La tragedia nuestra de todos los días, las historias que enlutan a toda la nación por hechos que nos alarman, se nos repiten una y otra vez, pero que luego vamos dejando en el olvido; de los últimos tiempos: la Guardería ABC, Pasta de Conchos, Ayotiznapa y otro ducto de PEMEX, ahora en Tlahuelilpan, Hidalgo. Todos los casos aun sin investigaciones concluyentes, todos con el común denominador: Corrupción e impunidad.
Y ante hechos de tal magnitud, con muertos y desparecidos, la nación dividida otra vez, desde los que políticamente entran a la rapiña con juicios y opiniones, hasta los enardecidos en redes que juzgan a los muertos y heridos con el insensato “se lo merecían”.
A mediodía del domingo, 48 horas después del accidente, sumaban ya 79 historias para recordar, mientras que un centenar de sobrevivientes son atendidos por quemaduras graves, los pobladores aledaños al ducto van contando cada cual su historia, el ejército la propia y el presidente y sus funcionarios continúan el análisis de los daños directos y colaterales.
En las noticias se repetirán las leyendas de los muertos, quienes eran, que hacían, porque lo hacían y porque arriesgaron su vida por la gasolina, el gobierno deberá responder porque el ejército actuó permisivo y tolerante ante el riesgo. Los debates políticos se centraran en eso, en lo político, lo que se debía hacer y no se hizo, y los costos que para el presidente traerán los muertos por este accidente.
Otra página roja, de quemados vivos, se va a primera plana, imágenes dantescas en redes y televisión que son virales, lamentables y conmueven, pero llaman más al morbo y al juicio mediático que a otra lección por aprender, a la mala.
¿Cuántos más para entender?
En Boca Cerrada
Lo leo y no lo creo. Curándose en salud, socarrón y sin disculparse públicamente, PORFIRO MUÑOZ LEDO publica en medios, su columna Bitácora Republicana con el título: Feminismo o exhibicionismo. Narra parte de su infancia y su educación básica, como queriendo justificarse, nos recuerda que en la instrucción de antes, los niños iban a una escuela y las niñas a otra, apunta que fue hasta el nivel superior, en la Facultad de Derecho que compartió las aulas con las mujeres, hace historia sobre los constituyentes con poca participación femenina y escribe que ahora desde el Senado se plantean reformas a la constitución para reducir brechas de genero e instaurar la igualdad, “el feminismo no es moda totalmente palacio, sino un reflejo de una lucha social ajena al exhibicionismo mediocre. Como siempre la categoría conceptual sobre la ridiculez anecdótica”.
El texto lleva dedicatoria especial, y no se retracta de lo dicho a la senadora CECILIA MARQUEZ que espera una disculpa pública por el comentario misógino en plena tribuna legislativa.