“El hogar es uno de los lugares más peligroso para la mujer” según el reciente informe que emite ONU Mujeres y del cual se desprenden cifras de terror respecto a la situación actual de los derechos humanos de las mujeres, aunque se reconoce que se ha avanzado en los últimas décadas, las desigualdades de género, continúan y con más arraigo en el primer núcleo social que es la familia.
El estudio realizado en 2018, precisa que las familias pueden ser terreno de conflicto, desigualdad y violencia, esta última con más frecuencia, el análisis refleja que una de cada 5 mujeres en el mundo ha sido víctima alguna vez en su vida de violencia física o sexual por parte de su pareja. Los datos dan cuenta que más de tres mil millones de mujeres y niñas radican en naciones donde no se criminaliza la violación dentro del matrimonio; en uno de cada 5 países, las niñas no tienen los mismos derechos que los niños; en tanto que en 19 naciones las mujeres aún están obligadas por ley a obedecer a sus maridos. Y en algunos países en desarrollo, un tercio de mujeres casadas no puede ni siquiera decidir sobre su propia atención de salud.
“La violencia contra las mujeres y las niñas persiste hasta alcanzar tasas abrumadoramente elevadas en todas la regiones del mundo. A menudo, la violencia dentro de la familia es letal: se calcula que un 58% de las mujeres que fueron víctimas de homicidio en 2017 fueron asesinadas por un familiar. Ese año murieron asesinadas 137 mujeres por día”. Cita el documento emitido este 25 de junio.
Aunque en los últimos años los colectivos defensores de los derechos humanos de las mujeres han alcanzado logros sustanciales en temas públicos, de política o laborales, aún hay una enorme tarea pendiente de subsanar, sobre todo en lo que tiene que ver con las agresiones en el primer círculo de la mujer. Aun no se sabe todo lo que una mujer pasa de la puerta de su casa para adentro.
En esta era, la mujer sigue prestando, tres veces más que un hombre, los cuidados infantiles y haciendo los quehaceres doméstico no renumerados; cuando no hay para pagar servicios de cuidado profesionales para enfermos, adultos o niños, son las mujeres o las niñas las que deben llenar este vacío, esto sigue siendo grave, porque en el caso de las infantes, desatienden estudios o afectan sus capacidades de salud física, mental y emocional.
Las aterradoras cifras se divulgan para convocar a los gobernantes y activistas a seguir en la lucha por la paridad de los derechos humanos de las mujeres, pero también para que en lo individual y en un ejercicio de conciencia ciudadana reflexionemos sobre lo que estamos haciendo para cambiar la historia, para transformar las familias en espacios de igualdad y justicia, de paz, donde las mujeres tengan voz, pero sobre todo donde tengan garantizada su seguridad física, emocional y económica.
Para romper los círculos de violencia contra la mujer, refieren los especialistas, el primer paso es reconocer el problema, el segundo pedir ayuda y el tercero actuar para salvar la vida.
En Boca Cerrada
La máxima presea que otorga el Congreso del Estado a una persona distinguida por sus méritos es la Medalla “Luis García de Arellano” en este 2019 el galardón fue entregado a la Mtra. Diana del Carmen Guardiola Sáenz, distinguida tamaulipeca en el campo de la lingüística que al recibir el premio nos exhorta a escribir bien y hablar bien, sobre el lenguaje de redes sociales, considera que el español es un ente vivo que registra elementos cambiantes, pero que estos lenguajes deben tener sentido en entornos y momentos adecuados.