‘Quiero que me ayudes a coordinar Durango’. Era la petición, vía telefónica, de Andrés Manuel López Obrador a Marcos Cruz Martínez, entonces senador de la república, quien, por supuesto, aceptó la invitación.
Eran las semanas previas a la campaña presidencial más disputada de los tiempos recientes en México: el proceso 2006.
Meses antes, en 2005, en una manifestación realizada afuera de Los Pinos, Marcos Cruz conoció a ‘El Peje’. La protesta, organizada por un grupo de senadores, era en contra del controvertido proceso de desafuero, un juicio con el que Vicente Fox trató de sacar del camino de la elección al tabasqueño.
‘Siempre me pareció un hombre muy sencillo, una persona con gran carisma, con mucho patriotismo’, comenta sobre AMLO el ahora delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena en Tamaulipas.
Siendo coordinador de la campaña presidencial en Durango en 2006, Marcos Cruz acompañó a Andrés Manuel López Obrador en su gira ‘a ras de tierra’ por esa entidad. ‘Recorrimos todos los municipios’, recuerda.
La historia de Marcos Cruz como gente de izquierda se encuentra en su origen: es hijo de un obrero. A los 7 años, quedó huérfano. Fueron tiempos difíciles, complicados, los más duros. ‘Conozco las penurias y la pobreza de la gente’, puntualiza.
Nacido en 1949, el movimiento estudiantil de 1968 lo dejó marcado para toda su vida. Estudiante de la carrera de Ingeniería (la que no concluyó), era un activista, un fervoroso creyente en el cambio social y un crítico del viejo régimen presidencial priista. Sin embargo, aquellos jóvenes se toparon con la represión en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
Ese activismo experimentado en el movimiento del 68 lo condujo a Durango, estado en el que durante 20 años emprendió una labor territorial a través de la organización de corte maoísta Línea de Masas y de una asociación conocida como el Comité de Defensa Popular.
Con un liderazgo obtenido por casi 2 décadas en la creación de comités de base y de una estructura territorial, se ganó el derecho de ocupar un cargo político y en el servicio público: regidor en el Cabildo de Durango, en 1986.
Eran los tiempos en que el escenario político nacional iba a registrar la primera gran ruptura al interior del PRI con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas y su posterior candidatura presidencial con la primera coalición de izquierda: El Frente Democrático Nacional.
Como gente de izquierda, Marcos Cruz simpatizaba con la candidatura del ingeniero Heberto Castillo por el Partido Mexicano Socialista, quien finalmente declinó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas semanas antes de la elección del 2 de julio de 1988.
Esa campaña electoral llevó al regidor duranguense a otra tribuna, de mayor nivel: la Cámara de Diputados. Pisaría el terreno legislativo en tres ocasiones, aunque la segunda la interrumpió para ser presidente municipal de la capital de Durango en el periodo 1995-1998. Luego, en el sexenio de la alternancia, sería senador. Fue cuando conoció a Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, enfilado a disputar la presidencia de la república.
Aunque la filia a la Línea de Masas la dejó hace tiempo, el ex senador y ex diputado federal mantiene una postura crítica en contra del capitalismo, el que califica como un sistema económico que alienta el consumismo y que destruye los recursos naturales.
En su opinión, con la práctica de un capitalismo salvaje el planeta se encuentra al borde del colapso. ‘Si eso no cambia, creo que la especie humana está en peligro’, afirma. ‘Es la lógica de la economía de mercado, el derroche, el consumo excesivo’, explica.
Con datos, pone un ejemplo de un absurdo de la economía mexicana: ‘El 37 por ciento de los alimentos que se generan en el país se tiran a la basura, cuando en México existen 53 millones de pobres y 8 millones en pobreza extrema, es decir, que no tienen para comer. Esa es una economía disfuncional’.
Señala que el país necesita de un modelo que busque mejorar la distribución de la riqueza, tal como sucede con los programas sociales diseñados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Tras comentar que recibió la invitación de Yeidckol Polevnsky para ser el delegado del CEN de Morena en Tamaulipas, Marcos Cruz Martínez subraya que los liderazgos del partido en el estado tienen expectativas políticas en el mediano plazo, expectativas que sólo se pueden cumplir si apoyan de manera decidida al partido de la Cuarta Transformación.
Con la experiencia de haber sido testigo directo de muchas campañas electorales de la izquierda en el país, remata: ‘La marca Morena es infinitamente superior a la marca PT’.
INVERSIÓN MILLONARIA EN TAMPICO
Los números lo dicen todo: En el primer semestre de la administración municipal que preside Jesús Nader Nasrallah en Tampico, se invirtieron 107 millones de pesos en la pavimentación de calles.
De esa cantidad, 80 millones de pesos se canalizarán en las 21 pavimentaciones que iniciaron ayer (que representan 3 mil 300 metros lineales), en más de una docena de colonias del puerto jaibo.
Chucho Nader quiere que Tampico brille. Va por buen camino.