MADRID.– Mientras que en México la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio luz verde a la consulta popular que podría llevar a juicio a cinco expresidentes de México, Enrique Peña Nieto se va quedando cada vez más solo en su mansión en Valdelagua, urbanización de lujo en el madrileño municipio de San Agustín de Guadalix, donde tiene como vecinos a los actores Javier Bardem y su pareja Penélope Cruz.
Una semana antes de la decisión de la Corte, otro escándalo ponía bajo la lupa a Peña Nieto debido a las transferencias sospechosas dadas a conocer por los FinCEN Files, investigación en la que participa Proceso junto con Quinto Elemento Lab, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, bajo la coordinación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
n su autoexilio español el expresidente prácticamente no recibe visitas y convive con un número muy reducido de personas, situación agravada por las restricciones impuestas por la pandemia. Por lo menos hasta agosto su pareja, Tania Ruiz, estaba en México. Y personas a las que ha invitado no han ingresado a España debido a las medidas sanitarias impuestas por las autoridades del país.
Habita una residencia en una zona donde el costo de las propiedades fluctúa entre 17 y 43 millones de pesos, y los alquileres pueden alcanzar 220 mil pesos.
Dedica largas jornadas al golf en los campos cercanos a su urbanización al noreste de la capital española, principalmente el Club de golf RACE y el Real Club La Moraleja.
“Busca compañía, porque al menos en Madrid no ve a casi nadie”, cuenta un mexicano que conoce algunos pormenores del exmandatario y quien lo ha visto intentar socializar con mexicanos con los que se cruza, pero sin mucho éxito.
Sin embargo, en el verano el expresidente estuvo de vacaciones en Marbella, donde se le vio convivir alegre y despreocupado con un grupo de unos 10 amigos, tomando vino Vega Sicilia, quizá uno de los vinos españoles más caros: en tiendas especializadas oscila entre 120 y 360 euros.
CON INFORMACIÓN DE: PROCESO