Apenas nos estamos reponiendo de una cuando ya está la siguiente ocurrencia saliendo de su boca.
Así, del cerro que están quitando en Santa Lucía, al relleno de la laguna para poner la refinería Dos Bocas, pasando por el tan afamado avión de Peña Nieto, y ahora llegando a la propuesta de cancelar los puentes escolares. Así el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR nos lleva de una ideota a otra, y se sigue superando.
Por supuesto que además de los miles de estudiantes y maestros, que resultarían directamente “afectados”, ya salieron dirigentes magisteriales, autoridades de Educación y empresarios de todos los giros relacionados con la actividad turística en el país, y hasta los alcaldes de ciudades turísticas para rechazar el planteamiento.
Todos coinciden hacia un mismo sentido, los puentes no afectan el proceso de aprendizaje y sí afectarían en demasía la actividad económica que se genera con los viajecitos cortos que se arman en cada puente.
En este país unos lentamente nos resignamos a que en estos seis años, pese a que el mundo esté en contra, el Presidente de la República seguirá sacando ocurrencia tras ocurrencia y las llevará a cabo.
Otras lentamente se dan cuenta que lo que parecía ser “La Esperanza de México” ha sido otro fisco más. Lo triste es que hay quienes siguen defendiendo los disparates del tabasqueño con frases como “es como todos, algunas cosas están bien y otras no”, el problema que yo tengo es que aún no se cuáles son las “cosas buenas”.
Mientras el país sigue sorprendido por el avión que ya pagamos con impuestos, que nos sería cobrado de nuevo en “cachitos”, mismo que al final tampoco lo ganará nadie, y mientras todo mundo se aferra al calendario escolar esperando el siguiente puente, que podría ser de los últimos, la realidad es que el país siguen picada y no se vislumbra un panorama mejor.
Las medicinas siguen escaseando, los apoyos para el campo no caen, la economía del país siguen tan endeble que las inversiones privadas no están llegando a México, la actividad petrolera (principal fuente de ingresos) sigue congelando proyectos.
Así seguiremos, la pregunta es ¿cuánto vamos a aguantar?
Hablando de la eliminación de los puentes, no ha faltado el político morenista que logró puesto por el efecto cascada que generó AMLO y que ya salió a defender el último disparate.
Esta semana ARMANDO MAR SOBREVILLA, regidor de uno de los dos municipios que gobierna Morena en Tamaulipas y con vocación turística, salió a decir que la idea del Presidente no es mala y que espera no afecte el turismo y la economía. En verdad sería mejor no pronunciarse sobre algunos temas, más cuando no se tiene información suficiente para hablar, para el Regidor sería mejor enfocarse algo de la chamba que le toca, él tiene muchos pendientes.
Por si fuera poco, con datos salió la Directora de Turismo, SANDRA IBARRA GÓMEZ, a referir que eliminar puentes sí sería desastroso, esta semana mostró datos de que en este primer fin de semana largo y en pleno invierno, Ciudad Madero recibió a un total de 11 mil 616 personas en playa Miramar.
El área a su cargo contabilizó el ingreso a Miramar de 2 mil 743 vehículos y dos chárter, con placas vehiculares de los estados de Nuevo León, San Luis Potosí, Veracruz y Ciudad de México.
Los visitantes necesitaron hospedarse, alimentarse, cargar combustible, y muchos hasta recuerditos compraron, de no haber puentes escolares no habría estos “respiros” a la economía de quienes dependen de estos giros comerciales.
QUE CURIOSO
Hablando de Ciudad Madero, es curioso que varios sectores le están apostando al quiosco de la plaza Isauro Alfaro, como si este fuera un imán para los turistas o un generador de recursos que beneficiará a los comercios a la redonda.
La construcción del quiosco sí es un acto de justicia para la ciudad y su gente, pues un insensato Alcalde mandó quitar el anterior, pero tampoco es como para presumir tanto, su estilo ni siquiera se puede definir según los tipos de arquitectura, ojalá algún experto nos pueda ilustrar.
Por cierto, sólo como dato y para tener referencia, el quiosco de Tampico sí puede definir su estilo y es una mezcla neocolonial, con eclecticismo y barroco mexicano, de paso le comparto que el quiosco de Ciudad Victoria es de estilo neoclásico y con forma octagonal.
¿Usted cree que un quiosco da mayor sentido de identidad a la gente de la ciudad?