CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En el fútbol, muchos juegan, por pasión, diversión, gusto; pero hay personas que agregan otro valor importante, como el olvidar problemas, aunado al compañerismo y al compromiso de hacer bien las cosas en el terreno de juego.
El victorense Jesús Salvador Muñiz Izaguirre, uno de los muchos jugadores del fútbol amateur, que sin tener un solo centavo en la bolsa por jugar, hace cada fin de semana un viaje hasta Santa Engracia, Güémez, para realizar fútbol, aquel deporte que lo ha ayudado, no solo a distraerse de los problemas, sino para conocer amigos, formar parte de un grupo o equipo donde él se siente valorado, y que justamente es lo que lo ha distinguido entre los demás, pues actualmente es uno de los mejores mediocampistas del fútbol amateur en la capital tamaulipeca.
Con apenas 23 años de edad, con un paso en Correcaminos de la Tercera y Segunda División, “Chavita” Muñiz como es conocido entre sus amistades, empieza el camino de ser alguien en el fútbol de llano, objetivo, que es el que se traza cada vez que entra a un terreno de juego.
Su inicio
Sus padres, cuando apenas cumplía sus primeros años en vida, decidieron que ingresara a una escuelita de fútbol en la Copa UAT, donde empezó a dar sus primeros pases en el fútbol.
“Empece a jugar fútbol más que nada porque mis papás me llevaron a un equipo Colonia Gómez de la Copa UAT, duré ahí seis años después salí a jugar con los del barrio en la Colonia Tamaulipas, me invitaron a jugar al fútbol Amateur, en la América de Juárez”, inició la entrevista con Oé! Expreso.
Posteriormente, Salvador Muñiz, recibió una invitación de jugar en la fuerzas básicas de Correcaminos, donde llegó a entrenar y destacó por su talento con la pelota.
“No tenía planes de jugar fútbol, pero surge una oportunidad de jugar fútbol en las fuerzas básicas de Correcaminos y fui entrenando ahí, y pues logre tomar mayor experiencia”, señaló.
Su etapa en el fútbol profesional
“Chavita”, sin ni siquiera saber que iría a unas visorias de fútbol Correcaminos, fue a entrenar, logrando quedarse en el equipo de Tercera División y posteriormente en Segunda División.
“Me dicen que va a ver unos entrenamientos en la Unidad Deportiva, ya se estaba acabando el ciclo en la Copa UAT, estuve ahí y ahí fui jugando, pero después me di cuenta que eran pruebas, y me quedé ahí a jugar con Correcaminos”, comentó con una sonrisa para así mismo decir, “yo solo iba a jugar, no iba metalizado para hacer unas pruebas de quedarme en algún equipo”.
Al ver que, sería parte de un equipo profesional, Jesús Salvador, sintió una enorme emoción, pues el talento que tenía en sus piernas, le darían una experiencia que quedará marcada en su memoria.
“Sentí mucha felicidad, todos eran más grandes que yo, el ‘profe’ Arturo Chávez me dijo que era muy chico aún, que iba a ser difícil que jugara porque no tenía experiencia, y me mandaron a tercera, hice buenas cosas ahí”, contó.
Su etapa en la Tercera División Profesional, terminó, por lo que subió a Segunda, donde duró dos temporadas más, y finalizó su carrera futbolística profesional, pero no .
“Pasó un año, y después regrese a jugar con Correcaminos en segunda división, pero solo duré un año. Fue Una experiencia bonita, aprendí mucho del fútbol, físicamente te pones bien y vives cosas buenas”, indicó.
Lo siguiente
“Chavita” Muñiz, a pesar de que no se le dio la oportunidad de haber estado más tiempo en Correcaminos, empezó a ver su futuro, crear una familia, y seguir practicando el fútbol pero en el llano.
“Cuando estaba entrenando, quería ser llamado por el primer equipo, siento que si me falto un poco de experiencia en segunda división, si me hubiera gustado, pero no se me dio la oportunidad. Pensé que ya no se me daría el fútbol, pero después me invitaron equipos de ligas locales”, comentó.
En el fútbol de llano, para muchos, puede ser algo sin valor, pero Salvador Muñiz empezó a hacer buenas cosas, con la experiencia de ser jugador profesional y lo reflejó en las canchas de las diferentes unidades deportivas de la ciudad.
“Siempre que juego fútbol pienso en esas cosas en los problemas en el grupo, y es lo que te queda, nunca pienso en hacer gol, siempre pienso en asistir, me gusta mucho, porque me gusto hacer pases de goles, creo que eso me ayuda a ser un jugador distinguido”, señaló.
Jesús Salvador, también aclaró que para otras personas el fútbol pueden ser 22 jugadores corriendo detrás del balón, pero para él es una motivación.
“Creo es de cada quien, no es que sean 22 personas detrás de un balón, todos tienen su motivación; a mi siempre me han motivado los compañeros, me gusta mucho ayudar a los compañeros, que seamos reconocidos grupalmente”, dijo.
“Chavita”, habló que nunca ha pedido dinero por jugar, pues piensa que primero está el compromiso con su equipo, el darlo todo en la cancha.
“Aquí en victoria no me pagan, de repente solo el apoyo para la gasolina, solo un apoyo, si te invitan a un equipo, que te hagas un compromiso, el dinero está en segundo plano, primero hay que hacer bien las cosas y después solo llegan recompensas”, contó.
Lo que el fútbol le deja
Muñiz Izaguirre indicó que el hacer amistades por el fútbol, es lo que mejor le ha dado en el fútbol.
“Conocer buenas personas, que uno piensa que no vas a conocer, tomas un cariño, formas un lazo fuerte es lo que me ha dejado”.
El ex jugador de Correcaminos, habló que en el fútbol lo que lo malo que le ha dejado son solo lesiones.
“Lesiones de la rodilla, un ligamento cruzado, eso es lo malo que me ha dejado, no me ha tocado vivir momentos difíciles”, comentó.
Quiere ser reconocido
Por último, Salvador Muñiz mencionó que “en un futuro, quiero ser reconocido por la gente aquí en victoria, si me gustaría que me conocieran por que destaque en algún equipo amateur”.