores pueden tomar unas 6 semanas para sanar, sin embargo, una fractura más grande puede tardar 3 o 4 meses. Algunos huesos, dependiendo de dónde se encuentren o cuán dañado esté, también requieren meses de terapia física después del proceso de curación para lograr una plena recuperación.
Entonces, ¿cómo puedes ayudar a que tu hueso roto sane más rápido?
No existe una “poción mágica” que haga que tu hueso sane en la mitad del tiempo, sin embargo, aquí tienes algunos consejos para darle a tu hueso las mejores posibilidades de curación en el menor tiempo posible;
ASEGÚRATE DE QUE ESTÁS COMIENDO LA CANTIDAD CORRECTA DE CALORÍAS:
Puede que no lo parezca, pero tu cuerpo está utilizando gran cantidad de energía para reparar el hueso roto, de hecho ¡un hueso gravemente roto podría exigir hasta 6.000 calorías al día para su curación!
AUMENTA TU INGESTA DE PROTEÍNAS:
Normalmente la salud de los huesos no se asocia con las proteínas, pero cuando se trata de ayudar a curar un hueso roto, esta es un área que necesitas prestar atención. Los huesos están hechos de proteína “viva”, y privar a tu cuerpo de proteínas durante el proceso de curación se traducirá en un callo óseo blando, en lugar de la rigidez necesaria para la resistencia ósea.
TOMA SUPLEMENTOS DE CALCIO Y LISINA:
El calcio es esencial para la salud ósea, sin embargo, si tu cuerpo no obtiene los aminoácidos correctos, este no va a ser tan productivo como podría ser. La lisina es sumamente importante cuando se trata de la absorción de calcio, así que asegúrate de que la incluyes en tu dieta.
AUMENTA LOS ANTIOXIDANTES:
Este es el momento de empezar a comer alimentos ricos en antioxidantes. No solo es importante incluir antioxidantes para fomentar la salud celular, también son importantes en la reducción de la inflamación en el sitio de la ruptura. La inflamación puede continuar durante semanas después de la lesión inicial, y hasta que la inflamación no desaparezca, el proceso de curación no comenzará al 100%.
ASEGÚRATE DE OBTENER SUFICIENTES VITAMINAS Y MINERALES:
Aunque el calcio es una necesidad, los expertos indican que la mayoría de las personas son deficientes en minerales esenciales, incluso cuando están sanos. Asegúrate de obtener suficiente calcio, zinc, magnesio, cobre, fósforo y silicio. Al igual que los minerales, ciertas vitaminas pueden ayudar a que un hueso roto sane más rápido. Asegúrate de obtener suficiente vitamina K, C, B6 y D.
TEN EN CUENTA LAS AYUDAS NATURALES:
Aunque no esté aprobado por la medicina occidental, existen algunos remedios a base de hierbas para ayudar a la velocidad de la cicatrización ósea. Entre estas hierbas se encuentran el árnica, consuelda salvaje, cola de caballo, y las hojas de bardana. Consulta con un especialista antes de usar una de estas sugerencias.
EJERCICIO:
Por supuesto, hay cosas que puedes y cosas que no puedes hacer con un hueso fracturado, pero si eres capaz de moverte sin riesgo de desplazar el hueso, debes hacerlo. Estar activo promueve el flujo sanguíneo y por lo tanto acelera la curación.
¿CÓMO CUIDO EL YESO?
Muchos yesos y férulas no son impermeables, por lo tanto, es muy importante conservarlos secos. Cúbrelo con una bolsa plástica o una manga impermeable especial para tomar duchas o baños. Si el yeso se moja, es posible que pierda su resistencia y no sea capaz de conservar el hueso lesionado en su lugar. Si el yeso o la férula se moja, comuníquese inmediatamente con el médico.
En algún momento, la piel que se encuentra dentro del yeso comenzará a picar. Evita insertar objetos dentro del yeso para aliviar la picazón. Puede rasparse la piel y provocar una infección. Tampoco uses talco, cremas o aceites en el interior del yeso.
Verifica que no esté rajado. Asegúrate de revisar periódicamente el yeso para detectar que no tenga quebraduras, desgarros ni partes blandas.
No modifiques el yeso. Si bien es aceptable que los amigos y la familia decoren y firmen el yeso, no se debe retirar el revestimiento interno de algodón ni quitar partes del yeso.
Ejercita las articulaciones que no están cubiertas con el yeso (el codo, la rodilla, los dedos de la mano, los dedos del pie) para mejorar la circulación de la sangre. La sangre transporta oxígeno y nutrientes hacia los tejidos.
RECURRE A LA FISIOTERAPIA
Una vez que te hayan sacado el yeso, es posible que los músculos que rodean el hueso roto se vean secos y débiles. Si este es el caso, es necesario someterte a alguna forma de rehabilitación. El fisioterapeuta te enseñará estiramientos específicos y personalizados y ejercicios de movilización y fortalecimiento para la zona lesionada.
Por lo general, la fisioterapia requiere 2 a 3 sesiones por semana durante 4 a 8 semanas para que influya de forma positiva en la zona afectada. El fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para hacer en casa y probablemente no será necesario volver a visitarlo muchas veces.
Si es necesario, el fisioterapeuta puede estimular, contraer y fortalecer los huesos débiles a través de la electroterapia, como la estimulación muscular electrónica.
Aún después de que te hayan sacado el yeso o la férula, es posible que necesites limitar tus actividades hasta que el hueso sea lo suficientemente sólido para soportar las actividades normales.
Y recuerda:
Siempre debes asistir a las citas de control con el doctor para asegurarte de que tus huesos estén sanando adecuadamente y siempre infórmale al doctor sobre cualquier inquietud que tengas durante el proceso de recuperación.
No fumes, ya que se ha demostrado que los fumadores presentan mayores dificultades para curarse de una fractura.
La osteoporosis (enfermedad que vuelve los huesos quebradizos) aumenta considerablemente el riesgo de sufrir fracturas en las extremidades, la pelvis y la columna vertebral.
Disminuye los movimientos repetitivos debido a que pueden cansar a los músculos y poner más estrés en el hueso, lo cual provoca fracturas por estrés.