Estados Unidos.- Kristen Devanna, profesora de Literatura de Long Island, Estados Unidos, que padece desde hace meses una enfermedad autoinmune denominada como “Enfermedad de Hashimoto”.
El mal hace que la mujer necesite dormir durante 19 horas al día y tras años de diagnósticos y tratamientos ha encontrado que en el ejercicio físico una posible cura para su trastorno.
Esta enfermedad es una afección que le provoca grietas en la piel, frío constante y una fatiga tan severa que necesita dormir la mayor parte del día.
Tras años sufriendo esta afección, la joven comenzó a hacer ejercicio físico y descubrió que la mantiene activa más tiempo: “Las endorfinas son la clave y me han ayudado a aumentar mi energía”.
La enfermedad de Hashimoto es una afección en la que el sistema inmunitario ataca a la tiroides, una pequeña glándula ubicada en la base del cuello debajo de la nuez de Adán.
La glándula tiroides forma parte del sistema endocrino, que produce hormonas que coordinan muchas de las funciones del cuerpo.
La inflamación producida por la enfermedad de Hashimoto, también conocida como “tiroiditis linfocítica crónica”, a menudo produce una glándula tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).
La enfermedad de Hashimoto es la causa más frecuente del hipotiroidismo en los Estados Unidos. Afecta principalmente a las mujeres de mediana edad, pero también puede presentarse en hombres y mujeres de cualquier edad y en niños.
Los médicos evalúan la función tiroidea para ayudar a detectar esta enfermedad. Su tratamiento con el reemplazo de hormona tiroidea suele ser simple y eficaz.
Síntomas
La enfermedad de Hashimoto generalmente avanza con lentitud en el transcurso de los años y causa un daño crónico en la tiroides, lo que provoca una disminución de los niveles de hormona tiroidea en la sangre. Los signos y síntomas son principalmente aquellos de una glándula tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).
Los signos y síntomas del hipotiroidismo comprenden:
• Fatiga y pereza
• Mayor sensibilidad al frío
• Estreñimiento
• Piel pálida y seca
• Rostro hinchado
• Uñas quebradizas
• Pérdida del cabello
• Aumento del tamaño de la lengua
• Aumento de peso sin causa aparente
• Dolor, sensibilidad y rigidez muscular
• Dolor y rigidez de las articulaciones
• Debilidad muscular
• Sangrado menstrual excesivo o prolongado (menorragia)
• Depresión
• Fallas de la memoria
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