Tiene Victoria 100 mil pobres
CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Según el plan de desarrollo 2018-2021 publicado en el Periódico Oficial del estado en Victoria existen casi 8 mil personas en pobreza extrema y más de 100 mil con pobreza moderada.
En el Informe anual sobre situación de pobreza y rezago social 2018, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social federal, Victoria tiene un grado de rezago social bajo.
Las familias habitan en colonias como; Luis Echeverría, Bethel, Tomás Yarrington, Álvaro Obregón, Alta Vista, una parte de la Vamos Tamaulipas, Cañón de la Peregrina, Colonia Azteca y una parte de la Moderna y Linda Vista.
La siguiente medición de pobreza por parte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, que mide la pobreza en México y evalúa programas y políticas sociales del Gobierno Federal, será hasta el 2020, por lo que le tocará a la siguiente administración.
¿Cómo sobrevivir a la cuarentena cuando se “vive” al día; sin un sueldo fijo, agua potable o despensa?
Es la pregunta que se hacen cientos de familias de las colonias más humildes de Victoria.
Permanecer encerrados en la casa, es un lujo; imposible para la clase baja, incluso para adultos de la tercera edad o aquellos que padecen hipertensión y diabetes, quienes salen a la calle a pesar que son el grupo más vulnerable y pueden morir de Covid-19.
“Vivimos cerca del cielo, pero lejos de Dios” platica con tristeza Doña María quien como otros vecinos de las colonias Bethel, Tomás Yarrintong, Ampliación la Esperanza diariamente bajan la sierra para buscar el sustento; el cual se ha dificultado por la clausura de negocios.
Ana María González tiene 64 años de edad y aunque ahora vive con su pareja y un nieto jamás ha dejado de trabajar, por lo que orgullosa explica que siempre ha sido padre y madre, pues su marido tiene años que trabaja en la sierra.
La vida me ha enseñado varias habilidades como; inyectar, cortar cabello y limpiar casas ajenas, lo cual realiza con mucha honra, o lo hacia hasta inicios de semana, luego que le llegó un WhatsApp de su jefe, el dueño de una veterinaria dónde hacía el aseo.
“Ya no quiere que me presente, como me subo en el micro para ir al trabajo que sube mucha gente, me puedo contagiar”
Con mirada triste y desde una calle llena de piedras en la Tomás Yarrington, la mujer platica que su marido tiene 75 años quién está pensionado y aún así, se va por temporadas a trabajar en la sierra para sacar el gasto.
“Los pagos de préstamos no se detienen, estamos metidos en grupos y no sabemos como le haremos para pagarlos si no tenemos trabajos. A nosotros nos quitaron las despensas; necesitamos una despensa, que nos ayuden. Yo de 64 años, nos piden que no salgamos; no sabemos qué hacer”
Platica que sus hermanas y ella dejaron de visitar a su madre de 87 años que vive a dos colonias de su hogar, por su edad temen qué la vayan a contagiar.
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Cerraron el puesto de tacos
Además de los adultos de la tercera edad, los más susceptibles a contraer y fallecer por COVID-19 son quienes padecen enfermedades como: diabetes e hipertensión, sin importar la edad que tengan, por ello la familia Gallegos decidió dejar el negocio familiar.
En una casa de material y cartón, ubicada en la última cuadra de la colonia Bethel , Sonia integrante de la familia platica como sobreviven a pesar de no tener ingreso.
Es madre de dos pequeñas y platica qué siempre han sido humildes, por ello decidieron poner un puesto de tacos en la zona centro, con el cual se mantenía toda la familia, pero debido a la cuarentena cayó la venta de golpe.
Aunado a ello, le preocupa la noticia que los que tienen mayor peligro son personas con enfermedades crónicas, por lo que su esposo a pesar de tener 44 años decidió detener la vendimia por padecer diabetes e hipertensión.
“Tenemos dos niñas y tampoco las podemos arriesgar a sacarlas a la calle porque nadie nos la puede cuidar.Ahora sobrevivimos con los pocos ahorros que tenemos guardado, pero si la situación sigue igual; vamos a tener que volver a salir, porque es imposible quedarse en cuarentena”
“Mi marido, dijo, está enfermo por lo que yo tendría que salir sola a trabajar porque tenemos prestamos como compartamos y se tienen que dar abonos semanales y ahorita estamos batallando”
Es madre de familia y preocupada platica que no han detenido los abonos por lo que siguen solicitando que los paguen, mientras que ellos cada vez se endeudan con más préstamos.
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“Es imposible estar en casa; qué comemos”
Para Irma de Rosa la contingencia mundial que se vive es algo bíblico, pues según explica todo está señalado en el libro sagrado, pues dice que habrán más plagas, pero señala qué es imposible guardarse en casa por lo que ella, o su esposo; tienen que salir a trabajar.
“Es imposible quedarse encerrado, porque qué va a comer uno; yo tengo diabetes y no he ido al hospital por medicamento por no salir, quiero ir mañana a ver si me dejan entrar porque ya se me termino”
Platica que aunque ella y su marido están pensionados el dinero no alcanza para comer y solo cubre la cuota escolar se su hija que estudia la universidad; por ello su esposo sigue trabajando mientras que ella se queda en casa.