6 diciembre, 2025

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¿Qué pasa con Américo?

El Kiosko

Antes de ganar la elección del primero de julio del año pasado y que se convirtiera en senador, Américo Villarreal Anaya era un médico que se comportaba con cierta humildad, ajeno a los protagonismos y distante a las poses de divo que caracterizan a muchos actores de la clase política.

A diferencia de otros hijos y familiares de ex gobernadores del estado, el ex subsecretario de Salud siempre transitó por los caminos de la austeridad y nunca cayó en escándalos. 

Sin embargo, tras probar las mieles de la victoria en las urnas tamaulipecas el ex priista comenzó a cambiar. Su sencillez quedó atrás y abrió paso a la soberbia. Se subió al ladrillo, pues.

Se puede afirmar que con la llegada de la Cuarta Transformación, Américo Villarreal Anaya también se ‘transformó’.

Para comenzar, el senador dejó de responder las llamadas telefónicas y los mensajes de ‘whatsapp’ de mucha gente, entre ellos, liderazgos representativos de Morena en el estado, legisladores de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ y de personas que lo apoyaron en su campaña.

El distanciamiento del senador de la república con la militancia de Morena llegó a un grado sorprendente, de absoluta risa loca: ¡¡¡Américo pidió en la capital del país que cambiaran a su suplente!!!

Así es: Américo Villarreal Anaya solicitó en los altos mandos de Morena que le quitaran la suplencia de la senaduría al doctor Faustino López Vargas.

Por supuesto, la petición del hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra provocó carcajadas en los principales grupos de poder morenista.

Para comenzar, el suplente, como integrante de una fórmula electoral en busca de un asiento en la Cámara Alta, fue electo en las urnas, en un proceso constitucional, avalado y ratificado por las autoridades competentes.

Además, Faustino López, ex militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), mantiene buenas relaciones políticas en la capital del país. Un ejemplo, con Dolores Padierna, vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Por si faltara algo, Américo Villarreal Anaya sostiene una cada vez más abierta confrontación con José Ramón Gómez Leal, mejor conocido como ‘El JR’, delegado federal o coordinador de los programas sociales de la Federación en Tamaulipas.

Eso no todo: El senador tamaulipeco ya ha comentado en diversas reuniones privadas ciertas críticas a su líder en la Cámara Alta, el zacatecano Ricardo Monreal Avila.

Ante la inercia de estas pugnas, surge la pregunta: ¿Qué pasa con el senador Américo Villarreal? ¿Qué pasa con él?
Es evidente que al doctor ‘se le queman las habas’ por ser candidato de Morena a la gubernatura de Tamaulipas.

Pero… falta mucho, muchísimo tiempo para esa elección. La gubernatura del estado estará en juego hasta el año 2022.

Antes, habrá dos procesos electorales: Primero, en 2019, cuando la pelea electoral sea por las 22 diputaciones locales de mayoría relativa y las 14 diputaciones locales de representación proporcional.

Después, en 2021, una elección que será sumamente interesante ya que va a confluir el proceso local con el federal intermedio: Las 43 presidencias municipales, las 36 diputaciones locales (22 de MR y 14 de RP) y las 9 diputaciones federales.

Es decir, todavía falta mucho tiempo para el juego de la gubernatura. Américo Villarreal debería bajarle el ritmo a su aspiración y, sobre todo, reducir la cantidad de pleitos que sostiene con liderazgos de Morena.

En otras palabras, Américo Villarreal debe hacerle el menor caso posible a Pedro Silva, subsecretario de gobierno de la entidad, y establecer un mayor número de amarres al interior del Movimiento de Regeneración Nacional.

La política, como la vida misma, es más sencilla de lo que se piensa, pero algunos gustan complicarse la existencia con batallas estériles e innecesarias.

Y PARA CERRAR…
Calendario 2019: El próximo sábado 12 de enero deben instalarse los Consejos Electorales Distritales y Municipales.

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