El Primer domingo después de la luna llena del equinoccio de primavera, en el hemisferio norte, variable entre el 22 de marzo y 25 de abril, se celebra la pascua desde 1513 antes de cristo, celebración que conmemora la liberación del pueblo judío de Egipto: el camino de la esclavitud a la libertad, del sufrimiento a la alegría, de la muerte a la vida.
Fecha que es coincidente con la semana santa: la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Es un tiempo que nos invita a reflexionar sobre la vida de Jesús en lo abstracto del hombre, de su acción de cambiar al mundo con amor.
El mensaje de Jesús es incómodo y nos incomoda, porque desafía al poder y provoca nuestras conciencias. Como muchos él nace pobre y frágil, como muchos de los que lloran por causa del hambre, sufre el desprecio, es perseguido por el odio, como muchos somos odiados, es lesionando su dignidad, como muchos somos lesionados, es atacado por quienes tienen el poder y el dinero como muchos somos atacados.
Hace 1985 años él emprendió la campaña más exitosa del mundo, una campaña que sigue llegando a las personas y revolucionando las conciencias y creencias, él estableció un solo dogma, un solo pensamiento “amar al prójimo como a ti mismo.”
Estos días nos invitan a imitar a Jesús todos los días, a aprender a dominarse a uno mismo y controlar nuestro instinto de querer dominar, nos invitan a ayudar, a compartir, a dar, a tener la capacidad de hablar con el corazón, sin necesidad de las palabras. Jesús transforma nuestros errores en aprendizaje enseñándonos a perdonar, transformando nuestro miedo en confianza: al ser crucificado el nace y hace que vuelva a nacer siempre la esperanza.
Nos enseña que el dolor no es malo, es una virtud que nos permite reinventarnos y valorar lo que tenemos mas allá de lo material, es en si mismo el aprendizaje para nuestra superación personal para nuestro presente y futuro, nos hace participar para ser mejores y dejarle en cada acción lo mejor de nosotros a nuestros hijos y nietos .
Enseña a actuar con afecto y amor, a atreverse a hacer lo que nadie ha hecho, para obtener lo que nadie ha obtenido y con su sacrificio en la cruz abrazar a quien tiene miedo, salvar a los desprotegidos y encuentra a los perdidos.
Promover la vocación y misión de nuestras familias en la sociedad, aprender a opinar y predicar con el ejemplo en la ayuda a los que más lo necesitan, enseñar que empezar de nuevo es una oportunidad que se nos da todos los días.
Nos muestra que como él, debemos de ser hombres y mujeres de la calle, constructores de caminos hacia una sociedad más humana y acogedora, nos enseña a ayudar a los hermanos; a vencer el egoísmo y salir de la propia comodidad, y no rendirse jamás, hacer que nuestras palabras vayan de la boca a las manos y de las manos a la acción.
Nos enseña que el cambio de la sociedad, esta en nosotros, en una palabra amable, un gesto generoso, nos enseña que la felicidad no la satisface lo que se tiene, sino lo que se da.
Del cielo: Este viernes las tiempos de las campañas electorales, mas no así las campañas en si mismas de los 4 aspirantes presidenciales solo los 2 herederos del movimiento cristero que reposo en acción nacional desafiaron los tiempos santos tanto el abanderado del “Frente por México” Ricardo Anaya, como la candidata Independiente la Ex panista Margarita Zavala desafiaron los días santos para ir en búsqueda del poder terrenal.
Y algo impensable los candidatos de lo que alguna vez fue el liberalismo y la izquierda arrancaran su campaña este domingo para respetar las tradiciones y fé del pueblo mexicano.
Esperemos que estos días de reposo y reflexión impulsen un programa que procure el bien común, garantice la seguridad, la obra e infraestructura social y tecnológica que lleve a los mexicanos a elevar sus niveles de bienestar.