No sé si lo habían notado pero cada vez queda más poquito de aquel gabinete estatal con aroma tampiqueño que tanto presumía la clase política porteña, la más cercana decían al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Así es mis queridos boes, dos secretarios menos, dos directores generales de institutos menos y la resta de posiciones podría seguir, si los que quedan no se ponen las pilas.
Todavía me acuerdo del evento de presentación del gabinete, que de hecho fue en Tampico, ahí en el Posada, cuando se presentó a los hombres y mujeres aquel 30 de septiembre, viernes por cierto, que acompañarían a Cabeza de Vaca en el primer gobierno estatal no priista de la historia de Tamaulipas.
El primer secretario estatal tampiqueño en dejar el gabinete fue Jesús Nader, que cobraba como titular en Administración, pero no se fue por la puerta de atrás, lo hizo por la principal, partió del gabinete en busca del sueño de su vida (no sé si ya tenga otros más altos) que era ser alcalde del puerto.
Chucho cumplió su anhelo, había intentado dos veces antes ser alcalde de Tampico y esta vez fue empujado por los vientos del cambio y desde hace poquito más de un mes gobierna tierras jaibas.
Él ganó una alcaldía, la de la capital de las huastecas, pero Tampico perdió un secretario en el gabinete, porque su lugar fue ocupado por el reynosense Miguel Ángel Villarreal Ongay.
Antes de Chucho ya se había ido del gabinete Luis Sottil, que recibía cheques que le acreditaban como Director General del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes.
El pintor tampiqueño en realidad nunca hizo ‘click’ con la comunidad artística de la Entidad, más bien parecía que competía con ellos y como él decidía, pues siempre ganaba. Podría decirse que su paso por el ITCA fue sin pena ni gloria.
El nuevo mando del instituto me decía en una entrevista palabras más, palabras menos, que como el ex titular esa un divo, chocaba con la comunidad de divas y pues por eso no funcionó.
El caso es que Luis Sottil se fue del gabinete a seguir su vida entre la ‘socialite’ de Tampico, que ni siquiera asiste en el puerto y se alejó de la ‘plebe’ y Tampico perdió otra posición en el gabinete, porque el cargo fue entregado a la ex Senadora Sandra Luz García, oriunda de Matamoros.
En campaña también dejó la nómina estatal Edmundo ‘Mon’ Marón, quien viaticaba y gozaba de compensación, más sueldo como titular del Instituto Jóvenes Tamaulipas.
Lo hizo para irse a la campaña en calidad de suplente del candidato a senador y hoy senador Ismael García Cabeza de Vaca.
De hecho el chavo luego se casó y se fue de luna de miel a Europa y volvió a Tamaulipas, pero no a su chamba en el instituto, donde tampoco podemos decir que hizo un
excelente trabajo, se la pasó, supongo, ‘cool’ con sus eventos nocturnos, las tocadas que organizo y así.
Mon, ahora fue incorporado como delegado de la administración municipal de Tampico de la zona norte, donde no hay chance de presumir mundo, ni mucho menos, es de hecho la zona más pobre de Tampico, pero su chamba lleva truco.
Se dice que lo están placeando por si al final se deciden a hacerlo candidato a una diputación local por el distrito que comprende esa zona.
Igual que en los casos anteriores, tampoco se quedó un tampiqueño en el Instituto Jóvenes, porque desde entonces está como encargada del despacho la victorense Aomori Matsumoto.
Y por último la otra baja, la secretaría de turismo María Isabel Gómez Castro, a la que le habría quedado grande el encargo, con quien la propuso seguro se pagó el compromiso y se fue hace apenas unas semanas.
En su lugar llegó, Fernando Olivera Rocha, laureado, con un currículum que presume capitanías de empresas de talla internacional, cargos en el servicio público de primer nivel en la cancha federal y demás. Obvio tampoco es tampiqueño.
Antes, mucho antes, el priista tampiqueño Joel Vela había sido desalojado de su cargo en Seguridad Pública estatal, nunca estuvo claro si ahí era el de encargado de las mesas de seguridad o Secretario Ejecutivo de la misma, eso si sigue cobrando en el Estado y asesorando en el municipio de Tampico.
¿Quién de los tampiqueños podría dejar el cargo pronto?, ¿quién tendría ya la lupa sobre su trabajo y sobre todo las traiciones al partido que le ha hecho ganar una buena lana y disfrutar del poder desde la capital?, pronto habría noticias.
Lo que sí queda claro es que a la clase política de Tampico debería preocuparle que deja vacantes en lugar de seguir sumando cuadros a la escena estatal; tiene que ver, creo, con esa costumbre tan arraigada entre los grillos tampiqueños de jalar hacia la cubeta a los que intentan escalar, no se les da el trabajo en equipo.
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