Hay cinco grupos que se disputan la dirigencia nacional del albiceleste
Desconcentración generaría el desarrollo económico municipal, pero…
El apoyo que se brinda a los migrantes es harto cuestionable, pues no se da a patriotas
Jesús Nader, como prioridad, tiene concluir construcción de mercados
Según lo establecido en los estatutos del Partido Acción Nacional (PAN), en el segundo semestre del año en que hubo elecciones federales, debe renovarse su dirigencia.
No hay aún fecha precisa para el cambio. Pero el Consejo Nacional, que es el máximo órgano deliberativo, sesionará los días 4 y 5 de agosto (léase la semana próxima), para
crear la Comisión Electoral que marque los plazos y lineamientos del proceso interno.
Hasta hoy aparecen cinco grupos disputándose el revelo:
1) Los conservadores, que representan el 80% de la militancia y son quienes promueven a Marco Adame Castillo, Miguel Márquez Márquez, Francisco Búrquez Valenzuela y Héctor Larios Córdova;
2) El de Ricardo Anaya Cortés, que usufructúa todavía el control del partido, vía Damián Zepeda Vidales –aunque en unos días más usaría a Marcelo Torres Cofiño si acaso éste fuera impuesto como interino–, y va con todo a favor de sus incondicionales Marko Antonio Cortés Mendoza, Juan Carlos Romero Hicks y Ernesto Ruffo Appel;
3) Los albicelestes de Puebla, con el ex priista Rafael Moreno Valle Rosas a la cabeza;
4) La célula de Felipe Calderón Hinojosa, aunque con menos fuerza hacia el interior del membrete por la dimisión de Margarita Esther Zavala Gómez del Campo, alentado la candidatura de Roberto Gil Zuarth; y
5) La Asamblea de Gobernadores, constituida por siete mandatarios estatales, previo a celebrarse la jornada comicial del 1 de julio, que nada ha opinado al respecto, ni lo hará hasta en tanto no se definan las reglas del juego.
Algunos de los aspirantes al relevo, sin embargo se han dejado caer con todo en contra del actual dirigente interino y su ‘pastor’ el queretano, porque según ellos ambos provocaron la decadencia del partido.
Francisco Búrquez, ha dicho: “El PAN tiene un pie en la tumba si no se abre a la ciudadanía; está podrido, le está saliendo pus y huele mal… algunos se dedicaron a negociar los ‘moches’, en tanto otros efectuaban transacciones de diversos tipos… O sea, la podredumbre ya la tenemos adentro…”
Roberto Gil, cuando (en febrero) anunció su renuncia como senador de la República, dijo haber tomado esta decisión porque “mis diferencias con Anaya han sido notorias. Y tuve que elegir entre dos rutas: claudicar o dar un paso a un lado. No podía defender un proyecto en el que nunca he creído”.
Ernesto Ruffo: “Todo esto que sucedió, en razón de la corrupción, la vemos reflejada en el resultado electoral; y eso proyecta un análisis para trabajar por una continua superación nacional… Debemos proponer qué hacer para continuar llevando nuestra bandera (partidista)…”
Ésas críticas en contra de los dos no les han hecho mella al todavía dirigente interino ni a su ‘titiritero’, porque Damián seguiría al frente de la organización, hasta que rinda protesta como senador plurinominal –1 de septiembre–, aunque quizás en agosto 28, presumiblemente, dé inicio el proceso electivo.
Y por lo que se observa, éste sería de pronóstico reservado.
Más cuando atrás del queretano se avista la ‘mano negra’ de Carlos Salinas de Gortari, para utilizar al membrete en contra de su sempiterno enemigo, Andrés Manuel López
Obrador.
Prueba de ello es el pronunciamiento del diputado Marko Cortés –el aún coordinador de la fracción albiceleste–, a favor del Instituto Nacional Electoral (INE) por la infracción aplicada a Morena por un presunto delito fraudulento que corresponde dictaminarlo al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Tenga o no razón, el legislador magnifica el acontecimiento, porque, así, cree hacer méritos para suceder en el cargo al mentado ‘Cerillo’ y al mismo tiempo convencer al ‘Innombrable’ de ser ‘su soldado más fiel’ en el membrete albiceleste.
De cualquier forma la sucesión partidista sacará mucha más mugre, en lo interno.
A menos que los mandatarios integrados en la AGAN sean capaces de evitarlo, impidiéndole a Ricardo que siga ostentado (tras bambalinas) el poder del PAN.
En fin, hay que esperar la convocatoria para saber hacia donde será inclinada la balanza por parte de los gobernadores.
Desconcentración
La redistribución de la estructura gubernamental federal, busca impactar económicamente en las 32 entidades del país, considerando que incluso la Ciudad de México dejaría de
ser la sede del Poder Ejecutivo y por eso mismo ya adopta igual tesitura con la descentralización propuesta por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Pero detonaría principalmente en los municipios, al ser ahí donde habrán de asentarse las dependencias, cuya burocracia le demandaría al Gobierno Federal viviendas, servicios
públicos, transporte y espacios de esparcimiento, cuando menos.
Mucho se ha especulado en torno a la viabilidad del proyecto y de sus consecuencias de desintegración o integración social –aunque debemos considerar que para concretarlo totalmente, se llevaría, por lo menos, un lustro–, porque tampoco nadie ha explicado cabalmente la oferta.
Aquí en Tamaulipas observo a la burocracia inquieta. Y con sobrada razón, porque el proyecto, aunque para nada luce atentatorio para ésta (pese a la extinción de delegaciones) y va dirigido, simple y llanamente a adelgazar el gasto de mandos superiores, aniquilar asesorías, aviadores y toda una caterva de vividores, no les ha sido explicado a fondo
por los virtuales jerarcas a instalarse en el poder el 1 de diciembre próximo.
En fin, para no desviarme del tema central, la desconcentración (del aparato burocrático federal), de darse en tiempo y forma, repercutiría (en buen sentido) en las 32 municipalidades y obviamente en las economías estatales.
Así lo discurro, porque ningún caso tiene la centralización del Poder Ejecutivo Federal –por ejemplo, las secretarías de Marina y Pesca, nada le aportan a la Ciudad de México que ni mar tiene; ni tampoco las que se ocupan de asuntos agrícolas o ganaderos, pues en el otrora DF, ‘brotan’ sólo miles de ‘bueyes’ en cada esquina–, cuando hay dependencias que deben estar en los territorios donde más se requiere su presencia.
Uno de los aciertos de Andrés Manuel López Obrador es reubicar la Dirección de Aduanas en Tamaulipas –concretamente en Nuevo Laredo–, por ser el paso fronterizo más importante de México, aunque, por cada peso que aquí se recauda, sólo se le reintegren al estado diez centavos, mientras noventa van a parar a otras entidades con menos recaudación.
Otro enviar a la Secretaría de Turismo a Chetumal (Quintana Roo) a fin de seguir impulsando la actividad en aquél estado, donde aún no han sido aprovechados sus potenciales –con todo y los desarrollos de ‘Playa del Carmen’, ‘Cancún’, ‘Isla Mujeres’, ‘Cozumel’, etcétera–, y menos aún hecho justicia social a sus habitantes.
Uno más, es que Petróleos Mexicanos (Pemex) cambie su sede allá en Ciudad del Carmen (Campeche) para, desde ahí, mantener el control en el Golfo de México sobre exploración y explotación de combustibles.
En Tuxtla Gutiérrez (la capital de Chiapas), se instalaría la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por ser el estado (por sus hidroeléctricas) la fuente generadora de mayor importancia en el país.
Economía sería reubicada en Monterrey (Nuevo León) –por radicar, ahí, capitales importantes–, aunque lo más cuestionable, en el proyecto descentralizador, es porque resulta siempre atentatorio a su interés toda intención de compartir beneficios por su costumbre de mamar y darle de topes a la ubre al mismo tiempo, por lo que el ‘Peje’ haría mal si confiara de más en los grupos económicos que tienen la obsesión de acabarlo.
Ganadería, que todavía forma parte de la Sagarpa irá a Guadalajara cuando otros estados aparecen como los mejores productores de carnes en el país.
Esto sí me parece un yerro, aunque el tabasqueño tiene su razón.
Agricultura, sería reubicada en Ciudad Obregón (Sonora), donde los pueblos yaqui y mayo han puesto, ponen, el ejemplo por su producción y con el sudor de su frente, por lo que les asiste el derecho de reclamar mejor atención.
El resto de la descentralización, conlleva también a la cercanía de la autoridad pública con el pueblo.
Y observo que el mentado ‘Peje’, en su táctica de liderar un cuarto y efectivo movimiento social, sin armas, va con todo.
En fin, esperemos que cumpla.
Migrantes
El apoyo a los indocumentados asentados en la frontera norte de México debe involucrar a todos. No sólo a quienes han sido deportados, pues hay emigrantes que aún no cruzan el río Bravo pero sufren vicisitudes tan graves como las padecidas por otros sí repatriados.
Por otra parte, hay que considerar que cuando menos en México la migración es un fenómeno poblacional que consiste en abandonar (prácticame≠nte) el lugar de origen para establecerse en otra región –en el mismo país o en el extranjero–, regularmente por causas económicas o sociales, que van desde la pobreza, falta de empleo, la codicia de una riqueza inmediata o bien la disfunción para integrarse a la sociedad local.
A partir de esa premisa, quienes dejan a su tierra y a su gente para ir en busca de otros horizontes adquieren la calidad de emigrantes, pero en su andar son calificados como inmigrantes al pretender establecerse en un lugar ajeno a sus costumbres.
Refiero el hecho porque hasta hoy los especialistas en la materia y el mismo Gobierno Federal muestran clara incapacidad para enfrentar el problema, que ahora sacan a flote simple y llanamente para justificar su incapacidad de atender la expulsión de migrantes ordenada por Donald John Trump.
Es más, hasta el lujo se dan de publicitar cualquier estadística que no levantan ni les consta, pues así conviene a su pretensión de alcanzar una popularidad también harto cuestionable.
Lo que en verdad ocurre, es que el tema de los inmigrantes ni razón tiene de causar tanto revuelo, pues los compatriotas aquí (en México) nacidos que por su propia voluntad decidieron marcharse del país sin importarles abandonar hijos, mujeres y padres –menos la República Mexicana–, son los menos y en lo personal resultan generalmente hasta apátridas, al buscar ser considerados residentes y/o ciudadanos estadounidenses, cuando no fueron capaces en su propia casa, de pujar y empujar por un futuro más promisorio, ya que más los atraen los reflectores del llamado primer mundo.
Quienes habitamos de este lado de la frontera, y somos productivos y rehusamos ser atrapados por el ‘sueño americano’, labrando la tierra y haciendo surcos empapados de sudor
porque igual le apostamos a una vida más decorosa, ni siquiera pensamos en abandonar nuestra Patria, donde con todo y los vaivenes económicos e inseguridad subsistimos sin ser presa del yugo opresor.
En fin, el tema da para esto y mucho más.
Pero sí quiero dejar en claro que cuando un hombre busca sólo la comodidad y es incapaz de luchar codo a codo con su gente, emigrando de su tierra para buscar en otras latitudes del extranjero lo que por derecho y/o esfuerzo propio no es capaz de lograr en su lugar de origen, tampoco debiera reclamar privilegios al país que abandona.
Y menos allá en el extranjero donde tanto se desprecia y explota a los connacionales.
Por desgracia, en una actitud populista, el Gobierno Federal ofrece a los deportados más facilidades de supervivencia que a los mexicanos que siguen jugándosela por su país.
Están, como ejemplo, los repatriados que con apoyo gubernamental emprendieron negocios donde ganan tanto o más que en su estancia en los Estados Unidos de Norteamérica, tras ser deportados, mientras a los connacionales se les niega todo.
¿Y es así como avanza un país?
Por eso y más el reclamo crece y aumenta contra los que se fueron y hoy regresan victoriosos.
Tampico
Hace aproximadamente dos años con nueve meses, se puso en marcha la construcción de los nuevos mercados municipales de Tampico.
En aquél entonces, Manuel Rodríguez Morales, quien era secretario de Obras Públicas del Gobierno estatal, afirmó que la obra se entregaría en 10 meses.
Y de esa fecha prometida ya han transcurrido casi dos años sin que se adviertan avances significativos.
De entrada se invirtieron, aparentemente 535 millones de pesos –en la alcaldía despachaba Gustavo Adolfo Torres Salinas y era responsable de la obra–, “sólo para erigir al ‘Hidalgo’ y ‘Juárez’, pues el gasto para el ‘Madero’, aún no se estima”, diría en su momento el funcionario estatal.
Pero el dinero no le alcanzó al munícipe supuestamente por desviar parte del recurso –¿o no habérselo entregado completo Rodríguez?–, ni a su sucesora (Magdalena Peraza Guerra) –a quien también señalan de estar en el ‘enjuague’, mediante denuncias formales interpuestas por tal ilícito–, así que la obra está prácticamente parada.
Enterado del problema ocasionado por la rapiña de sus an tecesores el presidente municipal electo, Jesús Antonio Nader Nasrallah, se ofrece a impulsar la terminación de los trabajos este mismo año; y, en dos más, la construcción del mercado ‘Francisco I. Madero’, asumiendo como una prioridad de su administración el asunto de los mercados, que, desde 90 años (nueve décadas, o sea desde 1928), han sido el principal centro de consumo para la población de la zona conurbada del sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz.
E-m@il
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