Sin pruebas y sin sustento aún, y con el aviso de que será el 26 de mayo cuando se presente un diagnóstico de la violencia doméstica en México en medio de la pandemia por el coronavirus, el presidente insiste en presentar un mundo color de rosa del interior de las viviendas mexicanas, familias bien estructuradas, contentas,
sin penas económicas, de salud o emocionales, sí acepta, que vivimos en un sistema patriarcal arraigado y un marcado machismo, pero lo cataloga como una conducta social “cultural”.
Intentan acallar las voces de las colectivas feministas y organismos no gubernamentales que reclaman por más atención ante las violencias contra mujeres y niños en este país. Sin embargo, existen organismos internacionales que piden atención en México a este tema. Quizás por esto la reacción, aunque tardía, del ente gubernamental.
Este lunes la UNICEF, organismo internacional que vela por los derechos de la infancia, emitió un comunicado donde exhorta al presidente mexicano a reforzar la seguridad infantil en casa, documenta que la violencia crece en el confinamiento y está afectando mayormente a mujeres, infantes y adolescentes, recomiendan garantizar los servicios de salud y educación a esta población vulnerable, crear sistemas de alertas oportunos y fiables, así como alternativas de alojamiento para quien así lo requiera, además de incrementar las actividades de prevención de violencia intrafamiliar.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, agencia de la ONU tiene otros datos, distintos a los que buscan cuadran en el gabinete de López Obrador, alertan de cifras alarmantes y es que antes de la pandemia en México, seis de cada diez menores ya sufrían violencia por disciplina castigadora en casa y una de cada diez mujeres menores de 20 años han sido víctimas de abuso sexual en algún momento de sus vidas, ahora “el aumento en los niveles de estrés, la inseguridad económica y alimentaria, y el confinamiento a causa del COVID-19 han elevado radicalmente los niveles de violencia doméstica en México y requiere de acción inmediata para proteger a la infancia y adolescencia afectada”.
Para la UNICEF en esta cuarentena, México no debe desestimarse la violencia intrafamiliar ya que encuestas recientes mostraban que el hogar es “usualmente el lugar más peligroso para las mujeres y sus hijos” situación que se agrava en el confinamiento.
La publicación que alerta sobre las condiciones de violencia en que viven mujeres y niños en nuestro país en medio de la pandemia, indica que este estudio ya fue compartido con el gobierno federal, donde le recomiendan además acciones inmediatas
de un plan de respuestas acorde al contexto provocado por el COVID-19, para reducir estas violencias.
Entre otros aspectos piden que el gobierno mexicano promueva una agenda legislativa que sí proteja los derechos de la niñez, “iniciando por la prohibición legal del castigo corporal en todos los entornos”; aumentar acciones de prevención para una crianza positiva con intervenciones oportunas para revertir los escenarios primarios de violencia; que se incremente la operatividad de las procuradurías de protección de niños, con más presupuesto y capacitación del personal de justicia y se fortalezcan las líneas de emergencia y ayuda, de atención social, legal y médica.
A raíz de este comunicado es que el gabinete federal hará un planteamiento, aunque la exigencia ya era marcada desde la sociedad civil, entre otros pendientes esta re direccio-
nar más presupuesto a organismos dedicados a la atención de mujeres y niños en México, el mensaje debe ser claro “la violencia no es aceptable, ni justificable” ni culturalmente.