ESTADOS UNIDOS.- Sólo tenía 18 años. Tenía su vida por delante, pero no dudó en saltar frente a un compañero de escuela, que comenzó a disparar indiscriminadamente contra sus compañeros de clase. Fue el último acto de valentía de Kendrick Castillo, pero probablemente salvó las vidas de sus compañeros.
“No tienes que ser el héroe”, le dijo su papá, John Castillo, un día que hablaron del tema, reportó la cadena NBC. Pero su hijo ya le había advertido lo que sucedería si alguna vez se cruzaba con un sujeto armado que quisiera lastimar a sus amigos.
“Tú me educaste así. Me educaste para ser buena persona. Eso es lo que estoy haciendo”, recuerda el padre que le respondió Kendrick.
Nui Giasolli estaba en su clase de literatura inglesa de último grado cuando uno de los dos tiradores entró a su salón. La clase estaba viendo una película, La Princesa Novia, como parte de una lección sobre el género de la comedia.
Era un día como otros en la escuela de ciencias e ingenierías STEM School Highlands Ranch, en un suburbio de Dénver, Colorado. Dos estudiantes armados, un hombre y una mujer estaban por cambiar eso.
El joven entró al salón, habló con la maestra, salió, entró a otro salón, regresó y cerró la puerta. Giasolli lo conocía ya de años, incluso creía que era una persona agradable. Jamás se imaginó lo que estaba a punto de hacer.
“Lo siguiente que supe fue que estaba sacando un arma”, dijo Giasolli, según recogió la cadena CNN. “Luego nos dijo que no nos moviéramos y ahí fue cuando empezó el tiroteo”.
“Ahí fue cuando Kendrick se le abalanzó y él le disparó, dándonos a todos tiempo suficiente para escondernos bajo los escritorios, ponernos a salvo o correr del cuarto para escapar”.
Al mismo tiempo, otros tres alumnos de la clase se abalanzaron sobre el estudiante armado. Mientras forcejeaban con él, la clase pudo escapar y ponerse a salvo.
Uno de los chicos que arriesgó su vida de esta forma tan heroica fue Brendan Bialy, quien estaba registrado en un programa juvenil del Cuerpo de Marinos del Octavo Distrito.
“El valor de Brendan y su compromiso para acabar rápidamente con este incidente tr´pagico, poniendo en riesgo su propia seguridad, fue un acto admirable e inspirador”, dijo el Octavo Distrito de Marinos, según recogió la cadena NBC.
Castillo recibió una bala en el pecho y aunque más tarde sus compañeros hicieron presión sobre la herida para evitar que se desangrara, no fue suficiente para salvarlo.
Las familias de los jóvenes que sobrevivieron gracias a la valentía de los chicos dijeron que nunca podrán pagar la deuda.
“Nunca podré agradecerle (a Castillo). No tengo otras palabras más que ‘qué héroe’… Todos estos chicos están vivos por su sacrifciio y por el sacrificio de todos los chicos que neutralizaron al estudiante”, dijo la madre de Nyki entre lágrimas a CNN.
Ocho estudiantes resultaron heridos, incluyendo a Castillo. Tres aún están en el hospital muy graves.
Los dos estudiantes sospechosos están bajo custodia, uno de los cuales ha sido identificado por la policía como Devon Erickson, de 18 años. Giasolli dijo que Devon fue el atacante en su clase.
El tiroteo sucedió una semana después de que dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en otro ataque armado en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte.
Uno de los estudiantes que murieron, Riley Howell, de 21 años, desafió al tirador y le dio a la policía tiempo adicional para enfrentarlo. El jefe de la policía local lo aclamó como un héroe, mientras que su familia dijo que estaban “más que orgullosos”.
Tras amargas experiencias de más de dos décadas con tiroteos mortales en escuelas y sitios públicos, las autoridades han instituido un mantra para proteger a las comunidades: ‘corre, escóndete, pelea’.
Corre del atacante si ves que tienes posibilidades, mantente alerta siempre, ubica las salidas de emergencia. Si no puedes correr, intenta ocultarte tras algo que pueda detener una bala. Si todo falla, pelea por tu vida con todas las armas que tengas, como puedas defiéndete.
Con información de Telemundo