20 abril, 2025

20 abril, 2025

Los Cedillo: su presencia en Tamaulipas

Los hermanos Cedillo  fueron leales a  Alberto y Francisco Carrera Torres; eran hombres de a caballo, vestidos a la usanza charra que combatieron tenazmente durante la revolución en la frontera de Tamaulipas y San Luis Potosí

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La historia poco recuerda a Magdaleno Cedillo, pues al ser su hermano Saturnino Cedillo el único de la estirpe en terminar con vida la revolución mexicana y convertirse en pieza importante del México postrevolucionario, eclipsó totalmente la figura del verdadero líder de esos hermanos maicenses que operaron en el cuarto distrito y en el sur tamaulipeco.

La familia Cedillo Martínez vivía en un rancho llamado Palomas, en el municipio de Ciudad del Maíz, San Luis Potosí. El jefe de la familia era don Je. Amador Cedillo, quien se dedicaba al comercio y a la arriería, siendo un gran conocedor de los caminos de la huasteca tamaulipeca que conducían desde San Luis Potosí al puerto de Tampico. Estaba casado con doña Pantaleona Martínez Tovar, con quien procrearía seis hijos: Homobono, Magdaleno, Saturnino, Cleofás, Higinia, Celia y Elena Cedillo Martínez. 

Magdaleno Cedillo: el líder del clan
Nació en Palomas en 1887, desde muy niño ayudó a su padre en los negocios familiares, formando un lazo muy unido junto a sus hermanos.

El vaivén revolucionario alcanzó a los Cedillo tiempo después, pues en 1910 se mantuvieron al parecer neutrales. Fue hasta en tiempos del presidente Madero, cuando se levantan en armas, en su contra, y en pro de Pascual Orozco.

El 17 de noviembre de 1912, en compañía de sus hermanos Cleofas y Saturnino, Magdaleno asaltó Ciudad del Maíz con un contingente de 150 hombres. 

En enero de 1913, los tres hermanos Cedillo atacaron en la estación de Las Tablas al tren procedente de Tampico y se apoderaron de 800,000 pesos que pertenecían al gobierno.
Después del golpe de estado de Victoriano Huerta, Magdaleno reconoció al gobierno golpista y el 21 de febrero de 1913, con su hermano Cleofas, tomó Río Verde y la estación de San Bartolo.

En marzo del mismo año desconocen a Huerta y se unen a las tropas de Alberto Carrera Torres. Durante la etapa constitucionalista de la Revolución, sirven en la División del Centro comandada por el general  Jesús Carranza.

El 28 de diciembre de 1913, son derrotados por los federales en San Francisco, Río Verde; a sus órdenes había alrededor de 800 hombres. 

A la caída de Huerta, junto a Alberto Carrera Torres, entró a San Luis Potosí con la División del Centro. En septiembre de 1914, fue coronel de esta columna y, en noviembre del mismo año, se le ascendió a general. 

Por orden del general Jesús Carranza, marchó con sus hermanos de San Luis Potosí hacia los estados del sureste. 

A raíz de la Convención de Aguascalientes, en la que estuvo representado por el teniente coronel Manuel García Vigil, el Primer Jefe dispuso que las fuerzas de los Cedillo y de Carrera Torres se incorporasen a las del general Pablo González, quien estaba acuartelado en Querétaro, pero desobedecieron y se pasaron a las filas de Francisco Villa, que ya había desconocido la jefatura de Carranza. 

En diciembre de 1914 sufrieron la pérdida de su hermano Cleofas Cedillo, muerto en el primer combate de Ébano. En abril de 1915 junto a Pancho Villa pelearían en los combates de Celaya, Guanajuato.

En junio de 1916, Magdaleno quiso cooperar en la defensa nacional ante la invasión de las tropas norteamericanas, proponiendo un arreglo con la Comandancia Militar de San Luis Potosí en Puerto Negro, cerca de Tablas, pero como no llevó a cabo su rendición, no se efectuó dicho arreglo. 

A principios de 1917 el general Manuel C. Lárraga le causo muchos problemas en la huasteca y en altiplano tamaulipeco. Aun así, el 29 de junio atacaron la guarnición de Llera. Ante eso, los americanos de Ocampo temían por los 4,000 acres de maíz que habían sembrado. El general Miguel Acosta los alcanzo dos días después, quitándoles el botín.

Se veía que la campaña contra Magdaleno Cedillo no iba bien, los efectivos comprometidos para combatirlo no eran suficientes. El gobierno decidió preparar un gran golpe enviando a Manuel M. Diéguez. El 25 de septiembre fue nombrado Jefe de Operaciones Militares en Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y el sur de Tamaulipas y Nuevo León, el norte de Hidalgo y Veracruz y el extremo norte de Puebla. Una superjefatura con derecho a traspasar fronteras sin consultar a la superioridad que recibió el nombre de Jefatura de Oriente.

En octubre de 1917, el general Diéguez comisionó al general José Rentería Luviano para tomar Ciudad del Maíz, que estaba en manos de Magdaleno y Saturnino Cedillo; en esta operación participaron dos militares ex cedillistas: el coronel Miguel Z. Martínez y el general Enrique Salas; comenzando la batalla por su base de operaciones el 19 de octubre de ese año, los Cedillo huyeron hacia la sierra y se refugiaron en el cerro de Montebello.

Diéguez había establecido su cuartel general en Tablas, 45 kilómetros al sur de Ciudad del Maíz. La víspera de su llegada, los hombres de Magdaleno habían asaltado Ocampo, Tamaulipas y habían matado a 200 soldados y a muchos civiles.

Miguel Z. Martínez era conocedor de la región y eso lo sabía Diéguez, por lo que junto con el coronel Enrique Salas fueron los comisionados para caerle al lobo en su madriguera. El 2 de noviembre se preparó el ataque a la Hacienda de Montebello. El 3 de noviembre, la columna carrancista se topó con los cedillistas en el cerro del Piñonal, entablándose un pequeño combate, el cual se prolongó hasta el anochecer. Es en ese combate donde cae  herido  de muerte Magdaleno Cedillo Martínez.

El jefe de los Cedillo fue recogido por los carrancistas y trasladado gravemente herido a San Luis por Rentería Luviano, pero no alcanzó a llegar a esa ciudad, ya que murió en el camino el 4 de noviembre de 1917, según certificó un doctor de apellido Cardona.

El Gobernador Juan Barragán dispuso que se embalsamara el cadáver y fuese enviado a la capital del estado; como en Ciudad del Maíz no había elementos necesarios para su embalsamamiento, se limitaron a abrir el estómago para introducirle sal y cal. Su cuerpo se colocó en un ataúd de madera donado por Victoriano Reina, cura del lugar, que resultó pequeño para la talla de Magdaleno; ante la premura para alcanzar el tren que pasaba por la estación Las Tablas, el temor de que se acabara de descomponer el cadáver, los encargados de la maniobra le cortaron las piernas de la rodilla para abajo y metieron los miembros amputados en la misma caja; de ese modo llegó a la ciudad de San Luis
Potosí, donde dispuso el general Diéguez que fuera exhibido en el atrio de la Catedral para que se pudieran enterar todos los rebeldes cedillistas de la muerte de su jefe.

Años después, su hermano Saturnino les mandaría hacer una placa en la tumba familiar a sus hermanos Magdaleno y Cleofás, cuyo epitafio dice:
“Un ángel vela en silencio la sacrosanta memoria de los generales Magdaleno y Cleofás Cedillo. Muerto el primero el día 3 de noviembre de 1917, a la edad de 32 años y el segundo el día 31 de diciembre de 1914 a la edad de 23 años. Ambos cayeron heroicamente, derramando su sangre generosa por redimir a los esclavos, buscando una patria mejor, consagrando con sus hechos las palabras del gran Ocampo, “quebrarse, pero no rendirse.” Que las generaciones venideras se descubran ante sus tumbas, como se descubren sus compañeros de armas, que guardan para siempre, admiración y respeto. Sus familiares y amigos con el alma henchida de cariño les dedican este recuerdo.”

Saturnino Cedillo: el sobreviviente de la dinastía 
En 1920 junto con Francisco Carrera Torres se amnistió y poco a poco se metió al pequeño círculo de poder nacional. En 1924, al desconocer más de la mitad del ejercito al presidente Obregón y estallar la revolución “delahuertista”, él se mantuvo leal, lo que le valió el reconocimiento del sonorense y de Plutarco Elías Calles, quien le dio más poder, con el cual fue pieza clave para derrotar en 1928 la rebelión del general Escobar y en 1929 la de los cristeros. 

Gobernador de San Luis Potosí, se convirtió en cacique de esa entidad, siendo pieza clave para la creación de colonias agrícolas militares en San Luis y Tamaulipas, y de que se iniciara la construcción en esos años, de la carretera San Luis-Antiguo Morelos-Tampico, la cual pasaría por su natal Ciudad del Maíz, población que había sido rebautizada como ciudad “Magdaleno Cedillo”. 

Saturnino Cedillo fue el verdadero precursor de la CNC, no Graciano Sánchez como la historia oficial lo quiso hacer ver, pero al sublevarse en 1938 contra el presidente Cárdenas y ser ultimado en enero de 1939, fue borrado totalmente de la lista de precursores de esa importante organización campesina del siglo XX.

marvin-huerta@hotmail.com

El dato

No debieron apellidarse Cedillo
Por estudios genealógicos sobre los hermanos Cedillo, sabemos que don Je. Amador Cedillo, padre de Magdaleno y Saturnino, fue hijo natural de doña Ma. Cleta Cedillo y que nació el 30 de abril de 1859 en el rancho El Farol, siendo bautizado por su madre el 3 de mayo del mismo año, en la parroquia de San Francisco de Pozos, San Luis Potosí.

El nombre completo de la abuela paterna de los generales Cedillo, fue el de Ma. Cleta Marcelina Cedillo Calderón, bautizada el 27 de abril de 1835 en la parroquia de San Francisco de Pozos, San Luis Potosí. Esta mujer fue hija de don José Miguel Cedillo y de doña Ma. Regina Calderón, bisabuelos paternos de los famosos revolucionarios.


Magdaleno Cedillo y su espado mayor


Palomas se ubica a pocos kilómetros de Tula


Magdaleno Cedillo, en vida


Cadáver de Magdaleno Cedillo


Cleofas Cedillo murió en Ébano, en 1914


Rentería Luviano cercó a Magdaleno en 1917


Saturnino Cedillo sobrevivió a la revolución


La Tumba de los Cedillo

Facebook
Twitter
WhatsApp