MANTE, Tamaulipas.- El río Tantóan considerado la principal fuente de abasto de agua para más de 3 mil habitantes de la zona temporalera de El Mante se secó y encendió las alarmas para autoridades ejidales y particularmente para quienes radican en ese sector del municipio, poden apoyo al gobierno y se declare contingencia ambiental.
Sergio Hernández, habitante de esa comunidad dijo “el af luente no soportó más temperaturas superiores a los 45 grados y los 14 meses de ausencia de lluvias y prácticamente murió, lo que hace un par de años sirvió como el recurso principal para suministrar agua para el ganando y las tareas del hogar, inclusive proveedor de alimento como peces y langostino de agua dulce ahora tristemente luce cubierto de palizada y hojarasca.
El caudal que además es referente entre los limites de San Luis Potosí y Tamaulipas, nace en el ejido El Olímpico de la zona temporalera de El Mante, precisamente donde los habitantes de esas comunidad hace un par de meses habían alertado sobre una baja considerable de su nivel de agua, pues aseguran que aunque este fenómeno siempre se presenta durante esta época del año jamás había descendido su nivel con esta ocasión.
“Cualquier río, canal, arroyo o pozo con agua es sinónimo de vida pero en el caso del río Tantoán es muy lamentable decir que ahora significa muerte, al descender su nivel murieron los peces, murieron aves, el ganando y hasta el mismo río, existen vecinos que supersticiosos que dicen que ahora cobrará vidas humanas”.
Agregó que la alarma debe ser atendida por las autoridades, debe tomarse con responsabilidad y seriedad la contingencia ambiental pues si bien es cierto aun cuentan con un par de pequeños nacimientos de agua estos no garantizan el abasto permanente ni suficiente para los miles de habitantes de esa zona rural, recordó que esto sin lugar a dudas es parte del cambio climático y en gran medida por la extensiones forestadas ya sea por contingencia o la mano del hombre.
Seca convierte a presa en charco ‘contaminado’
A este clamor se suma el de habitantes de División del Norte, quienes confirman que la brutal sequía generó que tan solo en unas semanas se redujera el volumen de agua de la presa de ese comunidad a un insignificante charco de agua, ahora contaminada por la mortandad de peces, aves y ganado.
Alarmados por esta situación señalan que ahora para cubrir la necesidad de agua tanto para el hogar como para los animales que han logrado subsistir a la sequía y altas temperaturas, la gente de campo debe desplazarse hasta 25 kilómetros para el acarreo de agua generando esto un gasto económico y hasta físico extra.
“El charco de agua que luce la presa no sirve, está contaminado por el ganando que murió atascado entre el lodo, por la muerte de aves y peces, se convirtió en un foco de infección y criadero de moscos, es lamentable ver que un lugar que daba vida ahora es sinónimo de muerte”.
Entre las medidas que se han visto obligados a tomar los vecinos de ese lugar destaca el de rodear con alambre la reducida mancha de agua que aun mantiene la presa, esto a manera de evitar que los animales sedientos se acerquen al lugar y mueran “atascados” entre el lodo.