La propaganda oficial irriga al país. Los ideólogos gráficos compensan contenido y forma. Irrigan a la republica porque la riegan al no equilibrar la propaganda televisada oficial con la difusión en las redes sociales. Donde los cibernautas se suben al palo encebado.
Regarla sobre surcos aparentemente novedosos, y esta lluvia de ideas de poco sirve en una sociedad reedificada y con capacidad de respuesta.
Las declaraciones de Peña Nieto con Adela Micha sobre a la construcción del nuevo aeropuerto, donde el Presidente exclama; “ de que allí están los Fondos de los Trabajadores” es una pobre salida y respuesta del Señor Presidente.
Exclamación que empina su verborrea aceitada por la glostora que tiene a los mexicanos hasta el copete.
En su perolata televisiva de que “hay algunos que ven las cosas al revés” es otra propaganda de lo inútil ante una crítica adversa y constante en las redes sociales.
Y es muy cierto en estas verdades banales que la gente las mira con periscopio, con gran angular o reculando, porque ciertamente que hay cosas que no se dicen aunque hay algunos que las vemos al revés.
1- Por ejemplo la llamada Casa Blanca.
Donde descubrimos gracias a una revista el interior de una casa que nos la dibujaba como una primorosa corrupción.
2- El Proyecto de Construcción del Ferrocarril Mexico-Queretaro. Donde hubo que pagarle a los chinos millonaria una compensación. Se supone.
3- El Socavón en la autopista a Cuernavaca.
Donde muere padre e hijo sepultados, en la autopista de primer mundo. Nada se movió, todo quedó sepultado.
Todo se guardó en la boca del secretario de comunicaciones y trasportes y del propio Presidente.
4- La desaparición de los 43 Normalistas, un caso para James Bond. Donde se realizaron decenas de estudios y sometido a la crítica nacional e internacional.
5- Las pensiones de los trabajadores invertidas en el nuevo aeropuerto. Que nadie sabía y nadie supo hasta que el propio presidente lo declara.
6- Sin duda hay personas que miran las cosas al revés.
7-El refrán de que el pez muere por propia boca. Es la oficialización de la verdad, aunque hay gente piensa al revés.