Casi terminan las posadas, estamos en periodo Guadalupe Reyes y en tres días celebraremos la Noche Buena, son días de fiesta sí, pero también es tiempo de reflexionar porque no todo es para festejar.
Son tiempos de fiesta pero no debemos caer en los excesos, no gastarnos más de lo que se tiene para luego no sufrir por lo que no cuidamos.
Cierto es que las fechas invitan al derroche, pero ese debe ser de buenas acciones cuidando lo mucho o poco que tengamos para que la paz y armonía sea cada día.
Prácticamente estamos a horas de la Noche Buena, de que llegue la luz de la navidad y se desea con el corazón que justo eso sea para todos los mexicanos, una verdadera noche buena, con amor, tranquilidad, que al recordar el nacimiento del NIÑO JESUS renazca la fe, la esperanza, que en unión familiar se vivan momentos de felicidad.
Para la fe católica la navidad, al igual que la Noche Buena también es un día muy especial, es la celebración del anuncio del nacimiento de Cristo JESUS con esperanza para el mundo.
Pero no solo los católicos festejamos la Noche Buena y la Navidad, la celebración es generalizada, lamentablemente ahora son mas los excesos que los rezos.
Previo a la Noche buena andamos más preocupados por los regalos, el consumismo está a la orden del día, poco nos detenemos a refeccionar sobre el verdadero significado de la Navidad.
La tradición nos indica que al escuchar la palabra Navidad, evocamos el Nacimiento de un Niño que viene al mundo a salvarnos, para otros la Navidad es sinónimo de fiestas y diversión por doquier, algunos seleccionan esta época del año para salir a vacaciones y pasar un tiempo en familia, el único exceso que debemos tener es en el amor que demostremos a nuestros seres queridos.
Porque ese es el verdadero sentido de la navidad, el amor, la bondad, olvidarnos de rencores, así lo quería JESUS y la vida es tan corta como para desperdiciarla en malas situaciones.
Navidad o la Natividad, es una oportunidad para reflexionar, hacer planes, reforzar nuestras convicciones, corregir aquellas pequeñas cosas que se puedan mejorar, ser mejores personas y seres humanos.
Los regalos y las fiestas deben pasar a un segundo plano en la Navidad, lo importante es el compartir el sentido navideño en familia y con los amigos, vecinos, conocidos o compañeros, el atuendo es lo de menos, JESUS esa noche solo estaba ataviado con una humilde manta, pero eso sí, su entorno estaba lleno AMOR y justo eso es lo que se requiere en estos tiempos, mucho AMOR para tener un mundo mejor.
Cierto es que la Navidad es sinónimo de fiesta, pero también es momento de reconciliación con uno mismo para así poder perdonar y amar a los demás, es la oportunidad para hacer la paz con todo lo que nos rodea, de compartir, dar y recibir.
En la Navidad todos somos hermanos de corazón, y como tal debemos comportarnos, para dar y recibir vida, plenitud y esperanza.
Si puedes donar cosas materiales, hazlo, pero que todo sea de buena fe, sin esperar nada a cambio, vístete de alegría, en esta Navidad se exige que obsequies Amor y Esperanza, una sonrisa de alegría y mucho optimismo, un abrazo caluroso y mucha comprensión.
En fin, la situación es que está por llegar la Noche Buena y mañana Navidad, estas fechas son para estar en paz, de fiesta sí, pero también de bondad y pedir a DIOS por aquellos que no tienen las mismas oportunidades que nosotros.
Regocijémonos por el Nacimiento de JESUS y oremos para que el lunes 24 de diciembre en cada hogar se tenga cena en sus mesas, armonía, amor en sus corazones, esperanza de un mejor mañana, mucha fe y que la bendición de DIOS cubra a los hombres y mujeres de buena voluntad y le de tranquilidad a las almas atormentadas enseñándoles el camino del bien para que todos tengan una excelente Noche Buena y una FELIZ NAVIDAD.