CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La inclusión de México como “sala de espera” para los migrantes que tramiten asilo en Estados Unidos, generará una crisis migratoria en Tamaulipas, debido a que los tres puntos principales de repatriación se encuentran en la entidad.
Para el director del Instituto Tamaulipeco para el Migrante (ITM), José Martín Carmona Flores, el anuncio del gobierno de Donald Trump es alarmante y la situación se agrava, puntualizó, con la desaparición y disminución de los fondos federales para atender la migración.
“Nosotros siendo una frontera que tiene una gran cantidad de ciudades con cruces seríamos afectados. Además estamos preocupados por el presupuesto federal en áreas donde también había recurso para el tema migratorio”, expresó en entrevista telefónica.
Ayer por la mañana, el Departamento de Seguridad Interna comunicó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la nueva acción a implementar para devolver a extranjeros no mexicanos a territorio mexicano para que esperen la resolución de las peticiones de asilo o visa humanitaria.
La Cancillería emitió un comunicado donde trató de justificar la medida. En el texto argumentó que “las acciones que tomen los gobiernos de México y Estados Unidos no constituyen un esquema de Tercer País Seguro, en el que se obligaría a las personas migrantes en tránsito a solicitar asilo en México”.
La titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, afirmó que el paso dado por Donald Trump es una medida histórica para controlar la migración ilegal. En el pronunciamiento mencionó la respuesta del gobierno mexicano.
“…esperamos que los migrantes afectados reciban visas humanitarias para permanecer en territorio mexicano, así como la posibilidad de aplicar para un trabajo y otras protecciones mientras esperan su proceso legal en Estados Unidos”, comento.
Carmona Flores enfatizó que las casas de atención están llenas de migrantes de Cuba, Venezuela, África e, inclusive, de “la Unión Soviética”.
Cubanos y africanos son los grupos más numerosos que llevan por lo menos un año en territorio tamaulipeco aguardando al asilo.
“Esta medida de que nosotros tengamos que asistirlos durante la espera de la respuesta de Estados Unidos, prácticamente nos obliga a alimentarlos, cuidarlos, darles asistencia y vamos a depender de la rapidez de la autoridad estadounidense. Esta situación puede generar una terrible crisis”, reiteró.
La SRE, a cargo de Marcelo Ebrard Casaubón, confirmó que autorizará el ingreso “de ciertas personas extranjeras provenientes de Estados Unidos”, a los que les otorgará una visa humanitaria y un permiso para trabajar y “procurará que la implementación de las medidas que tome cada gobierno se coordine a nivel técnico-operativo con la finalidad de desarrollar mecanismos que permitan la participación de las personas migrantes con citatorio en su audiencia ante un juez migratorio estadunidense”.
Como un ejemplo de la crisis migratoria, José Carmona explicó que el Instituto Tamaulipeco para el Migrante cerrará el año atendiendo a 60 mil migrantes, lo que significa un incremento de 45 por ciento, en comparación con el año pasado.
Las estadísticas del ITM refieren que Nuevo Laredo es el primer punto de repatriación con 54 por ciento, seguido de Matamoros, con 24 por ciento, y Reynosa, con 17 por ciento. Al día la atención máxima es de 153 personas repatriadas.
Aunado al flujo de personas migrantes, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 solamente contempla 300 millones de pesos para el Fondo de Atención a Migrantes (FAM). La Coordinación Nacional de Oficinas Estatales de Atención a Migrantes (Conofam) solicitó a los diputados federales aumentar la bolsa a mil 500 millones de pesos.
Igualmente, la propuesta del Programa 3×1 para Proyectos Productivos contempla una reducción de 517 millones de pesos a 9 millones de pesos. Con este plan, la Federación, el gobierno estatal y el ayuntamiento aportaban tres dólares por cada dólar que enviaba un mexicano en Estados Unidos, para mejoras en sus lugares de origen.