A nadie debe sorprenderle que muy pronto, tan pronto como en estos días, seamos testigos de una andanada desde la Ciudad de México y con epicentro en el Palacio Nacional contra el gobierno de Tamaulipas; personalizando la guerra sucia hacia el Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Así es mis queridos boes, ya hay asomos de la campaña negra y por lo tanto sucia e ilegal en contra de Cabeza de Vaca a quien el régimen que encabeza Andrés Manuel López Obrador tiene hasta arriba en la lista de sus enemigos.
Cabeza de Vaca es uno de los dos o tres gobernadores, del PAN obviamente, contra quienes el gobierno de la 4T intentará desviar la atención ante el fracaso de sus políticas económicas, de seguridad y la salida de control de la pandemia del Covid-19 que ha comenzado a minar la imagen de por sí gastada de López Obrador ante la opinión pública.
¿Por qué Cabeza de Vaca y no otros gobernadores?, es muy sencillo, porque el gobernador de Tamaulipas fue tal vez el primero de los panistas que desde el 2018 y 2019 más fuerte, reclamó el inequitativo reparto de recursos federales hacia los Estados.
Lo dijo sin matices, claro y fuerte: Tamaulipas recibe unos 14 centavos por cada peso con el que contribuye a la Hacienda Federal.
Encima de tal injusticia, Cabeza de Vaca reclamó con la misma energía la reducción de montos en las participaciones respecto a años anteriores y la cancelación de muchos programas federales de apoyo, al campo, a la niñez como el de las guarderías, al mantenimiento de puertos.
La animadversión de la 4T contra Cabeza de Vaca se exacerbó cuando vieron que del grupito de tres gobernadores del noreste: Jaime Rodríguez Calderón y Miguel Riquelme, de Nuevo León y Coahuila, junto al tamaulipeco que se juntaron para diseñar estrategias regionales contra la inseguridad, hoy existe todo un grupo de mandatarios, 12 para ser exactos, que forman al Alianza Federalista en la que obviamente el de Tamaulipas juega un papel protagónico.
Desde esta alianza, el reclamo original de Cabeza de Vaca para revisar y hacer más justo el Pacto Fiscal, se volvió no solo una exigencia de Tamaulipas sino de los 12 estados que más producen en el país.
Incluso, el mismo reclamo hizo eco en el GOAN, donde se agrupan todos los gobernadores panistas, que este fin de semana reclamaron nuevas reglas del federalismo.
El caso es que a AMLO y el resto de la 4T se les indigestó Cabeza de Vaca, no solo por el tema fiscal, sino porque además en lo relacionado con el Covid-19, fue de los primeros mandatarios que decidieron ir un paso adelante de la Federación.
Lo hizo cuando casi un mes antes decretó la suspensión de clases en todos los niveles para evitar contagios, lo hizo con la construcción de hospitales provisionales para la atención de la pandemia en los municipios más grandes del Estado, lo hizo cuando entregó implementos de protección de calidad en comparación con la ‘basura’ china que les envió a los médicos y enfermeras la 4T.
Si a ello le sumamos el revés que Tamaulipas y Cabeza de Vaca le dieron a la política de generación de energía a través de la SENER y la 4T, al lograr que la Suprema Corte admitiera una Controversia Constitucional.
Mucho menos les debe haber caído la promoción que hizo Cabeza de Vaca ante el Congreso local de la llamada ‘Ley Verde’ por la que se impone un impuesto a las empresas que contaminen para general energía, lo que involucra a CFE y Pemex que ensucian el cielo de Tamaulipas quemando combustoleo para generar energía. Es decir: le tienen que pagar a Tamaulipas por contaminar el ambiente.
Dicha iniciativa de Tamaulipas es utilizada por los gobiernos de la Alianza Federalista, los que están en proceso de replicar el revés en sus Estados a la 4T y su política de energías sucias.
Por eso vienen contra Cabeza de Vaca, porque sus reclamos se han vuelto el reclamo de por lo menos 12 entidades del país. Porque no quieren que crezca para el futuro, pero sobre todo porque en la 4T están acostumbrados a lanzar distractores y ahora les urgen con la grave situación de la pandemia.
Basta leer que el viernes Hugo López Gatell culpó a los gobiernos de los Estados por la gravedad de los contagios y la lamentable pérdida de mexicanos.
No recuerda que cuando esto empezaba él decía que era una epidemia menos nociva que la de la influenza AH1N1 y que todo este tiempo, hasta el sábado se negaba a reconocer la necesidad del uso de cubre bocas.
México paso a paso se está acercando a los primeros tres países en el mundo en contagios y muertos y por eso, además de todo lo que señalé arriba, les urge un enemigo al que haya que atacar para que su feligresía no voltee a ver la realidad.
Cabeza de Vaca, insisto, es el blanco perfecto; un gobernador que nunca se ha mostrado dócil ante la 4T, pero que está acostumbrado a lidiar con los poderes absolutistas, lo hizo desde el gobierno de Reynosa cuando Eugenio Hernández le intentaba hacer la vida imposible, lo hizo incluso con el gobierno de Enrique Peña Nieto y lo ha hecho contra los poderes fácticos a los que les arrancó el control de las carreteras y de casi todo el territorio de estatal.
Por eso creo que la guerra sucia que se vislumbra desde la 4T contra Cabeza de Vaca podría lejos de restarle, sumarle mucho más y encaminarlo a estadios superiores de la política nacional. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong