En mayo de 1989 al grito de ¡Democracia ya, Patria para todos! nació el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con una ideología política de izquierda.
Ya desde su arranque, el partido del Sol Azteca se caracterizó por sus marcadas fracciones al interior, esas que seguramente usted ha escuchado nombrar como “tribus”, corrientes en el partido con ideología distinta.
Pero eso que parecía una forma diferente de “hacer política” o de “llevar un partido político plural” eventualmente les pasó factura y hoy están como están.
Cuando un grupo de supuestos idealistas, según ellos natos de izquierda, empezaron a formar el nuevo partido, se notaba que había unos cuando emanados del PRI, que al no encontrar espacios para abrirse camino en la política, decidieron emigrar, entre ellos y a la cabeza CUAUHTÉMOC CARDENAS SOLÓRZANO, hijo nada más y nada menos que del expresidente de México, Lázaro Cárdenas del Río.
CUAU quiero seguir los pasos de su padre y fue tres veces candidato a la Presidencia de México pero nunca lo logró.
Así muchos priístas eventualmente emigraron y se vistieron de amarillo, entre ellos ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, mismo que eventualmente formó y fundó MORENA. Esa es historia reciente y la conoce.
Pero al parecer los elementos que dejaron el PRD para pintarse de guindo emigraron co las peores mañas, hoy apenas a unos años de ser fundado, están enfrascados en peleas internas entre quienes “fundaron” el partido y quienes han llegado a ahí buscando mejores opciones de seguir en la nómina.
Los morenos de corazón acusan a los desertores priístas y panistas de llegar a lo servido y querer quedarse con el mejor plato.
El problema está convirtiéndose en una bomba que en cualquier momento le podría estallar en las manos al Presidente, quien perdonó “pecados” al por mayor, recibiendo cascajo de cualquier partido.
Su benevolencia podría pronto significar también el principio del fin del partido, y no exagero, en su momento decían que el PAN no dejaría regresar el PRI y ya vio, que el PRI no dejaría llegar al Peje, y ya vio.
En Tamaulipas hasta ahora nadie se ha pronunciado abiertamente por el pleiterio que se traen en el huacal, y quien ostenta aquí el más alto cargo político de ese partido, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, parece que no quiere ni meter las manos para no salir jaloneado.
Ni el mismo ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN, enviado y asesor de RICARDO MONREAL, ha podido hacer de que escuche su voz, menos poner orden y ni pensar en dar un manotazo para calmar tantos enfrentamientos.
El panorama no luce alentador, insistía, podría ser el principio del fin…
QUE CURIOSO
Ya 31 de los 46 diputados de Guerrero ya le dieron el SÍ a la Guardia Nacional, con todo y que 12 legisladores de MORENA no fueron a la sesión aún siendo una de las prioridades del Presidente.
Con esto empieza a cristalizarse el sueño lopezobradorista.