CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-Es cuestión de tiempo: el consumo de marihuana en México será legalizado. En el próximo periodo de sesiones del Senado que inició ayer se discutirá, y muy probablemente se aprobará, el dictamen más ambicioso de la historia moderna de la República en materia de consumo de drogas.
El documento contiene la Ley para la Regulación y Control de Cannabis, que permitirá el cultivo, distribución y consumo de marihuana para fines lúdicos, médicos e industriales.
La iniciativa cobra relevancia porque de acuerdo a todas las estadísticas disponibles, la marihuana es la droga ilegal más consumida en el país, y Tamaulipas no es la excepción.
Según la encuesta nacional de adicciones del INEGI, en el 2008 un 8.3% admitió el uso de marihuana contra un 6% de la cocaína. Para el 2016, la última cifra disponible, el consumo se incrementó a un 8.7% en el caso de la cannabis, y disminuyó en el caso de la cocaína a un 3.8%.
Pese a estos índices, la tendencia en Tamaulipas fue distinta a la del resto del país.
En el 2008 era el segundo estado con más consumo de marihuana, solo por debajo de Quintana Roo, pero para el 2016 en otras entidades se multiplicó su uso y Tamaulipas bajó hasta la posición 20.
El tercer rubro que marca esta encuesta del INEGI, es el uso de metanfetaminas que tuvieron un repunte apenas perceptible de 0.3% a 0.4% entre 2008 y 2016.
La propuesta que discutirá el Senado viene apuntalada por varias circunstancias globales y locales.
La primera es que son muchos los especialistas y organizaciones civiles que consideran que su regulación, permitiría arrebatarle a los grupos criminales el negocio de la cannabis, lo que en el mediano plazo ayudaría a reducir índices de violencia.
Por otro lado, México no puede ser ajeno a lo que pasa del otro lado de la frontera. Ya son 23 estados de Estados Unidos los que han legalizado, con diferentes reglamentaciones, el uso de la marihuana. En ese grupo, está incluido California, el mayor productor de América, y donde la industria cannabica ha demostrado ser un gran negocio, lo mismo que en Canadá donde también se modificó la ley para permitir el consumo lúdico.
El último estado norteamericano en permitir su venta y consumo fue Illinois: el 1 de enero por primera vez sus habitantes pudieron acudir a tiendas especializadas para comprar distintas variedades cannabis. En un día se realizaron 77,128 transacciones que dejaron ganancias por más de 3 millones de dólares.
En México, es Morena el partido que impulsa esta legalización y para ello contaría con el apoyo de Movimiento Ciudadano, PRD y quizás hasta el PRI.
La gran diferencia con las experiencias que viven Estados Unidos y Canadá, es que en México se pondrían candados para que, si bien se permita la participación de capital privado, los productores rurales en los ejidos reciban tratos especiales y prioridad para que sean ellos los primeros en verse beneficiados con la futura industria
“Se está buscando que un porcentaje de la producción se lleve a los lugares que han sido históricamente los afectados por la producción, que estaban estigmatizados y a veces la gente campesina de las zonas pobres de la sierra de Guerrero, de Michoacán, eran los que siempre sufrían la presión tanto por la siembra como por la autoridad, entonces que haya un porcentaje sustancial, para que ellos sean quienes la cultivan y que esa derrama de esta participación social, ahora ellos sean beneficiarios de una situación que les tocó sufrir por tanto tiempo”, explica el senador por Tamaulipas Américo Villarreal Anaya, quien confirma que su partido respaldará esta iniciativa.
-¿Van por la legalización de la marihuana?, se le cuestiona.
– “Pero muy bien acotado. Esta ley es un mandato de la Corte por los amparos que ha otorgado para la solicitud social de que cultivarlo, es un mandato de la SCJN en que se tiene que considerar esta partición y nosotros tenemos esta oportunidad de que cumplamos este mandato y lo dejemos bien establecido”.
Se refiere a la serie de resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que desde el 2018 estableció la inconstitucionalidad de la prohibición absoluta del uso lúdico de la cannabis. Más tarde, el Máximo Tribunal del País dio un plazo al Legislativo para eliminar estas prohibiciones que vence precisamente el 30 de abril cuando se cierra el periodo de sesiones del Senado.
Villarreal confirma que se regulará la planta para su uso industrial: “no tiene mayor problema porque es el uso de las fibras que tienen mucha aplicabilidad en la industrial”.
El uso medicinal: “Tampoco debe haber problema, si bien ahí ha habido mucha situación de posiciones sociales, como médico llevo 30 años recetando narcóticos, y en los hospitales usamos morfina, fentanilo y no tiene ningún problema porque hay conocimiento científico y medico de qué padecimientos podemos mejorar y actuar con la aplicación de esos medicamentos, y hay medicamentos con registro sanitario y la dosis que se requiere para poderlos aplicar”.
Acaso el rubro que más polémica causará sea el del uso lúdico, empezando por su denominación.
“No debemos de estarle llamando recreativo o lúdico, porque nos sesga a pensar que es una situación para darnos placer o recreación, y yo creo que es una sensación subjetiva, la va a valorar cada quién, puede ser que alguien fume y se sienta tranquilo y hay gente que fuma y le duele la cabeza y le dan ganas de vomitar, la experiencia va a ser individual (…) en eso precisamente se esta buscando regularizar principalmente para que sea de uso adulto”, detalla.
El otro tema que está en veremos es la edad mínima que se establecerá para permitir su consumo: mientras en un principio se hablaba de 18 años como el alcohol y el tabaco, la intención de la Secretaría de Salud es que el rango se eleve a los 23 años, cuando según estudios médicos, el cerebro ya no corre riesgo alguno de sufrir afectaciones por el consumo de esta droga.
El dictamen que empezará a discutirse desde mañana, permite la creación de asociaciones de consumo y licencias de venta. Es decir, regula desde su siembra hasta su venta al público.
Por ejemplo, eleva el mínimo permitido de portación para consumo personal de 5 gramos a 28 gramos (el peso promedio de una cajetilla de cigarros), pero además actualmente portar entre 5 y 200 gramos de marihuana puede penarse con penas de entre 10 y 25 años de prisión, y con la nueva legislación, quien porte más de 28 gramos sólo recibiría una multa y trabajo comunitario.
Pese al optimismo de algunos integrantes de Morena, lo cierto es que al interior del Gobierno federal hay muchas visiones diferentes respecto a la forma en la que se debe regular el cannabis. El mismo presidente se ha mostrado cauto al respecto y ha pedido que la ley se base estrictamente en factores relacionados con la Salud.
Dentro del gabinete federal, la principal impulsora de estas medidas es la Secretaria de Gobernación.
Olga Sánchez Cordero apunta a una despenalización integral: “Lo que motiva mi propuesta es el derecho de cada persona adulta a su autodeterminación y al libre desarrollo de su personalidad y, por tanto, el ejercicio de esa misma libertad en sus decisiones de consumo.”, expuso.
De cualquiera manera, será el Partido Acción Nacional el que plantará mayor oposición a la iniciativa de Morena.
El año pasado, el senador Ismael García Cabeza de Vaca se abstuvo de votar en la Comisión de Seguridad Pública Proyecto de Opinión de la Comisión como parte de la dictaminación del Decreto de la Ley General para la Regulación y Control de la Cannabis.
El panista advirtió que en el documento hay omisiones en los controles y supervisión de la siembra, cultivo y cosecha de la hierba.
Así pues, la mesa está servida para una discusión que seguramente derivará en modificaciones radicales a las políticas públicas relativas al consumo de drogas. Si México seguirá la tendencia global de liberar el consumo de la marihuana, los próximos meses serán fundamentales para ello.
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