Una semana después de que la estructura del gobierno estatal volvió de vacaciones, regresaron también los rumores sobre supuestos cambios en el gabinete estatal, versiones van y vienen, pero nada oficial, aunque hay quienes se curan en salud.
Así es mis queridos boes, los opinadores de las columnas tienen nominado a Héctor Escobar, el Secretario de Educación, quien ha estado en el ojo del huracán por meses y sobre quien además hay opiniones nada favorables incluso de sus completos de gabinete.
Y es que Escobar, uno de los más jóvenes del gabinete, tal vez el Secretario de menor edad, ha dado la nota mala entre otras cosas por las fallas en el sistema de pago a los maestros, lo que incluso le ha costado marchas y protestas.
El caso es que ayer cuando los periodistas de Victoria le cuestionaban sobre las versiones que lo ubican fuera del gabinete se hizo el sorprendido, mientras aseguraba que no hay nada de eso y que está trabajando como de costumbre.
“Estamos aquí trabajando, cuando haya algo que informar se los diremos”, repitió el Secretario favorito en la lista de los cambios que los rumorólogos rumien en los cafés de la capital.
Pero no es nueva la versión de que Escobar ya se va, desde mediados del año pasado ya se especulaba sobre su salida, especie que se reforzó cuando en al menos un evento se le impidió el paso por llegar tarde.
Un día me comentó otro Secretario que en una reunión con la titular de obras públicas para ver proyectos importantes, el único que no llevaba propuestas era Escobar, lo que le costó una llamada de atención del mero jefe delante de todos.
Esa vez, el joven secretario se confesó inocente, que porque creía que los proyectos los tenía que presentar el Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Educativa, pero le hicieron saber que estaba equivocado.
El caso es que ahí sigue y por lo que ayer dijo a él nadie le ha dicho que ya se va, entonces seguramente pues no se va, a menos que en los próximos días le digan pues.
Con Escobar dicen los que aseguran que saben, que puede irse gente de la Secretaría de Salud, de hecho la titular Gloria Molina es también uno de los nombres que se maneja con más frecuencia, aunque hasta donde puedo ver goza de la confianza del jefe del ejecutivo, aunque si el río suena es porque agua lleva.
También se dice que puede haber cambios en SEDESOL estatal y hasta en la General de Gobierno, cambios sobre todo en esta última que no veo y mucho menos con un relevo que me parece descabellado.
Me refiero a que se ha publicado que César “El Truco” Verástegui puede dejar el cargo para ir a otra encomienda y que su lugar podría ser ocupado por Gonzalo Alemán Mogliolo, eso sí creo no tiene ninguna posibilidad de que ocurra.
Si supongo que se avecinan cambios en institutos, en organismos descentralizados, como las Comapas y en subsecretarías e incluso en el PAN estatal.
Es normal, en menos de un mes arranca el proceso electoral del 2019 que en Tamaulipas renovará el Congreso Local y el mando blanquizal tiene que ver con que fichas cuenta y cuáles fichas nomas no funcionaron en el proceso de julio de este año.
En la lectura de las fichas que no dieron el kilo en la elección anterior tiene que leerse además la lista de personajes cuyos encargos político-electorales no fueron cubiertos y por ahí se pueden dar más vacantes.
Digo, para nadie es un secreto que había elecciones que no tenían que perderse y que al darse los descalabros vendrán las consecuencias para los que dijeron que hacían sin hacer, decían que gastaban y se ahorraban la lana.
En esa criba van a sobrar algunos mandos medios y operadores que se vendieron como expertos y ofrecían simpatías a raudales, pero en la campaña prefirieron no asolearse o trabajar solo para los candidatos a alcaldes, dejando solos a los aspirantes a diputados federales y senadores; veremos cuantos caen.
La UAT, humo blanco…
Tan pronto como está semana se supone que en la Universidad Autónoma de Tamaulipas se darán los nombramientos que tanto han estado en el ‘horno’ y se dice que habrá muchas novedades.
Veremos qué nuevas da al respecto el rector José Andrés Suárez y Hugo Guerra, secretario de Administración de la UAT sobre los cambios que según nos adelantan podrían dar señales para el futuro a mediano plazo de la máxima casa de estudios cueruda. Por lo pronto también dicen que el tesorero uateño Guillermo Mendoza, anda que brinca en un pie de contento.
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