Como sucede en cada elección, comenzaron los debates en diferentes puntos de Tamaulipas, bueno, al menos así los anunciaron y los permitió la autoridad electoral pero la verdad es que los ya realizados distaron mucho de serlo.
Más que debates fueron presentaciones de candidatos en universidades privadas o alguna Asociación civil en formato de monólogos donde las y los ancampañados no se salieron del guion.
Muchos, la mayoría de los candidatos y candidatas desperdiciaron la fabulosa oportunidad de lucirse, demostrar de que están hechos, que tienen capacidad para debatir y respuesta rápida para contestar cualquier cuestionamiento y hasta marcar las incongruencias de sus adversarios.
De esos “debates” nadie se puede decir ganador porque no debatieron con nadie, ningún tema, solo fueron monólogos por tiempos donde resaltaron o cuestionaron las acciones de otros políticos cuando lo que la ciudadanía quería ver y escuchar es por qué deberíamos votar por ellos, para que el votante tuviera una mejor perspectiva de tal o cual candidato.
Lo peor es que para la mayoría de la ciudadanía tamaulipeca los dichosos debates pasaron desapercibidos, ni siquiera el l0 por ciento de la población se enteró de ellos y quizá fue mejor.
Los que estuvieron pendientes de los “debates” fueron los candidatos, sus equipos de campaña, partidos políticos, medios de comunicación y párele de contar.
Insistimos, los “debates” ya realizados no fueron lo que se esperaba, solo fue una presentación de todos los candidatos juntos mostrando sus colores, slogan, unas cuantas propuestas y otras tantas ocurrencias donde incluso algunos traían datos inexactos.
Ojala los debates que sigan sean mejores, que convenzan, que la ciudadanía vea las fortalezas de cada candidato o candidata, de sus propuestas y si tienen capacidad de reacción rápida ante cualquier cuestionamiento fuera de guion.
El caso es que como en cada elección los candidatos se retan a debate, en diferentes puntos de Tamaulipas asociaciones civiles, universidades y grupos empresariales les abrieron los espacios, hasta ahorita los formatos han dejado mucho que desear y los debatientes igual, no se ha visto un debate como tal, la participación de cada candidato solo han sido monólogos por tiempos asignados y ya.
No es que se quiera que los debates se conviertan en arenas de lucha donde se den hasta con la cubeta, o que los candidatos salgan con la espada desenvainada tratando de cortarle la cabeza a sus contrincantes pero si se requiere que de perdido generen controversia, pues lo que exponen los participantes en cada tiempo que les marcan los moderadores es un monologo donde nadie se sale del guion y unos llegan a desperdiciar la oportunidad para lucirse con buenas propuestas y a otros ni siquiera les alcanza para refutarles a sus oponentes sus equivocaciones, desinformación u ocurrencias.
Realmente los debates han pasado sin pena ni gloria y créame que si hoy se realiza una encuesta responsable nos dejaría de resultado que la mayoría de los ciudadanos ni siquiera se enteraron que se llevó a cabo tal ejercicio con los candidatos y los que lo vieron hoy no recuerdan los temas principales que se trataron, no conectaron.
Para colmo hubo quienes ni siquiera fueron capaces de medir los tiempos para sus respuestas, digo, si ya sabían lo que les preguntarían y traían macheteado lo que contestarían de perdido hubieran cubierto los minutos que les otorgaban en cada participación.
En fin, la situación es que en esta contienda electoral también hay debates, aún faltan, pero los ya realizados poco impacto han causado.
Veremos cómo les va en los siguientes encuentros a las y los candidatos, si realmente hay debate o continúan los monólogos.
vida.diaria@hotmail.com, www.vidadiaria.mx.