El próximo 2 de junio habrá elecciones en seis Estados del país. En Baja California se elige gobernador, alcaldías y Congreso; en Puebla se elegirá gobernador del Estado, luego de la muerte trágica de su gobernadora; Tamaulipas, renovará su Congreso, igual que Aguascalientes, Durango y Quintana Roo. Coincidentemente, en las seis entidades, el Partido Acción Nacional es gobierno.
Las encuestas serias que se han levantado, revelan que en Baja Baja California y Puebla, Morena está adelante, mientras que en los cuatro estados restantes, el PAN aparece con ventaja sobre los demás partidos.
Estas elecciones son las primeras que se juegan luego del mes de julio pasado, donde Morena y Andrés Manuel López Obrador ganaron la presidencia y una gran parte de las gubernaturas del país.
Para muchos, en este junio, Morena tendrá su primera gran prueba de fuego, ¿mantendrá el vuelo y ganará como lo hizo en julio pasado, o se desplomará ante los cuestionamientos que se le están haciendo a López Obrador en estos primeros seis meses de gobierno?.
La óptica real de esta elección, enseña y revela que la prueba o el examen será para el PAN, y no para Morena, muchos menos para el PRI que no alcanza a entender su existencia sin ser poder.
Quien se juega todo, es Acción Nacional, porque es gobierno en los seis Estados donde habrá elecciones y será sometido a la prueba de las urnas. Si ha hecho bien su tarea, la voluntad ciudadana se la premiará o se lo demandará. De ahí que por encima de lo que se diga, quienes deben estar pensando en ganar son ellos, los azules, y no los demás.
Con los problemas que enfrenta dirigencia nacional del PAN, han sido los gobernadores panistas los que han tenido que asumir el liderazgo de facto.
El PAN, es quien verdaderamente se juega todo en esta elección, por eso está obligado a ganar todo.
Morena, es un partido nuevo que no va a pasar nada si no gana. De hecho, su protagonismo aun se debe a la inercia del presidente López Obrador, y a ese le están apostado muchos candidatos morenistas.
A Morena le interesa el 2021, la elección intermedia en donde estará en juego su permanencia como partido y donde estará en prueba la revocación de mandato del presidente. Hoy, si gana Puebla o Baja California, será una victoria que lo pondrá en los cuernos de la luna.
Al PRI tampoco le importa ganar o perder, a pesar de que es un partido que está en la lona.
Su futuro está puesto, igual que Morena en el 2021, no ahora. Así que si se trata de decir quien está obligado a ganar, es el PAN, porque es el poder en los seis Estados. Si gana todo, podrá convertirse en una fuerza opositora real de la 4T.