5 diciembre, 2025

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En la guerra y en el amor…

Todo se vale, y para recuperar a aquella persona que un dia hizo latir el corazón con su sola presencia, nadie mejor que María Inés Santa, experta en reunir lo que alguna vez fue unido por Dios mismo

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Emilia sufría por amor. Los días se volvían tristes y monótonos después de separarse de su compañero de vida: Pablo. En su cabeza no cabía la idea de que su hombre hubiera decidido dejar atrás tantos años de matrimonio para (según las malas lenguas) alejarse y disfrutar de una aventura con una compañera de trabajo.
Las dudas atormentaban su mente: ¿qué había hecho mal? ¿Pablo la dejó de querer? ¿Por qué él había preferido a una persona prácticamente desconocida? ¿Regresará? ¿Cómo hacerlo recapacitar? ¿Qué le depararía ahora el futuro?
En el fraccionamiento donde vivía Emilia se había vuelto la “comidilla” del andador. Cada que iba a la tiendita de la esquina se escuchaba cuchichear a las vecinas justificar su desgracia: “la dejaron por gorda”, “pobrecita pero ella se lo buscó”, “de seguro va a meter a otro a su cama” eran solo algunas de las frases que alcanzaba a escuchar de varios que alguna vez se hicieron llamar “sus amistades”.
Pero entre tantos dedos índices que la señalaban, hubo una persona que fue diferente, su ex compañera de escuela Margarita y preocupada por la mala racha que pasaba su amiga decidió darle un consejo.
– Mily, a lo mejor tu no crees en esas cosas, pero como quiera te lo voy a decir, si quieres saber que pedo con tus problemas, te sugiero que vayas con una conocida mia que lee las cartas.
– ¡Ay no Mague yo le tengo mucho miedo a eso… dicen que es cosa del diablo!
– Nombre cual diablo ni que nada si la persona que lo hace es muy creyente, ándale vamos, ella te podría dar un ‘norte’ de porque te están pasando esto.
– ¿Tu crees que pueda ayudarme?
– Si Mily pero eso depende de ti, de la fe que tengas.
Margarita ya había pasado por un problema similar un tiempo atrás y por medio de los grupos de venta de Facebook pudo contactar a quien no solo le habría de ayudar a salir de la bronca, sino que se convertiría en una de sus mejores amigas y aliadas: María Inés Santa.
Emilia acudió con la lectora de cartas aún con un poco de miedo y recelo (no sabía si estaba haciendo algo contrario a su religión).
María Inés Santa la recibió prácticamente con los barcos abiertos. Tras realizar la lectura, efectivamente las cartas mostraban como su vida se había vuelto un caos a causa de la separación de su esposo, quien de manera muy descarada andaba de ‘coscolino’ desde hacía ya varios meses.
Mily se encontraba ante una afrenta muy penosa, sin embargo en su corazón solo había una idea firme: recuperar a su marido, y María Inés Santa le explicó que su misión en esta vida era precisamente, la unión y reunión de dos personas que alguna vez se amaron. Para lograr tal objetivo María Inés Santa le encargó a Emilia varios elementos: velas, flores, aceites etc. Unos meses después, Pablo regresó a casa, avergonzado y arrepentido por su conducta.
Casos como este suceden constantemente en la capital tamaulipeca, y María Inés Santa con casi dos décadas dedicada a reunir parejas sabe que todo en esta vida tiene solución.
“Yo todo se lo debo a la Santa Muerte” asegura firmemente la sabia mujer
“Ella es a través de quien yo puedo realizar cada lectura de cartas que me solicitan, además de que es a ella a quien le pedimos la gracia de reunir a aquellas parejas que pasan por problemas difíciles, a quienes su ‘llama del amor’ ha sido apagada por distintas razones o terceras personas” aclara.
Pero María Inés Santa no ayuda a cualquier persona. Para empezar, recibe solamente a mujeres, porque son mayormente son ellas las que a diario sufren por maltratos, gritos, vejaciones, abandono y hasta golpes.
Sin embargo convencida de que su tarea en este mundo es fortalecer el amor y no lo contrario.
“A mi han llegado personas que desean romper un matrimonio, o lograr que dos personas se separen, mujeres que desean ‘metérsele entre los ojos al hombre ajeno, pero a esas personas simplemente les digo que yo no las puedo ayudar” confiesa la dama.
María Inés Santa le comentó al Caminante que desde muy joven, empezó a experimentar visiones en las que una voz que le advertía de pequeños sucesos. Con el tiempo ella logró identificó no solo la voz que le hablaba sino su imagen misma. Se trataba de la Santa Muerte.
Con el tiempo la tarotista logro solidificar su relación con su “Niña santa” al grado de no solo realizar la lectura de las cartas de manera correcta, sino el preciado oficio de llevar a cabo uniones entre personas que se aman o de aquellas que por alguna razón pudieron separarse.
“Yo no me dedico a hacer el mal, hay otras personas que tal vez usen ‘encantamientos’ o ‘trabajos’ para hacer daño a las personas, pero yo no, yo me dedico a avivar el amor entre dos seres humanos que en algún momento su relación sentimental se enfrió o se vió debilitada por terceros o por circunstancias del dia a dia, lo mío es el amor” afirma María Inés Santa.
Cuando empezó a interesarse en este tema, ella aún practicaba su primer oficio de estilista. Pero aunque esa chamba le proveía sustento y un modo honesto de vivir, lo realizaba prácticamente por necesidad. Con el tiempo y tras la gran cantidad de personas que solicitaban alguna gracia o ayuda a su Santa Muerte, María Inés Santa decidió dedicarse de lleno a esta labor.
“Al principio se alejaron de mi algunas personas que realmente no comprendían lo que yo hago. También hubo otros que sintieron que de cierta forma traicionaba la fé católica, sin embargo si en algo creo yo es en Dios padre que es la fuente de todos nosotros. Hay muchas personas que le rezan a San Charbel, otros a San Judas Tadeo y se ve como algo normal, yo le rezo a mi Santa Muerte y tengo una relación muy cercana y profunda con ella como cualquier otra persona que le reza al santo de su preferencia. Ella me ha dado la gracia de poder ayudar a tantas mujeres que sufren por amor, que han sido violentadas, usadas o maltratadas. No es que tenga un odio irracional hacia los hombres, pero es un hecho de que en una cultura machista como la nuestra sean precisamente las mujeres quienes siempre se llevan la peor parte en una relación cuando se complica.
Las cartas multicolor se despliegan ante el Caminante, y María Inés Santa ha decidido hacer una excepción este dia y realizarle la lectura al andariego personaje quien ‘barajea’ los cartones siete veces a petición de la dama. A continuación ella empieza a analizar en líneas de siete cartas cada aspecto pasado, actual y futuro de la vida del entrevistador. Sorpresivamente ha acertado en todas sus expresiones, tanto en lo laboral, lo personal, lo íntimo y hasta en proyectos planeados a un futuro cercano. El Caminante vuelve a ‘barajear’ las cartas cuatro veces y hace una pregunta para que una nueva línea de cartoncillos adivine si sucederá o no. La sesión esta completa: la tarotista, apoyada por la Santa Muerte han hecho una mancuerna eficaz.
Con una dulce y sincera sonrisa, María Inés Santa se despide del Caminante, quien sabe que tal vez esta experiencia puede ser condenada por unos y causar asombro a otros, pero recuerda las palabras de la sabia mujer: todo en esta vida es una cuestión de fe. Demasiada pata de perro por esta semana.

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