Como un mejoralito, miles de jóvenes mexicanos reciben en estos días las becas que el presidente les manda, todavía sin las reglas de operación claras se están entregando los apoyos a los estudiantes que son censados por los “ciervos de la nación”, la meta para este 2019 es de 3,686,727 apoyos para nivel primaria, secundaria y preescolar; para educación media 3,524,216 y para superior 300,000.
De nuevo el gobierno atiende la problemática por encimita, si buscar ir al fondo de la problemática que representa avanzar en la eficiencia terminal y acabar con la deserción escolar, que muchas veces se da en la etapa inicial. La ONU alerta sobre un “crisis global de aprendizaje”, los datos que ofrece para que las naciones mejoren sus políticas públicas deberían ser tomados en cuenta en nuestro país para recomponer el rumbo. Pero es más redituable políticamente repartir becas sin ton ni son.
El informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible presentado este martes en la sede de las Naciones Unidas, refiere que en el mundo cerca del 17 por ciento de niños y jóvenes no están en ningún sistema escolarizado, y avizora que para el 2030 solo seis de cada diez jóvenes terminaran la secundaria y aunque las tasas de alfabetización aumentan aún hay 750 millones de adultos que no saben leer, de estos, dos tercios son mujeres.
Las potencias mundiales que se reúnen en este foro sugieren que las naciones deben invertir más en la educación “de forma eficiente y equitativa” utilizar las tecnologías para el acceso a la educación de calidad y medir los progresos para poder evaluar los programas.
Acá en México, la desaparición del INEE y la puesta en marcha de las nuevas políticas públicas que no están bien sustentadas empeorar el panorama para el sistema educativo, aún persisten regiones que no tienen planteles dignos, ni maestros comprometidos, ni si quiera son tomados en cuenta en las becas, porque viven en la marginación. De la reforma a la reforma ya nadie supo nada.
La Unicef plantea una revolución educativa, para formar ciudadanos fuertes, críticos, con capacidad de comprensión y compasión, y como medida inmediata “colocar el género en el centro para garantizar el acceso a la educación de las niñas”, educar para el desarrollo, urgiendo formar más y mejores maestros, pero que provean enseñanzas de calidad y que estos sean cualificados.
“La educación pública sigue siendo infra financiada. Los gobiernos tienen que reconocer que la educación es un derecho humano y no producto” cita informe de la UNESCO.
En Boca Cerrada
Y pese a que no se entiende lo que está haciendo el presidente López Obrador, en casi ningún rubro, él, se declara “bien y de buenas”, tiene otros datos y no le baja a su nivel de contento, hasta parece que estamos en una fiesta, donde nada más él se divierte, pero eso sí, nadie se aburre.