Fuerte golpe se da al activismo feminista desde Francia, un juez penaliza a la iniciadora del movimiento MeToo y la condena a entregar una fuerte suma de dinero a su acosador, por difamación. En 2017, la periodista Sandra Muller exhibió en un tuit a su acosador, Nicolas Bénoit e incito a más mujeres a hacer públicas sus historias.
El hombre que aceptó tener una conversación de carácter sexual con Sandra, pidió disculpas públicas, pero la demandó. Ahora él ha ganado el primer juicio.
La mujer, que fue reconocida por la revista Time, como una de las personalidades del año en 2017, anuncia que va a defenderse de la resolución que le ha dictado un juez.
El MeToo que inicio en Nueva York en ese mismo año, tuvo su primer eco en Francia y después se retomó en otros países como Argentina, México y España. Mujeres empoderadas salieron a la luz pública en medios y en redes para contar al mundo sobre las violencias machistas que se registran en cualquier región del planeta, principalmente centraron los mensajes en agresiones de acoso sexual y laboral.
A diferencia de las mujeres artistas, periodistas y empoderadas, las miles de empleadas de una oficina pública, una empresa grande o pequeña, en una ciudad grande o chica, padecen el acoso en silencio. De todos los delitos que se cometen en México, el INEGI reconoce que en 2018 el 93.2 por ciento no se denunció o no termino en investigación, en violencias contra las mujeres, se ha sustentado por años que es la propia mujer la que retira la denuncia de agresión y otorga el perdón a su victimario.
Las redes sociales han activado en esta época la denuncia pública, pero no se ha incentivado la denuncia legal. Los movimientos globales para sacar del closet las violencias hacia la mujer han marcado la pauta para que cada vez más se atrevan a hacer públicas sus historias, ahora este freno judicial en Francia sienta un precedente que podría frenar también otras denuncias públicas.
“La justicia ha decidido castigarme, pero voy a luchar hasta que la justicia abra los ojos” ha dicho la periodista francesa, una de las impulsoras de este movimiento global feminista y advierte que “acallar víctimas que podrían hablar, es un proceso que podría cortar las alas a las víctimas que ya han hablado o que querrían hablar, y el mensaje es claro: calladas todas”.
Sin embargo, el miedo no debe ganar, la palabra de la mujer ha sido liberada.
En Boca Cerrada
#DateCuenta es la etiqueta de una nueva campaña que se moverá en redes desde la CDMX para evidenciar la violencia contra la mujer en el transporte público.